Don't you dare (Yuri Plisetsky)

Capítulo 17: The truth

Capítulo 17: The truth

"Mierda." Fue lo primero que pasó por su mente, incluso no fue capaz de sostenerle mucho más tiempo la mirada y la apartó hacia otro lado. Pensó en salir corriendo de allí, desaparecerse y que no le encontrase, pero descartó la opción de parecer una cobarde. Además, fue como si sus piernas se hubiesen congelado al piso.

"Yuri..." farfulló con nerviosismo, y recordó que tenía el pasaje en sus manos. Aquellos ojos verdosos la recorrieron de pies a cabeza, se detuvieron por unos segundos en la mochila y luego en el papel en sus manos. Tragó pesadamente, era como si también le costase hablar.

"¿Qué haces acá?" volvió a consultar con mayor confusión, no había ninguna lógica que ella estuviese en el aeropuerto a esa hora.

Lilly buscó indicios de sus entrenadores cerca, pero no vio a ninguno de ellos por el lugar. Suspiró, parecía que había llegado el momento de afrontar la verdad y contarle sus planes, que todo aquello había llegado a su fin y que seguramente no volverían a verse, esa mera idea hizo que su corazón se estrujara. Se envalentonó y acortó la distancia, tomó su mano con firmeza y lo llevó a un área menos concurrida a un costado del aeropuerto. Yuri, por primera vez de que lo conocía, no se quejó en ningún momento por lo que hacía, ni tampoco intentó zafarse, sólo dejó llevarse por aquella castaña.

Cuando creyó que estaban en el lugar correcto, y que no mucha gente prestaría atención a la conversación que tendrían, soltó su mano y volvió a tomar una distancia prudente del cuerpo del jovencito. No sabía cómo empezar, si darle vueltas al asunto o soltar la información directamente, tampoco si preguntarle cómo se encontraba, estaba demasiado confundida con habérselo pillado. Tomó una bocanada de aire, animándose internamente para hablar de una vez por todas, subió la mirada para encontrarse con aquellos ojos esmeralda, y le fue imposible no sonreírle, es que siempre lo hacía al verlo.

"Te vi en televisión." Inició encogiéndose de hombros, volvió a escapársele una sonrisa al recordar aquella hermosa presentación libre con su canción acompañándolo. "Ambos días, fue realmente extraordinario verte competir, en serio eres increíble en eso."

"¿Cómo te has sentido?" preguntó desde la nada, si bien sabía que había escuchado lo que acababa de decirle, a ratos sus ojos se desviaban a su mano con yeso.

"Además te veías muy guapo, debo admitirlo." Continuó ignorando su pregunta, sentía el calor en sus mejillas al decir aquello, era como si ambos intentasen decir su parte de la historia sin replicar a lo del otro día. Torció el gesto al caer en cuenta de eso, no estaba afrontando la realidad y si era necesario era capaz de darle vueltas al asunto por horas. "me gustó mucho lo que vi en televisión..."

"¿Qué...te pasa?" consultó preocupado, la jovencita fue disminuyendo su tono de voz ensimismándose en sus pensamientos. Por breves segundos creyó que iba a romper en llanto, pero no lo hizo, sino que volvió a mirarlo con mayor confianza.

"Debo decirte algo." Largó finalmente, dio un paso hacia delante aún con el papel en sus manos, lo leyó confirmando todo lo que había hecho desde que pisó el aeropuerto y luego lo observó a él, expectante. "Me voy este domingo, vine a confirmar el pasaje."

"¿Qué dices?" preguntó como si hubiese escuchado mal, sus ojos se abrieron en sorpresa cuando escuchó sus palabras y luego su ceño se frunció intentando procesar la noticia. Se encogió de hombros, nerviosa, y le tendió el pasaje para que lo leyese con sus propios ojos. Lo tomó entre sus manos y con rapidez confirmó lo que la jovencita le contaba. Lilly partía a Osaka el domingo durante la noche.

"Ya pasaron los dos meses que nos permitieron ausentarlos, debo volver a rendir exámenes libres y colocarme al día con el resto del trimestre." Prosiguió jugueteando intranquila con sus dedos, no le dolía moverlos por suerte y eso le daba gusto y alivio después de todo. "Alcanzaré a ver la copa Rostelecom, pero estoy segura que llegarás a la final." Volvió a decir obligándose a curvar los labios, pero en esta ocasión era mucho más difícil. La noticia los había dejado a los dos en un ambiente extremadamente incómodo, no sabía si él se encontraba enojado o sorprendido de lo que le había dicho.