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Capitulo II

-...ta!
-¡ Alex despierta que se te hará tarde para ir al colegio! - siempre tenia cierto problema para despertar en las mañanas supongo que es porque considero que, dormir es uno de los mas bellos placeres, "UNO".

Me duche y me vestí rápidamente y baje a desayunar, cuando me estoy sirviendo el jugo escucho el ruido del auto de mi madre saliendo del garaje, -Adiós mama, te amo.- pensé.
Termine de desayunar y empecé a caminar hacia el instituto, cuando llegue me di cuenta de que Samanta me estaba esperando.

-Hola.- dijo abrazándome.

-Hola.- dije extrañado - ¿Por qué el abrazo?- pregunté confuso

-No lo sé, supongo que fue un impulso.- dijo sin darle mucha importancia -Ven te quiero presentar a alguien.- dijo jalándome del brazo.

-Ella es Valeria- dijo señalando a una chica de mediana estatura piel blanca y brillante, pelo castaño y ojos marrones.

-Hola, un placer.- dije extendiendo mi mano.

-Igualmente- contesto ella extendiendo su mano.

-Donde he visto yo a esta chica... -pensé.
En ese momento tocaron el timbre del inicio de clases, nos despedimos y Samanta y Valeria se fueron a su aula y yo a la mía.

Samanta

-En serio te juntas con él- preguntó Valeria como con cierto asco.

-¿Cuál es el problema?- pregunté un poco molesta. -A mi me parece muy simpático.-

-Verás, yo vengo del mismo colegio que él y lo cambiaron debido a que le hacían bullying.-

-¿Y por qué hacían eso?- pregunté extrañada. -Yo no le veo nada malo.-

-Es que en el instituto se dieron cuenta de que él se cortaba y todos pensaban que lo hacía para llamar la atención.-

-Bueno, y alguien le pregunto ¿por qué lo hacia?-

-No...- dijo Valeria un poco avergonzada.

-En todo caso, si él se corta, no hay razón para burlarse, sino por el contrario, tratar de ayudarle, yo hablare con él al respecto.- dije decidida.

- No!!- dijo Valeria un poco alterada.

- ¿Por qué no?- pregunté

- Porque él sabrá que yo te dije, aunque no me importa mucho que el raro se de cuenta.-

-Sabes una cosa, creo que tú y yo no nos podremos llevar bien, ya que yo no soporto a personas con un grado tan alto de enanismo mental. Bye cuídate.- le dije cambiándome de asiento.