Capítulo 7

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Camila POV'S

Seguí mi camino hacia la cocina sin mirar atrás. Había dejado de llorar, pero aún así mis ojos seguían rojos.  Escuché a Lauren llamándome varias veces, mientras se acercaba a mi con paso decidido. Tenía miedo de que me alcanzara y me hiciera volver a caer en sus hechizantes ojos verdes.

Por fortuna faltaba poco tiempo para que el Restaurant cerrara, así que podría pasar ese tiempo ayudando con la vajilla o algo por el estilo, tal vez ordenando la alacena, en vez de estar con los clientes y tener que lidiar con ellos.

En cuanto entré, Ally alzó la vista y frunció el ceño. La chica estaba preparando unos platillos, pues el cocinero estaba bastante ocupado, así que una ayuda no le venía mal, además la pequeña cocinaba bastante bien. Dejó lo que estaba haciendo y corrió a abrazarme. Hundí mi rostro en su hombro por unos segundos, pero no me permití llorar. La ojiverde no merecía que derramara mis lágrimas por su culpa. Tal vez fuera una tontería llorar por lo que había sucedido. Lauren y yo no éramos  nada. Sólo habíamos compartido unos cuantos besos la noche anterior en el club. Lo que más me dolía era que aún teniendo novia, y en sus cinco sentidos me invitara a salir. Y yo como idiota, me había ilusionado. Cómo si una chica tan hermosa e increíble como Lauren saldría con alguien como yo.

Me separé lentamente de Ally, rompiendo el abrazo. La menor acarició mis mejillas unos segundos, antes de hablar.

— Mila, ¿estás bien? Qué tonta pregunta, obvio que no lo estás... ¿Qué sucedió? — Empezó a hablar de forma acelerada. Yo sólo negué, tratando de sonreír.

— E-estoy bien, Ally, es solo que...nada, es algo complicado de explicar. ¿Puedo pedirte un favor? — La pequeña me miraba preocupada, pero se limitó a asentir.

— Claro, sabes que haría cualquier cosa por ti...Todo menos matar u ocultar  un cadáver, no quiero condenarme, Mila. — Reí suavemente al escuchar sus palabras.

— Tranquila, sabes que no haría nada para que perdieras tu alma. — Me sentía un poco más tranquila, hasta casi había olvidado lo que había sucedido. Al recordarlo la pequeña sonrisa que Ally me había sacado desapareció. — ¿Podemos cambiar lugares? Me encargaré de la cocina, y tu servirías las mesas...¿Si? —Hice un puchero y junté mis manos en un gesto de petición.

—Si, Mila, no te preocupes. — Tomó mi libreta donde apuntaba las órdenes y salió de la cocina.

Pase el resto de la hora cocinando y lavando platos. Cuando al fin terminó mi turno solté un profundo suspiro. Me quité el delantal y recogí mis cosas, esperando a Ally, la cuál llegó minutos después. Pasamos nuestras credenciales en el registro. Salimos por la puerta trasera de los empleados. Hacia un poco de frío en el exterior y yo había olvidado mi chamarra en casa. Ally y yo íbamos caminando en silencio. Ninguna de las dos se atrevía a romper el silencio, y yo no sabía por dónde comenzar.

— Ahora entiendo porqué me pediste cambiar de lugar...— Volteé a mirarla con gesto interrogante, animándola a continuar.— Lauren te estuvo esperando.  Me preguntó  por ti. —Me sorprendí al escuchar eso. No esperaba que Lauren, después de lo que había hecho, tuviera el valor de irme a buscar para explicarme algo que resultaba bastante obvio. Ally sabía todo lo que había pasado con Lauren en el club.

— ¿Ah, si? — Me recompuse de la sorpresa casi inmediatamente, mostrándome indiferente.— ¿Y qué le dijiste?

— Le comenté que la supervisora te requería en la cocina así que ya no podrías atender su mesa. Lo que me intriga es  que  insistía en que necesitaba hablar contigo urgentemente. — Comentó con bastante curiosidad.

— Te lo contaré todo en cuanto lleguemos a mi casa. — Ella asintió. — ¿Ally? ¿Puedes quedarte hoy conmigo? — La más pequeña en estatura se detuvo y me miró con preocupación.

Perdida en tu mirada Camren (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora