Capítulo 24.

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Jorge se encontraba admirando la hermosa vista de Nueva York en la terraza de su penthouse. Con una copa de vodka en su mano, sentado en un cómodo sofá y disfrutando el aire fresco de la ciudad, así pasaba la noche él, mirando su celular de vez en cuando para ver si Silvia había contestado su mensaje.

Había pensado en llamarle en vez de enviarle el mensaje, pero sabía que si volvía a escuchar su voz las ganas de volver a México para estar a su lado aparecerían. 

Comenzó a imaginar como hubieran sido las cosas si se hubiera quedado allá. Seguramente Silvia aún no lo hubiera perdonado...o tal vez si.

Tomó un gran trago de vodka y suspiró cerrando sus ojos, puso su mente en blanco por algunos segundos, solamente dedicándose a disfrutar el fresco aire que chocaba contra su rostro.

El sonido de su celular lo hizo sobresaltarse. No lo dudó ni dos segundos. Tomó su móvil y lo desbloqueó, se emocionó al ver el nombre del contacto. Abrió el mensaje y lo que leyó le dejó un enorme nudo en su garganta, borrando de inmediato la sonrisa que comenzaba a formarse en su rostro.

"Disculpa, ¿quién eres?"

...

-¡No! ¿qué te sucede?

-¿Qué? ¿Creíste que le iba a contestar el mensaje con corazoncitos y palabras cursis?-respondió Silvia dejando su celular sobre la mesa, sintiendo como si su corazón se fuera a salir de su pecho.

Claro que se había emocionado al leer el mensaje, pero no podía ser evidente, no frente a su amiga.

-No, pero...él fue demasiado lindo.

-Y yo ya no soy tan estúpida. Si él me quisiera y me extrañara tanto como dice no se hubiera ido.

-Ay, Silvia...A mi no me engañas.-Claudia rió con complicidad- Vi esa sonrisita que se te escapó al leer el mensaje.

-Es un tonto mensaje, nada más.

-Al menos le hubieras deseado las buenas noches.

-Ya, Claudia.

-Pobrecito, se ve que esas palabras le salieron del fondo de su corazón.-Claudia hizo un puchero, haciendo reír a Silvia.

-Jorge no tiene corazón.

-Ya, Silva...deja de hacerte la indignada y contéstale algo lindo.

-Ya le dije que no sé quien es, al menos pensará que lo eliminé de mis contactos.

-Si en realidad ya no te interesara...-Claudia tomó su bolso y se levantó- Hubieras eliminado su número desde antes, pero no fue así.

-Sólo lo tengo para alguna urgencia.

-Ay, ¿qué se le puede ofrecer a la señorita Navarro?-caminó hacia la salida- ¿Extrañarlo a media noche y llamarle para que venga? Sí, eso es lo único que se te pudo haber ofrecido durante todo éste tiempo.

-Eso no es...

-Sigue engañándote, Silvia.-la interrumpió  Claudia y salió del departamento de Silvia.

...

-Señor Salinas.

-Dígame.

-Una tal Elizabeth se encuentra en la recepción,  ¿la hago pasar?

-Dígale que estoy muy ocupado...no tengo tiempo para atenderla.

Jorge se encontraba en una de las tantas empresas de la familia. El hecho de que le hayan entregado la presidencia meses antes lo obligó a seguir a cargo, no quería causar otro disgusto.

Casados por un año.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora