XLII

109 12 0
                                    

LIAM.

Estuve al rededor de veinticuatro días inconsciente, al parecer el humo que inhale en él incendio estaba mezclado con sustancias químicas que se encontraban en la habitación de las cuales la mayoría son letales si se ingieren. Milagrosamente estoy vivo. Me retuvieron en el hospital por dos o tres días, tal vez más, no se muy cuantos días fueron, tiempo en el que me realizaban lavados internos tres veces al día. El resto del tiempo a veces lo usaban para alimentarme de vez en cuando con alguns comida no solida. Vivi a base de suero y agua.

Hoy, Jueves por la tarde cuando al fin me dan de alta me siento preocupado y confundido. Sigo sin saber donde esta Zayn y tampoco he sabido nada de Niall, Louis o Harry. Ni siquiera recuerdo a detalle porque estaba en medio de un incendio y como acabé en el hospital. Solo se que Necesito a Zayn conmigo.

Cruzo la puerta principal del hospital y veo A Josh, el amigo de Niall que no me cae bien. Me sonríe y hace un gesto hacia mi en un intento de saludo. Trato de sonreír sin embargo mi molestia es notoria.

—¡Hey Liam! -grita cuando ve que comienzo a caminar en dirección al servicio de taxis. No se done se encuentran mis amigos, mucho menos en que lugar estoy; pero tengo mi tarjeta de crédito negra y el celular con 20% de batería—. Hey, oye ¿A donde vas? -pregunta cuando esta cerca de mi. Toca mi hombro y mantiene su mano ahí.  Encojo los hombros y miro hacia el servicio de taxis esperando que sea lo suficientemente listo para notar mi incomodidad con su presencia y la necesidad de llegar a un hotel a tomar un baño y localizar a mi gente. Eso y el hecho de que hablar aún me raspa la garganta—. Estas loco, Liam, no tomarás un taxi yo te llevaré. -Niego rotundamente, lo mas serio que puedo parecer sin tener que hablar. Josh es insistente porque jala de mi brazo cuando quiero alejarme, diciendo que él me llevará. No comprende que no me cae del todo bien.

—No iré contigo Josh. -murmuro. Mi garganta arde con cada vocal que sale de ella. El chico parece resignado a rendirse y un poco frustrado cuando vuelve a hablar.

—Niall me envió ¿Si? Te llevaré con él. -Mi rostro refleja un no te creo y él rueda los ojos. Al parecer si entendió lo que quise decir—. Él no pudo venir por ti, esta arreglando unos asuntos con Louis. -Sigo mirandolo con incredulidad. El busca sacar su ultima carta para convencerme, pero no creo que Niall envíe a una de las personas que más detesto en mi auxilio—. Si estuviera mintiendo no tendría tu pasaporte conmigo. -Acto seguido me muestra el papel que lleva en su bolsillo trasero y me lo entrega. Dentro hay una nota con un post tip amarillo. Código arrugo la nariz. Esas cuatro palabras de nuestro viejo código son suficientes para saber que lo que sea que Niall esta haciendo es mas urgente que venir a verme. Lo que quiere decir que de verdad es importante.

—Vamos. -Josh sonríe y suelta mi brazo derecho donde quedan marcados sus dedos.

Subimos a un auto, no se Cual es ni me interesa, es costoso y huele a dinero. Da igual. Conduce hasta un hotel no menos costoso que el auto y nos reciben muy ostentosamente. La habitación no es menos de lo que se ve por fuera sin embargo no me interesa nada de eso. Yo solo entro directo a la ducha en cuanto Josh abre la puerta y me doy un baño medianamente largo y relajante. Cuando salgo tengo una toalla blanca enrollada en la cintura y hay gotas de agua perlando mi piel. Sobre la cama hay una maleta que reconozco como mía y por ende tiene mi ropa ahí dentro.

—Lindo abdomen, Payne. -Silva. Josh esta recostado en un sillón del living mirando televisión cuando se gira sobre el respaldo para acosarle mientras me visto.

—Envidia me tienes.

—¡Ja! Seguro es eso. -Me mira finamente y le sostengo la mirada hasta que habla—. ¿Vas a quedarte ahí parado o que? Adelante, vistete. No tenemos todo el día, debes bajar a comer algo y luego tomaremos un vuelo directo a Rusia.

—¿Y tu vas a quedarte ahí mirando o qué? -Murmuro con molestia.

—No tengo problema. La vista es bella desde aquí, Dubai es hermoso. Además quien diría que podre ver la torre inclinada de Pisa desde aquí. -¿Eso fue una insinuación?

—Voy a vestirme en el baño, maldito pervertido. -Farfullo. Tomo mi ropa y entro al baño. Un par de Jeans negros, playera blanca y camisa de cuadros roja después salgo del baño. Me calzo el único par de tenis que tengo aquí y hago un intento por arreglar mi cabello.

—¿Ya estas listo? -pregunta. Asunto levemente con la cabeza ya que por recomendación estrista del hospital, debo evitar hablar—. Bien, vamos al comedor, debes tener hambre.

Sin dar oportunidad a que mi cansancio reproche lo sigo hasta el elevador que nos deja en el pent house donde se encuentra el comedor bufet. El olor a comida caliente reactiva mi apetito que había sido opacado con cansancio y sedantes en el hospital.

Dejo de comer cuando mi estómago amenaza con reventar si ingiero un bocado más. Josh terminó de almorzar antes que yo y se encuentra sentado frente a mi esperando a que tenga un colapso por ingesta excesiva de alimentos, pero lo odio tanto que no le doy el gusto.

—¿Satisfecho? -Sonrío en aprobación—. Vamos a que duermas un poco, nuestro vuelo sale en unas horas. Necesitas descansar.

La cama era sumamente cómoda  y el cansancio de todos esos días en el hospital hicieron peso para ayudarme a consiliar el sueño. Josh me despertó un par de horas mas tarde para irnos al aeropuerto. Estaba tan adormilado, el cansancio cansancio sobre mis hombros era muy pesado y la entrada de la noche en puerta me tenían apenas funcionando por lo que apenas subí al jet privado caí dormido nuevamente en los sillones de piel. No supe cuantas horas transcurrieron en el viaje solo que fueron muchas. Nuevamente Josh me despertó en cuanto aterrizamos.

Como de costumbre un auto y dos gabardinas gruesas esperaban por nosotros en la pista de aterrizaje. Nevaba, las vísperas decembrinas hacían mas frío el ambiente y un caos la ciudad. Nada importaba en sí. Solo quería ver a Niall y encontrar a Zayn.

Subimos al auto sin decir nada, el chofer nos llevó hasta una casa bastante grande. Bajamos del vehículo con la nieve mojando nuestra cabeza y entramos a la casa. Voces frustradas y alteradas venían de la sala, voces cuyas siluetas se reflejaban con la luz de la chimenea encendida. Avancé a paso firme en dirección al lugar de donde venía el ruido; ahí estaba Niall con su computador en las piernas y Louis camiando frente a él.

—Liam. -Chilló Niall y enseguida se levantó para correr y abrazarme—. Perdona por no esperar por ti en el hospital... Tuvimos algunas complicaciones y no pudimos quedarnos.

—Vaya que nos pusiste un susto Payne. -Saludó Louis. Sus palabras no eran alegres ni chispeantes como de costumbre, sus ojos se mantenían aguados y las ojeras enmarcaban sus zafiros como un trofeo por no haber dormido en días. Mi mejor amigo estaba mal y yo no tenia idea de que le sucedía—. Tu asma hizo que se complicada la ingesta de humo que tuviste. Yo salí hace días y tu aún no podías respirar sin un tanque de oxígeno. -Dicho esto me abrazó y dejo tres palmadas en mi espalda.

—¿Cuanto tiempo estuve en el hospital? -musite. Mis cuerdas vocales emitían sonidos graves y toscos. Casi parecía que estaba oyendome hablar como Harry.

—Un par de días. -respondió Niall. Y yo que pensaba que habían sido unos días—. Es Octubre Liam.

—¿Y Zayn? El estaba en el incendio que yo causé ¿Y donde está Harry? -cuestione. El rostro de Louis se volvió deforme con miles de sentimientos atravesándolo.

—Liam, sientate. Tenemos que decirte algunas cosas. -Pidió Niall. Esto sera una noche-madrugada larga.

Caught at soul pastWhere stories live. Discover now