17 - Pequeña.

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Pretendían que me casase con Melieni. Esto no podía estar pasándome a mí. ¿Qué haría ahora? No quería tener un marido, alguien que me tuviese en su sombra a merced de sus órdenes y demandas. Además casi no conocía a Oniel Melieni, hijo del conde Melieni, señor de unas islas. A parte de eso solo sabía que lo había detestado desde que lo vi por primera vez, sin embargo cada vez que nuestras pieles entraban en contacto, por más minúsculo que éste fuese, anhelabapor más.

Era agotador estar cerca de él para mí, ya que nunca sabía cómo reaccionaría a su cercanía. Si que era cierto que las últimas veces ya no había sentido tal odio hacia su persona. No obstante seguía sin querer casarme con él.

Unos golpes sonaron en mi puerta. Llevaba cerca de dos días encerrada en mi habitación sin querer ver a nadie, sobre todo a Peter. Maldito tonto, ¿Cómo pretendía que me desposará con él? Solo de pensarlo me estremecía, era como mi hermano.

― ¡No quiero ver a nadie! ―Grité a la persona del otro lado de la puerta.

―Pero, Leni, soy yo, Bela... ―Al ver que seguía en silencio volvió a hablar. ―Vengo a pedirte disculpas, Peter me lo ha contado todo.

―Pasa.

Entró y se sentó a mi lado en el pequeño sofá. Cogió mi mano y la apretó con suavidad. Levanté la mirada hacia la suya y vislumbré el arrepentimiento en sus ojos verde esmeralda.

―Lamento mucho haberte tratado tan mal el otro día... estaba muy dolida y lo pagué contigo. ―Agachó la cabeza avergonzada. ―Peter me contó que se casaría contigo la noche de tu celebración y creí que me moría.

―Bela... debiste de contármelo en cuanto te enteraste.

―Pensé que ya estabas al corriente. ―Replicó.

―Lo supe poco después, cuando el conde me llamó a su despacho. Una criada cotilla nos debió de ver a Melieni y a mí cuando él me besó en el corredor. Ella fue con el cuento al conde. ―Suspiré. ―Peter es tan... Peter, que se ofreció a casarse conmigo para salvar mi reputación.

―Te harán desposarte con el señor Melieni me ha contado Peter.

―Sí...

En cuanto la palabra salió de mis labios sentí como el corazón se me encogía en el pecho y rompí a llorar. La impotencia de la situación había podido conmigo, hasta ese momento no había derramado ni una sola lágrima.

―Leni, no llores.

Acto seguido, Bela me arropó ente sus brazos intentando darme fuerzas. No sabía cuánto tiempo pasó hasta que nos separamos, sin embargo me sentía un poco más alegre tras aclarar las cosas con ella.

―Casi no le conozco, Bela y tengo sentimientos tan contradictorios desde que lo vi

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―Casi no le conozco, Bela y tengo sentimientos tan contradictorios desde que lo vi...

― ¿El odio persiste en tu interior? ―Cuestionó.

La Dama Caos. (Dioses Y Guardianas 3)Where stories live. Discover now