Llegue con Samanta al colegio, y en la entrada estaba Carlos, cuando lo vi rápidamente me voltee y le di la espalda, esperando que no me haya visto.
-Qué pasa? - me dijo Samanta con tono de gracia.
-Allí esta Carlos.
-ALEX!, dijiste que hablarías con él.
-Sí, pero todavía no estoy listo.
-Y qué esperas? Sabes, si no lo haces puede que luego sea tarde y te arrepentirás.
La mire con cara de indecisión.
-CARLOS!!!!- grito y salió corriendo.
Que gran amiga pensé.
Entonces el volteo a ver dónde yo estaba y camino hacia mí, me estaba comenzando a poner nervioso.
-Hola Alex.
-Hola, ¿Cómo estás?
-Bien supongo, y tú?
¿Supongo?
-Bien, oye cuando hablamos por teléfono me cortaste y no volviste a llamar que era lo que querías decirme?
-Ya no tiene importancia.
De repente y antes que pudiera reaccionar, me abrazo muy fuerte y me dijo al oído
-Te extrañe...
¿Qué?
No le dije nada solo me quede sin moverme y él no me soltaba, supongo que estaba esperando que le correspondiera el abrazo, pero no lo hice. Entonces se apartó.
-Tenemos que hablar -le dije en tono serio.
-Eso hacemos no?
-Me refiero a...- sonó el timbre.
-En el descanso?
-Claro – bufe.
Entramos a clase y como de costumbre no presté atención a las orientaciones del profesor, pensar en lo que le iba a decir a Carlos me distraía demasiado. Llegó el descanso y al salir del salón me encontré con Samanta.
-Hola.
-Hola – le dije sin ánimos.
-Que sucede?
-No me hizo gracia lo que hiciste temprano.
-Lo siento - rio.
-No importa, le dije que hablaríamos en el descanso y...
-Alex? - interrumpió Carlos.
-Mejor me voy- susurro Samanta.
Y antes de doblar en la esquina del pasillo empezó a saltar para que la vea, cuando volteo, comenzó a agitar sus manos con los pulgares arriba, me hizo gracia, cuando Carlos volteó, le sonrió y salió corriendo.
-Tu amiga es rara, me agrada.
- MI AMIGA.
-Oye, tranquilo viejo -rio.
-No me hace gracia.
-Nunca has visto ese me... sabes que olvídalo, de quieres hablar.
Estaba entrando en pánico, la verdad no sabía cómo iba a reaccionar, ¿será buena idea decírselo? Pensaba.
-Hola? ¿Estás aquí?
-Si lo siento, mmm... no sé cómo decirlo. – dije nervioso.
-Hey – dijo, tomándome del mentón y levantando mi cabeza para mirarlo – solo dilo, no hay problema.
Y entonces comenzó a acercarse hasta juntar nuestros labios en un corto beso.
En ese momento un mar de emociones vino a mí y no hice más que abrazarlo y decirle al oído
-Me... - un chillido de fangirl me interrumpió voltee a ver a la derecha y estaba Samanta escondida en la esquina.
-Ya te vi! Le grite.
-Oye nos vemos luego sí? No he comido nada y muero de hambre.
Y se fue.
-Sal ya se fue.
-Lo arruiné?
-Tu qué crees? Le dije riendo.
-Lo siento.
-Talvez no era buena idea decirle.
-Pero te beso.
-Sí y me dejo más confundido que antes.
-REACCIONA! Le gustas!!!!
-No sé, no creo.
-A veces me desesperas, pero solo un poco.
-Claro.
Terminaron las clases y no vi más a Carlos llegamos a casa de samanta y Diego estaba sentado en la sala viendo televisión. Llegamos los dos y nos sentamos uno a cada lado, entonces el dijo:
-Como les fue?
-Pues a mí normal- dijo Samanta acomodándose en el sofá- Pero a este señor de aquí le fue excelente.
-Como así? - Pregunta Diego.
Entonces abrí los ojos como platos y la volteé a ver.
-Lo besó el chico que le gusta.
En ese momento Diego me miro y en su miraba se notaba una mezcla de enojo y decepción. Yo solo baje mi cabeza muy apenado.
-Se levantó y se fue a su cuarto tirando la puerta.
-Tu sí que entiendes mis señas no?
-Lo siento se me salió, lo olvide.
-Me lo estas poniendo más fácil- dije con sarcasmo. -Voy a hablar con él.
ESTÁS LEYENDO
Cut
Teen FictionAlex se cambio de colegio y junto con ese cambio vinieron los problemas, sin saberlo cayó en depresión. El cree que eso es imposible, que no le puede pasar a el, que simplemente esta en su cabeza, que el cortarse lo hace para llamar la atención pero...