Casados por un año.

Capítulo 29.

-Ciudad de México, 11:00 am-

-¿Qué hiciste qué?

-Sí, Jacob, estoy en México.

-A ver, estúpido, me acabas de explicar todo y....no puedo creer que hayas regresado por esa mujer que ni siquiera quiso darte una oportunidad. Date cuenta, ya no te ama.

-Solo quiero saber porque no llegó a cenar conmigo, Jacob, apóyame en esto.-Jorge bajó las maletas del taxi y entró al edificio del departamento que compartía antes con Silvia.

-Sabes que eres mi mejor amigo y que te apoyo en todo...pero esto es una locura.-Jacob bajó las escaleras y salió de su casa.

-Lo sé, es una locura y estoy loco por ella, carajo.

-¿Y en que puedo ayudarte?

-Necesito que investigues con Claudia donde está Silvia, por favor. Supongo que ella debe de saber que ha regresado.

-De acuerdo, te juro que tratare de averiguar algo, te llamo en cuanto tenga la información.

-Gracias, gracias, gracias, te debo una.-Jorge colgó y entró al departamento. Todo seguía exactamente igual.

Millones de recuerdos se acumularon en su cabeza, uno tras otro. Negó con la cabeza, como si eso fuera a borrar cada recuerdo.

-Ay, Silvia...me tienes mal, mujer...muy mal.

(...)

-Podemos ir al cine más tarde.-Adrián le abría la puerta del auto a Silvia, llevaba todo el camino tratando de convencerla para que saliera con él.

-Mira, no me lo tomes a mal. Pero hoy no, no me siento bien.-tomó su maleta y ambos caminaron hacia la entrada de la casa de Silvia.-Entiende, por favor.

-Ay, no sabes cómo desearía no verte sufrir así.-Adrián le tomó la mano y la miró a los ojos, antes de que ella abriera la puerta.

-Gracias por traerme...-respondió Silvia algo incómoda, mientras le soltaba la mano.

-Por nada, cuídate. Cualquier cosa me llamas.

Silvia le sonrió, y sin decir nada más entró a la casa cerrando la puerta tras ella.

...

-Ciudad de México, 4 pm.-

-Ya, Jorge, deja de insistirle.

-Es que no sé porque diablos no me contesta.-dejó el celular sobre la mesa, evidentemente molesto, y miró el menú del restaurante.

-Le llamé a Claudia, pero no quiso decirme nada.

-Mmm, por eso nunca me ha caído bien.

-Cállate, es mi novia y futura esposa.-Jacob rio y Jorge lo miró.

-¿Es en serio?-Jacob asintió sonriendo y Jorge le devolvió la sonrisa- Wow, felicidades. Me da gusto que al menos uno de los dos puede ser feliz.

-Ya, no seas ridículo, todo se va a solucionar...y si no, pues aún quedan muchas mujeres en el mundo.

-Ninguna como Silvia, nadie como ella.-Jorge suspiró y el mesero se acercó a pedirles la orden.

Minutos después se encontraban degustando de los platillos.

-Pues mira, tenemos pensado en casarnos a principios de Noviembre.

-Ósea, ¿en tres meses?

-Sí, ya estamos viendo los detalles para que todo salga a la perfección, como ella quiere.