Capitulo 2: El balcón

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Cuando entre  a mi casa, por primera vez después de mucho tiempo pude sonreír. Sonreír de verdad, sin tener que aparentar felicidad.

Subí a mi habitación, al parecer mis padres aun seguían en la casa de los nuevos vecinos.

Cuando llegue a mi habitación, me tire en la cama y suspiré, pero de felicidad, ese chico que recién conocía me hacía sentir muy bien.

Antes del accidente, Lily y yo nos divertíamos al máximo, la pasábamos de fiesta en fiesta, y varias veces me había acostado  con chicos en las fiestas, pero los recuerdos de eso eran vagos ya que estaba demasiado ebria para recordarlo todo. Mis notas en la escuela no eran para nada buenas, solo había pasado de año, por un milagro como lo decía mi madre. Jamás había sido una chica obediente, por lo que la relación con mis padres era bastante mala.

Luego del accidente todo cambio, me había prometido no hacer más esa vida, porque si no hubiéramos estado tan ebrias, jamás hubiera pasado lo que nos pasó y Lily estaría conmigo.

Me levante de la cama  y me puse un pijama rosa con pequeños corazones negros. Abrí la ventana  y decidí sentarme en mi balcón un rato.  Al mirar al balcón de enfrente, pude ver que estaba abierto. Las luces de mi habitación estaban apagadas, asi que decidí quedarme mirando quien iba a dormir en era habitación.

Al parecer nadie iba a entrar. Ya estaba por entrar a mi habitación, cuando vi que alguien entro a la habitación de enfrente. Era Luke, al parecer le había tocado era habitación, pero todo seguía igual que cuando Lily estaba allí. Lo que era lógico porque recién hoy habían llegado y no habrían tenido tiempo de ordenar.

Antes de poder hacer algo, Luke ya estaba en el balcón.

-¿Acaso me estabas espiando?-  el dijo con una sonrisa pícara.

-Yo… lo… lo siento, de verdad no era mi intención, es que vengo aquí todas las noches… esta es mi habitación- dije señalando hacia atrás mío.

-Solo era una broma Mandy, no tienes porque ponerte nerviosa-

-¿y esa es la tuya?-

-Al parecer si, pero veras, el rosa no es mi color- la habitación de Lily era rosa y negro, pero el rosa dominaba.

Ambos reímos.

El se sentó en la orilla del balcón y yo estaba en la orilla del mío.

-Asi que…- comenzó Luke -¿Tienes novio?-

Yo no dudé en contestar, no era algo de lo que tuviera dudas –No ¿y tú?-

-Pues novio no-

-que gracioso Luke-

Ambos reímos –Y novia tampoco- me contestó al final.

-mmm ¿y cuántos corazones rompiste en Los Ángeles?- bromee.

-Puede ser que unos cuantos… Veras, yo era muy distinto hace un tiempo, jugaba con los sentimientos de las chicas, me divertía mucho, me dieron problemas en el colegio y con mis padres… -

-Wow, y yo solo estaba bromeando…-

-oh- dijo avergonzado.

-No tienes por qué avergonzarte, digamos que yo tampoco era una santa…-

-Cuéntame-

-Bueno, después del accidente, me prometí a mi misma que iba a cambiar-

-Eso es genial, empezaremos de cero los dos juntos-  Luke acercó sus manos a las mías que estaban apoyadas en el barandal del balcón y comenzó a acariciarlas.

Me sentí nerviosa y empecé a sonrojarme, menos mal que estaba todo en penumbras y no podía verme.

Un ruido en la puerta principal de la casa de Luke hizo que sacara mis manos de las de él. Al parecer mis padres se volvían a mi casa.

-Yo debería ir adentro- dije nerviosa aún.

-Está bien, nos vemos mañana Mandy-

-Descansa-

-Tú también- antes de meterse dentro de su habitación me guiño un ojo.

Bajé las escaleras, y mis padres estaban preparando la cena.

-Mandy ¿Te encuentras bien?-

-Si papa, no te preocupes.-

-Cariño, Luke dijo que saldrían mañana- mi mamá habló con una enorme sonrisa.

-Si, le mostraré un poco la ciudad-

-Estoy tan feliz por ti, al fin vas a salir de esta casa, te hace mucha falta Amanda- Si, mi mama casi siempre me llamaba Amanda, ella había elegido el nombre y le encantaba. –Y además Luke es un joven muy guapo y también parece muy amable-

-Aja- yo solo asentí ante el comentario de mi madre, porque sabía que si seguía con la charla, iba a comenzar nuevamente, con lo de que ya tenía edad para tener novio. No  lograba entender porque era tan importante que yo tuviera un novio, tal vez era por el hecho de que ella comenzó a salir con mi padre en su primer año en la preparatoria, en cambio yo, que estaba a punto de comenzar mi tercer año, jamás presentado un novio. No era porque no tuviera pretendiente, que en realidad si los tenía, sino porque no me interesaba tener una relación que no fuera con mi amiga, las fiestas, y el alcohol.

On my wayWhere stories live. Discover now