32

1.4K 110 4
                                    


Los cuatro nos encontramos en un after de techno tomando un balde lleno de bebida blanca.

-¡Vamos a dar una vuelta! - grita Ivana cerca de mi oreja y me toma de la mano para caminar sin rumbo dentro del boliche dejando a los chicos.

Varios nos lanzan miradas, otros nos ofrecen tragos y algunos se atreven a tocarnos la cintura o el hombro. Sin darme cuenta, Ivana suelta mi mano para disponerse a bailar con un pibe y el amigo de este, se pone conmigo.

La música va en aumento y el chico que tengo enfrente emite sonrisas con cautela en mi dirección... Y para cuando me doy cuenta y giro sobre mí misma, presencio como Ivana arroja sus brazos por el cuello del pibe con el que estaba bailando y lo besa salvajemente.

-¿Seguimos? - aulla mi acompañante tomando mi mano pero me quedo inmutable en mi lugar.

¡Yo sabía que algo de ella que no me cerraba! Hacerle mal a Max... En parte, me siento como identificada porque yo le hacía o le hago lo mismo a Sam pero la diferencia es que él no formaba parte de mi pasado y yo volvía para dañarlo aún más.

Podemos echarle la responsabilidad a todo lo que bebimos de alcohol pero eso sería lo más repugnante para no hacerse cargo de los actos de uno mismo.

-¡Ivana! - profiero pero no creo que pueda escucharme con tanto barullo que hay. Ella prosigue a terminar el beso con ese chico y saca el celular para dárselo para agendar su número.

-¿Vamos? - inquiere a mi lado agarrando mi mano y llevándome hacia la barra de bebidas. No sé si me molesta el hecho de que le pone los cuernos a Max o el que hace como si nada hubiera pasado en este lapso.

-¿¡Qué fue eso!? - procedo a atacar nuevamente con preguntas. Aunque no me parece que sea el lugar correcto para armar un mísero quilombo pero me está picando la cabeza que se haga la indiferente.

-No digas nada... Lo que pasa acá y entre nosotras, así se queda - exclama y me guiña un ojo mientras chasquea la lengua.

Esa explicación hace que la sangre me hierva, mi expresión se ensombrece y lo único que hago es dar media vuelta para retirarme. Pero... No lo voy a dejar así, sí quizás puede que sea una metida y todo lo referente a eso pero bien que ella lo podría haber hecho enfrente de otra persona que no tuviera afecto por Max. Yo sé que cuando abra la boca va a ser como un golpe para él pero prefiero verlo sufrir sin a que sea con ella...

O bien, a mí me hubiera gustado que en una situación así alguien se digne a decirme algo y no quedar como una estúpida frente a los ojos de los demás y a mí misma.

Visualizo entre los flashes de las luces a Kaden con un vaso en la mano y bailando solo. Extiende las manos para darme el trago y sus manos se deslizan por mi cadera para llegar a mis nalgas y apretarlas con fuerza.

Si hay algo que me sorprende es que no se apaga esa chispa de emociones que tenemos entre el tatuado y yo. Y más aun sorprendente es que mi piel no se cansa de su tacto y caricias... Y al parecer para él también es de esa manera aunque puede tener a cualquier chica pero después de todo, en parte, terminó por elegirme a mí.

***

-¿A dónde preciosa? - pregunta Kaden cuando nos adentramos en nuestros respectivos lugares de su auto.

-A mi casa - gruño apoyando con fuerza la cabeza en el asiento. Supongo que en algún momento tenía que poner los pies sobre la tierra pero no esperaba que fuera tan rápido.

Suspiro cerrando los ojos y él atina a acariciar con la yema de los dedos, la piel de mi pierna en consolación.

Apaga el motor al llegar y siento como un escalofrío me recorre toda la espalda. ¿Un reloj para volver el tiempo atrás? Pero si lo tuviera... ¿Hasta dónde volvería? ¿Hasta el momento de mi casamie o antes?

Sacudo la cabeza levemente... Esos son pensamientos incoherentes. Además de no haberme casado nunca hubiera pasado todo lo que pasó con Kaden, Sam, Max, Camila y los demás.

Admiro el cuadrado mentón de mi tatuado y elevo los dedos para rozar con delicadeza su incipiente barba, cierra los ojos y hace que mi tacto se profundice más.

-¿Te das una idea de cuánto te quiero, no? - susurra mientras comienza a besar la palma de mi mano. Ahora no sé si es porque estoy en modo sensible o qué pero los ojos se me llenan de lágrimas... - no tonta, no lo decía para que llores. Lo decía para que supieras que estoy con vos.

-Lo sé, mi amor pero no es a propósito - confieso mientras deposita un beso en mi frente. ¿Qué se hace cuando una persona te toca el alma pero no exactamente con el roce de su cuerpo? Sino algo mucho más recóndito que se sienten sus palabras en las entrañas de los huesos mismos... El solo hecho de su presencia ya hace que me sienta así y cuando no está una parte de mí se vuelve inconclusa y hasta devastada aunque no lo muestre por fuera ni nada.

-Regalame un beso - farfulla contra mis labios y le como la boca a besos. Mi lengua explota de emoción prácticamente cuando se encuentra con la suya, ese gusto tan dulce a miel del que siempre estoy deseosa de probar y sentir.

Experimento una galaxia de sentimientos en mi interior y la verdad es que, no podía ser menos que eso con Kaden.

-Nos vemos después...

-Me quedo atento al celular por si me necesitas, nena...

Dicho esto último bajo del auto a enfrentar la realidad en la que estoy sumergida. 

Tortuoso engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora