Don't you dare (Yuri Plisetsky)

Capítulo 5: Working together

Aquel año Lilly se lo había tomado con mayor relajo ya que tras ingresar a varias competencias entre abril y septiembre, con Haruki habían pedido la rendición de exámenes libres por poco más de dos meses para descansar y practicar para su ingreso universitario. El director de la institución se lo había concedido, sus logros hacían de la escuela un lugar de renombre, por lo que su compromiso había rendido frutos para ambos escolares. La castaña había decidido quedarse en Rusia por dos meses con sus abuelos, mientras que Haruki había ido a New York a un campamento musical. Finalmente, en diciembre ambos regresarían a rendir los exámenes del segundo trimestre, y se enfocarían en el poco tiempo que quedaba antes de ir a rendir su última prueba de ingreso en febrero.  

Ahora estaba allí, trotando por una carretera Rusa siguiendo a un chiquillo rubio en su entrenamiento. Por suerte lograba seguirle el paso, pero en varias ocasiones se iba quedando atrás intentando recuperar el aliento, ella no era deportista, sino que lo suyo era la música, y en esos momentos se notaba. Yuri se burlaba de ella sin compasión por el mero gusto de hacerla enojar, pero lo lograba, ella se molestaba e intentaba aumentar el ritmo para alcanzarlo.

Tras trotar por 8 kilómetros, Lilly se lanzó al piso boca arriba intentando recuperar el aliento, la luz le molestaba por lo que mantuvo los ojos cerrados. No escuchaba a su compañero por ninguna parte, por lo que creía que se le había adelantado. Estaba exhausta, y lo peor es que no eran siquiera medio día. No recordaba en qué momento, tras la conversación del día de ayer en el café, había aceptado ir con él en ese entrenamiento matutino. Quizás había sido la atmósfera del momento que había desactivado su mente por unos minutos y cedido ante los indudables encantos del pequeño punk.

"¿Qué haces?" consultó la indiscutible gruñona voz del chiquillo haciéndole sombra. Lilly abrió los ojos lentamente, la luz hacía un contraste mágico con él, pero esta vez no se dejó llevar por ese revoltijo en el estómago que le hacía su indudable encanto.

"Respirar" replicó con obviedad, intentaba regular su respiración, pero le costaba terriblemente. Se sentó cruzando los pies y él se acuclilló a su lado, le quitó el botellón de agua y bebió un gran trago. "me debes... una grande por esta..."

"No te obligué a que vinieras conmigo" contradijo ignorando su mirada, a lo que Lilly bufó con resentimiento, quizás tenía razón, pero él la había invitado a venir.

"No te obligué a que vinieras conmigo" lo imitó volviendo a beber un gran trago de agua, lo fulminó con la mirada, mientras que el rubio estaba haciendo estiramientos. "No me obligaste, pero me preguntaste si te acompañaba, lo que es técnicamente lo mismo."

"¡No lo es!" reaccionó rápidamente enojándose por cómo estaba tergiversando la situación, Lilly rió por ello, lo estaba haciendo a propósito sólo para verlo enojar, era su turno ahora. Se logró volver a poner de pie, le desordenó el cabello con diversión y se puso a trotar nuevamente. Él le gritó algo, pero no lo escuchó, ya que estaba corriendo con todas las energías que le quedaban para no dejarse alcanzar.

Una vez que llegaron de vuelta al centro de la ciudad enfilaron directamente a la pista, Yuri fue a cambiarse para iniciar la práctica que tenía con Yakov, mientras que ella fue a darse una ducha a los vestidores para sacarse el sudor impregnado en su piel. Técnicamente no tenía más que hacer, pero quería seguir presenciando las prácticas de Yuri para entender más el deporte. Cuando iba saliendo de la ducha envuelta por una toalla, alguien se le paró frente a su cuerpo, un poco sobresaltada porque había pensado que estaba sola allí, subió la vista para encontrarse con una chiquilla pelirroja.

"Mila" murmuró bajando la vista, le incomodaba la cercanía y la intensidad de sus ojos azulinos.

"Justo la chica que quería encontrarme" pronunció con alegría queriendo abrazarla, pero se escabulló debajo de sus brazos para acercarse hasta su bolso donde tenía su muda. "No seas así, técnicamente ahora trabajamos todos juntos, como una familia."