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Llego al festejo... No sin antes haber tenido una discusión con Sam, como era de esperarse. Fiesta a todo culo, los parlantes gigantes con música electro casi reventando los vidrios de las ventanas, los cuerpos ya bailando en el espacio que armaron en el living y están tan alborotados que parece que en cualquier momento la casa se viene abajo.

-¡Bex! ¡Feliz cumple! - grito cuando se me aparece de frente y le estiro los brazos para abrazarlo rápidamente.

Camino entre las personas abriéndome paso hacia la improvisada barra que han armado a un costado y tomo asiento en uno de los taburetes.

-¿Sabías que estás tremendamente buena? - exclama Kaden a mi oído haciéndose escuchar entre todo el barullo del lugar.

-Lo dice el cantante más sexy de todos - respondo sacando la lengua y enseñando el piercing que al parecer hace que se alborote algo en él y va directo a mi boca.

Siento como el calor va en aumento en mi sistema mientras sus manos se deslizan por mi cadera y me alza apenas para hacerme bajar.

-Dame tu mano, vamos a ir al baño - susurra cerca de mi oreja y después clava los dientes en el lóbulo. Se abre paso entre la multitud y da con rapidez hacia la puerta del dichoso baño - me encanta cómo te queda este vestido...

Sí, es ceñido al cuerpo a dos rayas gruesas en blanco y negro y bastante corto. Me toma con delicadeza de la cintura y me deja sobre la mesada del beige mármol que sostiene la bacha. Sus manos por separado viajan una a mi cola y la otra, a mis pechos... Mientras me aferro con fuerza a la fina tela de la remera que lleva sobre su torso y lo beso con vehemencia.

-Kaden... Te tengo unas ganas... - explico en medio del beso y una sonrisa blanquecina se dibuja en su bello rostro. Enrolla mi atuendo hasta la cintura y sus dedos exploran la zona más húmeda de mi cuerpo en este momento.

Intento, como puedo porque ya estoy a mil y mis acciones están siendo erróneas casi, desabrochar el botón del jeans de él y consigo liberar toda su masculinidad dispuesta a pleno para mí. Acaricio su tibia y suave piel hacia arriba y abajo cuando su lengua comienza a hacer maravillas con mis pezones ahora descubiertos.

Mi mente es tan genial, que por más ruido que haya del otro lado de la puerta, puede encerrarnos en una burbuja de placer a ambos. Me gustaría saber si él en algún punto siente eso también cuando estamos juntos... En realidad, me encantaría saber cada cosa que siente respecto a mí desde el más mínimo roce hasta cuando me mira con sus ámbares impregnados en deseo. Sé que es algo imposible de saber a menos que esa persona lo exprese por sí misma... Las bocas pueden mentir muy bien pero sería una experiencia demasiado copada sentir por unos minutos hasta lo que piensa sobre esto.

En fin, entra despacio en mí una vez corrido a un lado todo lo que nos separaba. Sus embestidas hacen que sucumba ante todo y no soy capaz de resistirme, apoyo mis labios en su cuello y beso con ternura para después succionar marcando el lugar.

-Sos tan preciosa... Estaría toda la vida así... - jadea observándome directo a los ojos y produce un estallido en la tapa de mis sesos. Enreda mi pelo en su brazo y con lentitud tira mi cabeza hacia atrás dejándose el camino abierto hacia mi cuello y clavículas que besa y lame con tanta calentura que no me retengo más y llego al orgasmo mientras un gemido desgarrador abandona mis labios.

Todo él impregnado de mí finaliza después de tanta energía desgastada entre los dos y rompe nuestra unión, me sostiene por las mejillas y me besa con dulzura. Si esto que siento no es amor, entonces no sé qué sea pero se le parece y mucho.

Salimos del baño hacia la fiesta y nos ponemos a bailar en la pista como si nada hubiera pasado. Me tocan el hombro y contemplo a Max, que está con una sonrisa como la del gato de Cheshire, parado detrás de mí.

Me da el impulso de abrazarlo y así es como me gano la mirada cargada de odio de la chica que está por atrás de él. Rubia, ojos marrones café y de piel trigueña... Obvio, ya sé quién es y no me agranda para nada que esté con mi amigo pero no por celosa... Sino porque si ya lo lastimó una vez, ¿qué impide que no lo haga otra vez más?

Lo sostengo por los hombros y destila tanta felicidad que hasta a mí me da ternura y pena de decirle algo sobre esto. Dejo todos mis pensamientos de lado y centro mi atención en él. Sonríe, nunca antes había visto esa sonrisa con tal sinceridad, pero quiebro ante mí misma y le devuelvo el gesto con apaciguamiento.

No me gusta para nada... Y algo de todo esto se me hace que va a salir mal. Es decir... ¿Perdonar, olvidar y volver a lastimar? ¿Perdonar y mandar a la mierda? Me quedo con la segunda porque no se hace un maldito ciclo vicioso en que las dos partes, o al menos una, sufre horrores por cosas sin sentido que se le ocurren que pase.

De todas formas, no es problema mío con quién a mi amigo le den ganas de meterse. Lo que sí es problema mío es que lo vuelvan a herir como antes porque como amiga que soy de él, no quiero verlo bien un mísero tiempo y después que regrese con esa oscuridad con la que suele rondar siempre.

Kaden me da un apretón de cadera sacándome de mi ensoñación y hago ademán para despedir a Max y dejarlo libre con su chica.

Beso el cuello de mi tatuado y lo arrastro hasta el patio para así poder fumar tranquilos...

Al menos la noche nos hace el hermoso favor de regalarnos las estrellas y así con la vista perdida en la penumbra, entramos en viaje...

N.A.: regalito por ser 25 de diciembre 😍 feliz Navidad a todos y todas. Los loveo💜

Tortuoso engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora