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Creo que una de las tantas partes positivas de entrar a One Direction, es que gracias a la banda logré ganar cuatro mejores amigos, otros cuatro hermanos en los que podía confiar ciegamente sin importar lo que sucediera. Louis, Zayn, Liam y Harry, eran los chicos a los que podía contarle mis secretos, conversar o simplemente pasar el rato sin remordimiento alguno. Eran parte de mi familia, y en tres años nos acercamos de una manera tan fuerte que realmente ya no podía imaginar mi vida sin ellos.

En fin, tenía un tema pendiente del que conversar, y para eso había buscado particularmente a Harold, básicamente porque lo sentía como mi igual en una situación como esta. En cierto modo, me había sentido intimidado por la idea de que Liam, Zayn o Louis -los más "expertos" en relaciones estables- podrían haberme juzgado o algo así. Un pensamiento tonto, absolutamente irracional. De todos modos, acudiendo a mis instintos, pocos días después de haber regresado a Londres, junto con Styles decidimos ir a jugar golf y aprovechar de ponernos al día con esto y aquello. La perfecta ocasión para hablar de mi pequeño drama.

-¡Hoyo en uno! -gritaba Harry, energéticamente, obligando a que un par de personas que pasaban se voltearan a observarlo.

Rodé mis ojos, y contrariamente, esbocé una sonrisa. El castaño me estaba aniquilando, y obviamente su competitiva personalidad se encargaba de sacármelo en cara cada vez que podía, mas él podía hacer que incluso la derrota fuese divertida.

-¿Quién diría que algo que se ve tan aburrido puede ser tan divertido? -se burlaba mientras caminábamos. Poco a poco nos acercábamos hacia donde correspondía jugar por el siguiente hoyo y retomamos el juego.

Me pasé una mano por mis cabellos rubios, ignorando sus comentarios, reflexionando si tal vez había llegado el momento de hablar o no. Ciertamente, no había estado muy concentrado en lo que era nuestra pequeña competencia, por eso mismo era que tampoco me importaba demasiado ganarle a Harry.

-Harry... -murmuré, al tiempo en que me preparaba para darle el siguiente golpe a la pelotita blanca-. Hay algo de lo que quisiera hablar contigo -moví el palo de golf distraídamente, como tratando de buscar el ángulo perfecto para lograr mi cometido.

-¿Qué ocurre? -preguntó, frunciendo el ceño, evidentemente preocupado. Le dediqué una tímida sonrisa, agradecido de contar con él.

-Es sobre Eloise... -solté finalmente, olvidándome de todo el asunto del golf. Como acto reflejo, recibí una mirada de ojos verdes que me incitaba a seguir hablando-. No sé si debo seguir con ella.

-¿Qué dices?, ¿Por qué? -sabía perfectamente que no se lo podía creer, es más, apostaba porque nadie que me conociera a mí y a mi novia podría habérselo creído.

Recuerdo bien que el día en que le presenté Eloise a los chicos, esa tarde no hice más que recibir buenos comentarios. "Hermano, es perfecta para ti", esa había sido la frase que cada uno de mis amigos me había dicho. Incluso, me sentía capaz de afirmar que la castaña me había hecho más feliz que cualquier otra chica con la que hubiese salido antes. Y realmente quise que fuese algo que durara para siempre... No sé, algo tan épico como lo de Zayn y Perrie, como lo de Eleanor y Louis... Pero no se pudo. Sencillamente no se pudo. Pronto apareció Aly... Y fue con Aly que todo empezó a irse a la mierda.

No, tampoco es como si de repente empezáramos a pelear o a odiarnos. En lo absoluto, no teníamos problemas, excepto el pequeño detalle de que ya no me sentía enamorado de ella. Y joder, la sensación no era agradable, y me parecía cada día más difícil lidiar con ella. Es como cuando observas a una chica y sonríes por inercia, pero luego observas a otra y sientes que se te detiene el corazón, que el mundo deja de girar y que el aire que llega a tus pulmones no es suficiente. No puedes comparar a una chica agradable, frente a una con la que conectas como nadie.

-Mira... Es que... -entonces fue que me vino la culpa. Verbalizar mis acciones era doloroso, casi humillante. ¿Cómo se suponía que se confesara algo así?- A la mierda... Besé a Alyssa.

Un incómodo silencio se produjo entre nosotros. Styles frunció el ceño y se dispuso a hablar.

-Pero, Niall, un beso es solo... -Harry no alcanzó a terminar la frase, pues lo tuve que interrumpir de inmediato.

-Harold... Besé a Alyssa -repetí, remarcando con su tono de voz el nombre de mi amiga-. No es como besar a una desconocida en un pub estando medio borracho.

-Ya veo... -asintió, comprendiendo mi punto-. En ese caso... ¿Te gusta?, ¿Te arrepientes?... -y sin contenerse agregó-: Mierda, Niall... ¿Estás seguro de que solo fue un beso?

-¡Claro que solo fue un beso! -exclamé, ofendido- Y no, no me arrepiento. No puedo arrepentirme porque... Porque me encanta Alyssa -solté, descargando ese peso de mis hombros. Me sentía jodidamente aliviado.

-¿Te gusta? -repitió, extrañado.

-Sí, Harry, me gusta... Me fascina, es... Es única.

Él suspiró, resignándose.

-Si el problema es Eloise, debes apartarla de esto -advirtió-. Nada más me gustaría saber si estás convencido de dejarla por Alyssa. No es una apuesta segura, ¿Sabes?

-¿A qué te refieres?

-Si mal no recuerdo, Alyssa tiene novio -tenía razón. No obstante, contaba con la esperanza de que eso acabara pronto. Además, si ella me había correspondido al beso, quería suponer que eso significaba que tenía alguna oportunidad con ella o algo así.

-Su novio es un idiota, créeme que no será una verdadera amenaza -expliqué, con una desconocida autosuficiencia en mí. No eran propios de mí los aires de altanería, a menos de que se tratara de Brad. Mierda, odiaba a ese tipo-. Creo que tengo que acabar las cosas con Eli... E ir con calma respecto a Alyssa.

-Hagas lo que hagas, me tienes aquí para apoyarte -me sonrió-. Espero que no sea por un pequeño capricho que termines quedándote sin ninguna de las dos.

-No es un capricho, te lo aseguro -verdaderamente no lo era, podía presentirlo.

-Espero que así sea... -supe que no estaba del todo convencido, de todas formas agradecí sus palabras-. Ahora lanza esa maldita pelota para que pueda seguir destruyéndote, Horan.

-Ya quisieras... -ironicé, sabiendo que tenía razón.

Little Things » Niall HoranWhere stories live. Discover now