-No tienes ningún derecho para llamarme así, puedes ser mi hermano, pero no voy a permitir que me llames zorra frente a mis narices, puedes llamarme como quieras a mis espaldas, pero si yo llego a escucharte, juro que te vas a arrepentir de tan solo haberlo pensado- gruñí bastante molesta sin permitir que mis lagrimas fueran derramadas -Y prepárate porque ahora si te vas a dar cuenta cuando me comporto como una zorra- avisé

Zafé mi brazo bruscamente de su agarre y tomé mi pistola con mi mano libre, antes de dar media vuelta y continuar mi camino hacia la puerta. Al momento que la abrí, el frío impactó mi cuerpo y unas cuantas gotas de lluvia rozaban mi rostro. Llevé mis manos a la capucha que tenía mi chaqueta de cuero y cubrí mi cabeza antes de salir sin molestarme en cerrar la puerta. Mientras bajaba las escaleras sentí como mis lagrimas no pudieron continuar en mis ojos y fueron cayendo lentamente por mi rostro. 

-¡Emma!- escuché uno de mis hermanos llamarme, pero no me molesté en voltear, solo continué caminando hacia la limosina que estaba a unos metros de mi 

Guardé nuevamente el arma en mi espalda baja, cubriéndola con mi chaqueta. Pasé mis manos por mi rostro para quitar las lagrimas, pero era inútil, ya que unas nuevas se hacían presentes. 

-Buenas noches señorita Jones- dijo el apuesto joven llegando a mi con un paraguas para cubrirme mientras caminábamos hacia la limosina 

Lo miré de reojo y pude ver que apenas era unos cuantos años mayor que yo, sus ojos café oscuro eran profundos, su cabello mojado caía sobre su rostro, el cual no me molestaba en verlo. Un señor ya mayor se encontraba sujetando un paraguas frente a la puerta del conductor, por lo que supuse que era mi chofer. 

-Un joven llamado Mateo me ha llamado dándome la indicación de decirle qué él la estará esperando en la terminal- dijo mientras nos acercábamos a la limosina y yo solo asentí 

Este abrió mi puerta una vez que llegamos al auto, sin embargo en vez de subirme me giré para mirarlo frente a frente, tomé su corbata y tiré de él para acercarlo a mi, quedando a tan solo centímetros y yo desvié mis labios a su oreja. 

-¿Por qué no me haces compañía aquí atrás?- pregunté en susurro mientras veía los chicos parados frente a la puerta principal mirándome y enseguida supe lo que pensaba Ryan -Creo que podríamos divertirnos tú y yo aquí atrás- dije coqueta al mismo tiempo que una lágrima se deslizaba por mi mejilla 

-No creo que este bien durante mis horas de trabajo- dijo sabiendo perfectamente mis intenciones y fue suficiente para separarme de él y llamar al chofer, este en cuestión de segundos se encontraba a mi lado 

-¿Sucede algo señorita Jones?- preguntó mirando mal al joven 

-Él viene conmigo atrás ¿es eso un inconveniente para usted?- pregunté alzando una ceja y este me miró algo sorprendido 

-Por supuesto que no, señorita Jones. Mientras James la mantenga cómoda, que vaya donde sea- respondió el señor y yo sonreí 

-Viene conmigo atrás- afirmé y este asintió tomando el paraguas del tal James poniéndose a su lado para sostener la puerta. 

Le di una mirada rápida a los chicos antes de entrar a la limosina, me puse en el sillón de la orilla para dejar que entré James y en cuanto entró me regaló una sonrisa coqueta que yo devolví. Me pasé a su lado y de inmediato me puse a horcajadas de él sobre su pierna. 

-No quiero sexo, solo faje ¿entiendes? Y más te vale que me hagas olvidar todo por un momento- dije tirando de su corbata para pegarlo a mi al mismo tiempo que ponía sus manos en mi trasero 

-Con eso tengo- dijo antes de besar mi cuello y solo escuché como la puerta fue cerrada en ese instante. 

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Salí de la limosina después de James, despeiné mi cabello ahora suelto mientras acomodaba mi chaqueta para asegurarme de que estaba cubriendo la pistola. El chofer llegó con mi maleta y bolso y me los dio. 

-Fue un gusto servirle señorita Jones- dijo este inclinando su cabeza levemente antes de irse 

-Que tenga buen viaje señorita Jones- dijo James con un toque de diversión en sus ojos imitando la acción del chofer 

-¿Solo eso me toca?- pregunté alzando una ceja y este se acercó a mi tomando mi cuello con delicadeza antes de juntar nuestros labios 

-Espero haber cumplido con tus expectativas- dijo al separarse y yo sonreí 

-Más te vale re-comerme cuando vuelva- comenté tomando mi maleta antes de arrastrarla hacia la entrada del aeropuerto 

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-¿Y fue así que te llamó? ¿Así sin más?- preguntó Mateo mirándome sorprendido mientras bebíamos algo del bar del avión privado 

-Técnicamente si- respondí tomando de golpe lo que me faltaba de alcohol 

-Cuando volvamos le daré un buen golpe- comentó Alex negando con la cabeza 

-No te preocupes, tuve una pequeña venganza- dije quitando mi cabello de mi hombro derecho, dejando al descubierto mi chupetón del cuello 

-¿Tan rápido ya empiezas el proceso para superar al idiota?- dijo Mateo con una sonrisa y yo solo me encogí en hombros 

-¿Por qué dices que fue venganza?- preguntó Alex 

-Fue con el asistente del chofer y le coqueteé antes de que entráramos a la limosina, después me senté sobre él sabiendo que la puerta estaba abierta y que ellos nos podían ver. Les dije que me iban a ver como una zorra, así que eso haré- dije encogiéndome en hombros 

-Recuerda el propósito Emma, no solo es para demostrarle a tu hermano; vamos por ti y solo por ti- dijo Mateo y yo asentí 

-Créeme que estoy más que consciente que eso, y en verdad agradezco tenerlos conmigo- dije sonriéndoles sin mostrar mis dientes 

Vida de MafiososWhere stories live. Discover now