65. Las mejores historias no tienen finales felices.

2.3K 205 429
                                    

(Tienen que ver el video para sentir el aire del final, la letra es preciosa y si la buscan se llama Find My Way Back, simplemente me dejo sin palabras)





Realmente dolía, demasiado. Nunca me había pasado algo así, nunca he dejado a la persona que más amo para encaminarme en otro camino. El ambiente dentro del auto era pesado, tenso, incómodo pero sobre todo doloroso. No podíamos hacer nada, solo era cuestión de días para encaminarnos a diferentes rutas.

Pacific Northwest University of Health Sciences, le da la cordial bienvenida. Aprobamos la solicitud por la capacidad que usted ha logrado en la preparatoria, estaremos esperando para realizarle la entrevista, no cabe recalcar que ha logrado estar en tercer puesto en ser los mejores escogidos para las pruebas de ingreso en lo que conviene a la rama de Medicina Forense.

Quería llorar, pero no lo hice; tomé la mano de Keith lo obligue a mirarme fijamente a los ojos, él se soltó furioso tomando su móvil, marcó rápidamente un número, lo coloco a su oído repitiendo maldiciones varias veces.

—Soy Keith... ¡No maldición! ¡No hicieron el maldito cambio!— golpeó el volante— ¡Te di dinero! ¡Si sé que me lo has dicho varias veces!— alzó nuevamente su mano para volver a estrellarla en el volante.

—Bata Keith— tome su mano y su móvil— Mírame, por favor.

—No, no, no... ¡Mierda!— volvió a marcar el teléfono, me desesperaba y ni siquiera sabía que hacer al respecto porque tenía miedo también, era algo más aterrador que todo lo sucedido— Escúchame, has todo lo posible peor hoy mismo tienes que confirmarme una transferencia de solicitudes— rodó los ojos— diles que pueden pedir la cantidad de dinero que quieran, que no se preocupen pero necesito el cambio— se quedó callado, me imagino que al otro lado de la línea quien sea que este le hablaba.

Keith colgó frustrado, se colocó un puño en su boca mordiendo nervioso su dedo, su pierna derecha se agitaba arriba hacia abajo a una rapidez muy ágil, y yo simplemente no decía nada. Su teléfono volvió a sonar, no espero ni el primer tomo colocándolo en su oído.

— ¿Y?— sus ojos se dilataron, pero al instante se cerraron— ¡Joder! Pero yo no quiero trasladarme esa universidad es demasiado buena, quiero trasladarla a ella... ¡Pásame el maldito número de esos...!

—Keith basta— tome su mano y a la vez el teléfono colgando la llamada— así no funcionan las cosas.

—Tranquilízate— apreté mis labios— ¿Que te dijo?

—Que no es posible a estas alturas— suspiro—. Una vez enviadas las aprobaciones no se pueden efectuar cambios pero si insistes debes volver a dar una prueba en seis meses y recién será aprobada la solicitud— nos quedamos en silencio decepcionados, ambos no queríamos afrontar la vida, en realidad la vida sigue y debemos asumirla así te separen de los que más quieres— Haré todo nuevamente...

—No.

—No iré entonces...

— ¡No! Keith esto es lo que querías, ¿recuerdas? Me dijiste al inicio que pensabas estudiar medicina forense y que te esforzabas mucho estudiando para irte de esta ciudad, ¡Eres uno de los mejores! ¿No lo has leído? Estás en tercer puesto en una universidad prestigiosa, no quiero que por mi culpa pierdas aquella oportunidad.

—Lydia...

— ¡No Keith!— apreté su mano, me dolía tanto lo que iba a decir, pero no quiero que por mi culpa se detenga, él es alguien grande puede hacerlo— Si no vas, me enojare contigo. Es tu sueño no puedes echarlos a perder por mi causa, esto es así, no hay forma de evitarlo. A veces se gana y la mayoría de las veces se pierdes, pero lo que te puedo asegurar es que lo nuestro nunca se va a perder, nadie te reemplazará así me vaya al otro lado del mundo... Porque si de algo estoy segura es que esperare, así me haga anciana me verás en una silla inclinándome hacia adelante y atrás tejiendo algo en mis piernas, esperando que llegues sin cabellos por mí. Realmente quiero que seas alguien grandes, para que cuando vuelvas les puedas decir a todos que aquel chico que tenía la mirada pesimista y su vida fracasada si lo ha logrado, no quiero que después te arrepientas de no haber tomado riendas y vivas cuestionándote el que hubiera pasado.

Lydia® [LIBRO 1-2] BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora