Capítulo 7: Awkward

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Capítulo 7: Awkward

No hubieron mensajes, llamadas, ni encuentros sorpresivos, absolutamente nada por parte de ambos. Los dos demasiado orgullosos para dar el brazo a torcer, ambos demasiado tercos para admitir sus propios errores. Yuri siguió practicando bajo el mando de Lilia, mientras ella llegó a su casa para encerrarse a repasar las notas que tenía impresas.

No entendía a qué se debía que uno de los violinistas más aclamados quisiese que ella interpretara Ágape, no venía al caso que tuviese que aprenderse aquel hermoso tema, su misión había sido componer para Yuri. Le frustraba, le frustraba terriblemente pensar en todas las críticas que le había dado el patinador, y mucho más que le gritaran el modo en que él lo había hecho. Sin duda alguna le hubiese gustado darle un golpe en el bonito rostro que tenía.

Varias horas más tarde, tras lograr regular su temperamento miró el reloj sabiendo que la sesión de ballet de Yuri había terminado hace mucho, así que con inseguridad tomó su teléfono y marcó el número de Lilia. Estaba algo nerviosa, la discusión había sido un espectáculo, pero tenía que hablar con la mujer. Se escucharon un par de tonos antes de que oyera el saludo en Ruso, sin hacerse esperar hizo lo mismo identificándose.

"Esperaba tu llamada." Dijeron desde el otro lado de la línea, Lilly tragó saliva pesadamente sin saber qué tan evidente era aquella acción.

"Necesito que me des el contacto de Vengerov" sentenció sin detenerse a pensar mucho más en lo que la mujer le había dicho, estaba yendo directo al grano, incluso le parecía algo ruda su propia actitud. "Es para..."

"Lo sé." La cortó a mitad de frase, logró oír por detrás de su estricta voz al patinador preguntándose con quién hablaba, pero Lilia lo ignoró sin mencionar su nombre. "Anótalo y búscalo en skype."

Estuvo dándole vueltas a la información que había obtenido por casi toda la noche, era un atrevimiento de su parte haber pedido su número, mucho más agregarlo a una aplicación para hablar con él. Sin embargo, se le vinieron a la mente sus propios pensamientos, Haru estaba perfeccionándose en New York, aprovechando las oportunidades para ser mucho mejor, mientras que ella estaba allí dubitativa en algo tan simple como apretar un clic en la computadora. Se enrabió consigo misma, admitía que había sido su culpa haber perdido el oro en California, que su falta de profesionalismo los habían hecho perder por milésimas, lo tenía más que claro.

Dándose unas palmaditas en las mejillas para aterrizar en tierra y con la promesa que le había hecho al chiquillo de ojos miel y sonrisa humilde, su mejor amigo, abrió la laptop ingresando a la mencionada aplicación. El contacto más frecuente era él, Haruki, con quien siempre tenía largas conversaciones y habían pasado horas corrigiéndose por la cámara cuando no podían ensayar en la escuela. Apenas ingresó el número que había obtenido, una imagen en miniatura del violinista apareció en la búsqueda, cliqueó el contacto y lo agregó. No pasaron muchos minutos cuando le llegó una notificación que de la había aceptado.

El hombre, a diferencia de cómo lo conocía en las competencias en que estaba presente, era mucho más sonriente de lo que recordaba. Estaba nerviosa, sus manos no paraban de moverse por la pantalla durante la conversación con el violinista, nunca antes había tenido la oportunidad de hablar directamente con un afamado artista. Él inmediatamente quiso saber sobre la vida de la chiquilla, desde qué edad había comenzado a estudiar violín, a qué escuelas había asistido, y a cuántas competencias había ingresado entre un sin número de preguntas que el hombre le hizo para interiorizarse. Antes de que pusiese a leer las correcciones que había hecho al tema de Yuri, saltó con una pregunta que la tenía guardada desde que lo saludó.

Don't you dare  (Yuri Plisetsky)Where stories live. Discover now