d i e c i s i e t e

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Bueno, para resumir el cuento, un día estábamos todos muy aburridos planificando qué hacer el fin de semana, llovieron ideas desde pijamadas hasta cine, pero fue Yixing quien, en un ataque de lucidez o qué sé yo, propuso visitar la Casa de los Encantos de la colina de Maepong porque nunca había ido y añadió que «Sería interesante ir, dicen que suceden cosas misteriosas» Soojung como amante de los cosmos, del misterio y de Yixing aceptó gustosa a la idea y fue cuestión de tiempo antes de que todos se anotaran, incluyendo Tao y Taemin.

La Casa de los Encantos tenía su buena leyenda de siglos, puesta allí desde la eras de IU y Lee Jun Ki, la sinopsis del lugar decía que era la morada de una antigua bruja que realizaba todo tipo de uniones y además, veía el futuro, era una bruja buena pero que de igual forma fue cazada y posteriormente quemada en el jardín de la casa. Desde entonces el lugar se volvió un museo para los valientes porque según los sobrevivientes, se escuchaban voces, y se corría el rumor de que la tipa salía preguntando cosas y asustando a los pobres incautos.

Yixing decía que era cierto, que podía creer tanto en los cosmos como en las manifestaciones espectrales, pero Pinky apostó a que era un truco comercial y como cada vez que Pinky apostaba tenía razón, no me quise meter en problemas. De todas formas, ya estábamos aquí, e íbamos a disfrutar del recorrido.

—Hola, bienvenidos sean todos y todas al recorrido de La Casa de los Encantos —se presentó una chica alta, de gafas y coleta—. Yo soy Gah Bee y les guiaré todo este rato. Veo que hoy tenemos casa llena.

—Descuentos para estudiantes, le llaman —dijo Jongdae, y Minseok le golpeó en el estómago por entrometido.

La mujer no mostró más que una sonrisa, y con un «Comencemos» dio por iniciado el recorrido a pies a esas instalaciones que a duras penas conocían de bombilla y lámparas, casi estaba todo oscuro, «Para mantener el ambiente» había dicho Kris, pero Jongdae dijo que podía ser más ahorro de presupuesto, menos luz y más telas de arañas y polvo, con algo había que pagarle a las arañas para su producción. Con un «Shuuuu» (y un golpe de parte de Minseok) mandamos a callar a Jongdae.

—La Casa de los Encantos recibe su nombre por las memorias de aquellos valientes que han pasado por sus pasillos, que han vivido su experiencia —comenzó Gah Bee, señalando una placa dorada en el pasillo hacia el salón principal—. Las voces que susurran, las cadenas que se arrastran, los gritos de las personas que dieron caza y muerte a nuestra Sacerdotisa Mirae.

—Hoy en día todas esas cosas se pueden hacen con el equipo de sonido...

—¡Yah, Jongdae!

Minseok nuevamente golpeó a su intrépido novio y los demás nos echamos a reír, de hecho, no sería Jongdae si fuera de otra forma.

—No d-deberías ser tan..., escéptico Jongdae hyung... —siseó Taemin, escondido detrás de las faldas chinas de Tao.

—Nuestro Taeminnie está asustado, ven conmigo bebé —Justo cuando le extendí mis brazos a bebé Taemin, Jongin se puso en medio del camino y me abrazó y luego le sacó la lengua a Taemin—. Lo siento Tae, olvidé que estoy casado.

—Tranquilo, hyung —susurró el pobre, con voz de regañado.

—Como.Les.Decía —dijo la tipa Gah Bee, la que se me había olvidado que estaba allí—. El primer lugar del recorrido es la sala de estar, lugar donde fue recibida la mitad de las personas que dieron caza a Mirae.

—¡Traidores! —gritó Luhan, se me había olvidado este chino, tanta gente, pocas palabras, capítulo diecisiete. Hago magia. De paso, es en este momento donde digo que Sehun le sujetó de los brazos para que se calmara, no más pa que sepan que el también vino.

Razones Por Las Que En Serio Te Amo → KaiSoo/Top!SooWhere stories live. Discover now