—Jungkook no vendrá, ¿cierto?... — su palabras fueron balbuceos entrecortados, su llanto le impidió tomar aire, su pecho tenía una presión desagradable. Sentía algo como una grieta en el alma, algo como una traición que siempre aceptó.

—Yo, creo que no... — Taehyung confesó, dejando entonces su tarea y sentándose en la cama junto a Jimin recostado, bastante inseguro acerca de lo qué hacer. Él no esperaba que le dejaran al niño del corazón roto en la historia, mucho menos si ese niño se miraba tan feliz y vivo, cuando en realidad de pura y fina porcelana estaba hecho.

Jimin se levantó y entre movimientos torpes se arrastró sobre la cama hasta recostarse en las almohadas, Taehyung lo observó atento, y esperó algo más, pero el rubio sólo se abrazó a las cobijas, encogiendo sus piernas y sorbiendo la nariz entre sollozos. 

—Q-que bueno, porque... él siempre me quita la cobija... — Y Taehyung no supo qué era más falso, si sus palabras o su sonrisa.

Herido de una forma que no logró entender, porque aquel no era su problema, ese niño no era su amigo, y esa no era su ilusión rota. Sin embargo, él no quería dejar a Jimin allí, en medio de donde no recibiría nada más que dolor, y esa clase a situaciones, en las que no eres requerido y te sientes inútil. Si había algo que él pudiese hacer, entonces lo haría, porque también quería que Yoongi estuviese feliz, mas no a costa de alguien más de esa forma.

Sin palabras adecuadas, lo único que atinó a hacer, fue a quitarle la cobija a Jimin entre jalones y pequeñas quejas del menor. La extendió, cubriéndolo con ella por completo, bajo la curiosa y confundida mirada del rubio, que había interrumpido su llanto sólo para ponerle un poco de atención al castaño que se estaba haciendo cargo de él.

—Descansa, Jiminnie... — murmuró con voz suave, pensando que por el momento, la solución sería dormir. Ya después, encontrarían otra manera de hacer las cosas menos difíciles para Jimin. Le sonrió porque lo vio ideal al momento en el que Jimin lo miró detrás de sus lágrimas, lo hizo porque le gustaba pensar que podía contagiarle a las personas su sonrisa.

Taehyung pensó en esperar a que Jimin se durmiera para así irse sin sentirse tan preocupado, pero no contó con que él terminaría durmiéndose primero, arrullado por los sollozos de Jimin, que poco a poco se fueron convirtiendo en suspiros soñolientos.

A la mañana siguiente, Jimin fue quien despertó primero. Lo hizo porque la luz del sol lo perturbó increíblemente, y además, el cuerpo de alguien lo empujaba casi hasta caer de la desordenada cama. Se quejó, y al removerse y sentarse miró a Taehyung dormido, con la ropa mal colocada y el cabello desordenado. Se sintió apenado y sorprendido al mismo tiempo, observando la serena expresión en el rostro delicado y varonil de Taehyung a su lado.

Suspiró, sintiéndose cansado y con su cabeza punzando de dolor. Recordó lo que había pasado la noche anterior, y la vergüenza lo alcanzó, además de una triste resignación, esa que antes lo había hecho llorar como un niño pequeño siendo regañado, Taehyung tenía la razón, Jungkook no regresó esa noche.

Su cuerpo le ordenó correr en dirección al baño fuera de la habitación cuando su estómago amenazó con hacerlo devolver la última comida que tuvo, decidió que tomaría un baño y se desprendería por un momento de todo su malestar, Jungkook no estaba, y así él también podría respirar tranquilamente, como inconscientemente no podía hacerlo cuando estaba con él.

Cuando terminó y salió bañado y un poco más reparado, su instinto le hizo hacer lo de siempre. Jungkook no estaba, y no lo estaría más, así que él tenía que aceptarlo, y entonces, continuar como siempre. Fue hasta la sala del departamento, encendió el televisor en las noticias, abrió las cortinas y la luz del sol se propagó por el lugar con rapidez, y finalmente, preparó café, ésta vez para Taehyung. 

Con la taza de café caliente en manos, justo a lado de su corazón maltratado, caminó hasta la habitación y se encontró con Taehyung recién despertado, sus ojos expresivos mirándolo curioso y sus movimientos lentos peinando su cabello, lo hicieron sonreír amablemente, y ofrecerle la taza de café con una reverencia de agradecimiento.

—Gracias por cuidar de mi, Taehyung, toma el café que preparé para ti — Y Taehyung sonrió, aceptando entre sus manos la taza de café humeante, totalmente seguro de que esa sonrisa y esas palabras, eran sinceras esta vez.



+ spin-off vmin sólo porque jimin es un ángel y lo amo mucho (sensible estoy disculpenme)

- pensé en hacer los siguientes capítulos más cortos y lentos, todo relajado, porque ya esta llegando a su fin, creo

+ no si habrán mirado que publiqué en mi tablero acerca de un grupo en whatsapp de yk shippers que se organizó hace poco,  algunos ya están jeje hoLAA y pues si a alguien le interesa, están invitadas ya saben predicamos sanamente el yoonkook son bienvenidos<3 (informes y todo con //JEONCIDIO y //stillmin gracias por su atención)

- gracias por leer 💕 en breve hay otro~

crecer  ❨ kookgi ❩Where stories live. Discover now