III. Promises

58.6K 3.1K 174
                                    

Nota de la Autora: muchísimas gracias por sus comentarios y votos. Al costado pueden ver una foto de Alyssa y Bradley (Ashley Benson y Tyler Hoechlin), o al menos de cómo me los imaginé. Obviamente son libres de imaginarlos como lo deseen. Anyway, aquí les dejo el tercer capítulo, espero lo disfruten, sigan votando y comentando :).

***

Reencontrarme con Niall había sido de lo más inesperado, y a su vez, extraño. No podía dejar de pensar en que había sido una completa estúpida, pues de un principio supe que no debí haber entrado a ese lugar, algo me había dado un mal presentimiento respecto al local de comida rápida. Llámenle como quieran: intuición femenina o paranoia, de cualquier forma, el presentimiento había existido, y no solamente radicaba en que hubiese ido dispuesta a consumir un montón de calorías para mi horripilante cuerpo, sino en algo iba mucho más allá de eso. Y bueno, afortunadamente, las vueltas del destino fueron las principales protagonistas en encargarse de que, a pesar de haber tenido un minuto de debilidad yendo a comprar comida, terminara arrojándola en un basurero. No obstante, este bromista destino también consiguió que al salir de este sitio cargara sobre mis hombros con la promesa de volver a juntarme con Horan. No sabía como observar la situación... En pocas palabras, encontrarme con Niall me había librado de unas cientos de calorías, y así mismo me había obligado a comprometerme a verlo una vez más.

¿Resentimientos respecto hacia el rubio? No, definitivamente no, tras esos años ya no había nada, no habían sentimientos ni emociones hacia él. Es decir... Sí, por supuesto que en un principio estuve molesta, y es que me había herido bastante el enterarme de que mi supuesto mejor amigo de la vida se había estado burlando descaradamente de mí a mis espaldas. Sin embargo, tras reflexionarlo, llegaba a un solo resultado: ¿Qué más podía pedir? Todos lo hacían, él no sería la excepción. Todos lo hacían porque yo misma les había entregado motivos de sobra para hacerlo, finalmente, por muy difícil que fuese admitirlo, lo tenía totalmente merecido. En cierto modo, me sentía relativamente agradecida de haber tenido la oportunidad de escuchar esa conversación que mantuvo Amber con Nialler, pues desde aquel día mi vida había cambiado radicalmente. De acuerdo, no radicalmente, pero al menos había intentado hacerlo modificando mis hábitos alimenticios por otros mejores y más extremistas. Lamentablemente, era débil y mi cuerpo no parecía acompañarme con la dieta, porque por más que los números de la balanza fuesen y fuesen descendiendo, el espejo continuaba entregándome exactamente la misma imagen de la chica regordeta que había vivido en Irlanda. Era absurdo, patético y bizarro, aunque en mí era normal.

Caminaba en dirección al edificio en que vivía, sintiéndome ansiosa, refugiando mis pálidas manos en los bolsillos de mi abrigo negro, tratando de encontrar algo de calor, ese calor que en mi cuerpo parecía no existir. Nueva York no daba ni una sola miserable pausa a su maldito clima, el frío había invadido la ciudad y estaba ahí para quedarse con nosotros durante una buena temporada.

Aún con el rubio invadiendo mi cabeza, continuaba analizando la situación. Realmente no estaba sorprendida de su aspecto, ya que al verlo constantemente en revistas, anuncios y televisión, sabía que los años y la fama no habían hecho más que favorecerle estéticamente. Y siendo completamente honesta, él siempre me había parecido un tanto más guapo de lo normal, solo que jamás permití darle rienda suelta a mi atracción pues era la clase de chico que nunca podría tener a mi alcance, siempre estaría más allá, en mi mente, mis sueños probablemente. Porque una cosa era que fuese mi amigo y otra era que algún día pudiese fijarse en la gordita de la clase. ¿No? Además, en aquellos años había conservado una gran reputación en la escuela, una popularidad que cuidar, la misma que solía arriesgar bastante con el simple hecho de acercarse a hablarme, pero claro, tras años cuestionándome porqué se me había acercado, llegué a concluir que yo simplemente fui una acción de caridadYo había sido su acción de caridad. A fin de cuentas, los chicos como él están hechos para chicas como Eloise; guapas, delgadas, perfectas.

Little Things » Niall HoranWhere stories live. Discover now