V. Blackout

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Nota de la Autora: Me tardé, oh lo sé, lo sé... Pero aquí está. Muchas gracias por todos los votos y comentarios, ahora los responderé todos, todos ♡ son lo mejor realmente agradezco mucho que sigan esta historia. En fin, disfruten el capítulo, al costado les dejo a la preciosa Nina Dobrev, y la perfecta Eloise en mi cabeza. Espero que les guste el capítulo, sigan votando y comentando :)

***

Apreté los párpados fuertemente, molesta por el sonido de la maldita alarma que tenía programada diariamente para iniciar mis rutinarias mañanas. Gruñí y me revolví entre las sábanas, negándome a levantarme, sin presencia de entusiasmo alguno que acudiera a animarme para empezar mi día. Muy por el contrario, mis únicos deseos eran quedarme en mi cama durmiendo, siendo abrazada por los fuertes brazos de Bradley. Estaba cansada y en realidad no sabía ni siquiera porqué, mas esa era una sensación con la que convivía constantemente. Mentalmente, comencé a enumerar la lista de cosas que debía hacer y fue entonces que me resigné a ponerme de pie, envidiando completamente a Brad que continuaba durmiendo plácidamente. Y es que por más que quisiera quedarme a hacerle compañía, estaba muy consciente de que no podía faltar al gimnasio, mucho menos ese día que se suponía que me vería con Niall durante la tarde.

Desganada, me dirigí a la ducha y abrí la llave del agua fría, esperando que el impacto de las gotas heladas en mi cuerpo consiguiera desaturdirme. Desafortunadamente, lo único que logré con eso fue soltar un chillido y salir prácticamente congelada de la estúpida ducha. Rápidamente me sequé, cogí mis calzas negras de gimnasia junto con una polera deportiva rosada de Adidas, amarré mis cabellos rubios en una cola de caballo y salí del baño. Cuando me hallé nuevamente en nuestro cuarto, me extrañé de no encontrarme con mi novio, sin poder evitar preguntarme si acaso se había caído de la cama al haber sido capaz de despertarse a las nueve de la mañana.

Cogí mi bolso y me encaminé en su búsqueda, encontrándomelo en la cocina. Cuando sus ojos oscuros se posaron en mi figura, me dedicó una dulce sonrisa. Me fijé que mantenía entre sus manos dos tazas humeantes, me ofreció una de estas y le devolví la sonrisa al ver que se trataba de mi infaltable té verde.

– Buenos días, preciosa.– Me saludó con su voz profunda, depositando un beso en mi mejilla. Tenía el cabello desordenado y solamente vestía la parte de inferior de su pijama, luciendo así sus abdominales y unos cuantos tatuajes que decoraban su torso.– ¿Qué vas a hacer hoy?– Preguntaba tiernamente, guardando el tarro de café en la alacena, la cual estaba casi vacía. En nuestro departamento no había comida, aunque sí teníamos los elementos "indispensables" y propios de cualquier cocina, como lo eran las ollas, platos, tazas, cubiertos y vasos. Si alguna vez llegaba a haber comida, era nada más la que llegaba por delivery, puesto que ni mi novio ni yo cocinábamos.

– Ahm... Ayer me encontré con un... Amigo de Irlanda...- ¿Podía realmente considerar a Nialler como un amigo? No, pero tampoco pretendía perder tiempo explicándole toda la historia a Brad.– Así que quedamos de ir a tomarnos un café o algo así durante la tarde.– Expliqué encogiéndome de hombros, para luego llevarme la taza de té hacia mis labios.

– ¿Café?– Repitió, como si le causara gracia.– Tú no bebes café, nena.– Comentó él con absoluta despreocupación, esbozando una torpe sonrisa.– Y creí que no querrías saber de nada ni de nadie que te recordara Irlanda.– No existían celos en su voz, nada más había un deje de extrañeza. Y cómo no iba a haberlo, si sabía exactamente lo que estaba pasando por su mente, pues yo estaba pensando precisamente lo mismo; es decir, que yo estaba actuando como si todas las cosas que le había dicho cuando lo conocí hubiesen sido olvidadas y contradichas por mí misma en dos segundos.

– Lo sé, lo sé...- Admití, fastidiada, no con él, sino que conmigo.– Solamente que este chico es una especie de... ¿Excepción? Sí, esa es la palabra.– Asentí para mí misma, antes de darle un sorbo a mi té.– ¿Recuerdas cuando te hablé de un tal "Niall"?– Pregunté tratando de refrescarle su olvidadiza memoria.

Little Things » Niall HoranWhere stories live. Discover now