Lydia® [LIBRO 1-2] BORRADOR

8. Mike

Keith.

¡Maldición! Odio que suceda esto, odio abrir mi maldita boca para decir mis mierdas, pero al demonio Lydia es desesperante en algunas ocasiones.

¿Cómo esperaba que me sienta? Me sentí estúpido, pensé que me reconocería pero me mando a la zona del amigo y lo peor de todo ¡En frente de Mike! Ese imbécil lo único que quiere hacer es llevarse Lydia.

Y claro como ella se puso a llorar, Mike va de pañuelo atrás de ella. Quisiera ir donde Lydia pero mi orgullo no me deja, estoy tratando de cambiar y no saben cuánto, me he estado conteniendo como nadie tiene idea. Es como si el peso del enojo se recargara en mis pies impidiéndome el paso.

<<Te dije que la matarás, idiota>>

Aparte tengo a esa estúpida voz diciéndome cosas en la mente, ¿Para qué estoy en este manicomio si no piensan curarme de mi locura?

Caminaba por los pasillos golpeando todo, me dolía sentirme así aunque no pareciera, me sentía rechazado y tenía miedo de que Lydia de verdad no quiera nada conmigo tal vez esa haya sido su forma de excusarse "disimuladamente" en vez de decirme "Te quiero, pero como amigo', esa idea me aterraba, me aterraba no tenerla a mi lado.

— ¿Eres idiota o qué? — sentí como los brazos de Mike me empujaban, mire sobre mi hombro dándole una mira sínica.

— ¿Que paso? ¿Ya fuiste donde Lydia para ser su pañuelo desechable? —Reí irónico— Solo te quiere para el momento.

Eso creo.

—En realidad no— sonrió Mike descaradamente— ella me compartió secretos y por cierto, me dijo que no te contara ya que tu no lo sabías ¿No debería sentirme afortunado por eso? ¿Creíste que sabias todo de ella? Pues no es así ¿Con quién tiene más confianza? ¿Eh?

—Eres un hijo de... — me lance hacia él, en cuestión de segundos nos demás nos tenían rodeados contemplando la pelea.

—Si sigues así la perderás— me dio un golpe en la mandíbula—Y para cuando eso suceda yo me encargare de reparar su corazón roto, la enamorare y hare de Lydia a la mujer más feliz.

— ¡Cállate! ¡Cállate imbécil! — me lancé con todas mis fuerzas hacia él, me aterraba esa idea ¿Y si podía conquistar el corazón de Lydia? ¿Y si la perdía? ¿Y si Mike era la persona correcta?

No, no, no puedo dejar a Lydia, ella tampoco me puede dejar soy demasiado egoísta que no la perderé tan fácil y menos con Mike.

Lydia.

Me refugie en mi cuarto, me sentía fatal pero también sentía una opresión en mi pecho como si quisiera ocurrir algo. Me pongo a pensar en las mil y un maneras de escapar de aquí, quiero irme de aquí sea como sea. Las paredes de esta maldita habitación hace que entres en un estado de estrés profundo, simplemente con verlas te sientes solo, oprimido incluso idiota. ¿Por qué llegar a este punto?