XXXVII

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Liam (...)

La mansión es sumamente enorme. Cuando logramos entrar no estamos seguros de como buscaremos a Zayn ahí... O al menos algo sospechoso.

Al principio la fiesta es interesante. Pero se torna desesperante con el tiempo que transcurre y no encontramos oportunidad de escabullirnos al despacho de los tipos esos que odié desde que los vi.

—¿Una copa guapo? —Me pregunta la misma chica rubia que no para de coquetear conmigo. Con un gesto de la mano y tratando de ser lo mas cruel posible la alejo. Me giro hacia Louis desde la silla donde me encuentro y le pregunto.

—¿Tan heterosexual me veo, amigo? —El oijiazul de ríe sonoramente atrayendo la atención de algunas personas que se encuentran cerca. Casi es media noche y la mayoría se encuentra bailando, bebiendo o follando en algún rincón de esa enorme casa. Ni el frío es impedimento para el descontrol.

—Amigo, nunca has aparentado ser gay. —Dice una vez que ha recuperado el aire—. si no te conociera hace años y te hubiera visto literalmente morir por Zayn nunca me habría dado cuenta de que lo tuyo eran ambas cosas. Porque no puedes decir que te has puesto bastante con las chicas. 

—Como sea, ahora solo tengo ojos para uno.

—Como siempre ha sido. -Murmura. No entiendo a lo que se refiere pero tampoco hago por saber más. Simplemente me limitó a beber mi soda y hacer un comentario ocurrente pero muy asertivo.

—Es curioso que no hayan bebido gota de alcohol y no alejen la vista del despacho; Parece que ocultan algo interesante ahí dentro.

—Asi es.

—¿Como los distraemos? -Pregunto.

—Esos necesitan un nuevo juguete... Ambos son unos enfermos amantes del incesto... Y les van los hombres. -Dice guiñando un ojo en mi dirección y ya se que esta planeando. A veces estar con Louis es tan cómodo como si ya le conociera o fuese mi mejor amigo, pero ese era Niall.

—No. Definitivamente no. No voy a ser el señuelo. -Respondo a su pregunta no formulada.

—¿Esperas que yo lo haga? -cuestiona como si de un delito se tratase. Asiento, levantando los hombros en un gesto desinteresado. Como si ser el señuelo fuera tan sencillo y obvio como jugar piedra, papel o tijeras. Se ríe, lambiscón, y habla sin quitar el gesto de su cara—. Yo tengo novio. Hasta donde yo se, Zayn y tu nunca fueron oficiales, por así decirlo. —Frunco el ceño—. Además ya lo hiciste una vez, otra no sera nada. Es más, ni siquiera vas a estar con ellos, solo vas a distraerlos un poco mientras yo me infiltro en el despacho y reviso la computadora y cosas importantes. 

—Estás loco, Tomlinson. —Murmuro. Bebo lo que restaba en el vaso de wiskey y me pongo de pie, avanzo hasta los gemelos y tomo asiento a su lado a su lado.

—Hola guapos ¿Por que tan serios esta noche? ¿Que no es una fiesta de cumpleaños?

—¿Quien ser tu? -Pregunta el mas joven. Evidentemente no hablan bien el español.

—Llamame Ley. ¿Para quien es la fiesta?

—Mia. —Dice el mayor.

—¿Y porque no has bebido nada? Desde hace un rato de observo y has estado muy aburrido.

—Las fiesta no gustan me mucho. -El hombre esta algo incómodo y puedo notarlo en su voz seca—. Es idea del hermano mío.

—Pero el no deja que me yo divierta. Es tonto. -Refunfuña el menor de cabello rubio.

—Chicos, chicos; no peleen. He venido a alegrarles la noche, yo también me quiero divertir y creo que tu también te lo mereces. Después de todo es y cumpleaños ¿No? -Digo con la voz más coqueta que puedo usar, agito las pestañas y tomo su mano entre las mías dejando leves caricias en su dorso—. Por cierto ¿Cuantos años cumples?

Caught at soul pastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora