Capítulo 26.

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Silvia giró su rostro y se encontró con unos ojos, esos ojos color miel que tanto extrañaba, tragó saliva y se quedó inmóvil, sentía que el aire se le iba y su corazón acelerarse.

-Hola, Silvia...que gusto verte nuevamente.-Jorge le sonrió, eso hizo que Silvia reaccionara.

-¿Qué haces aquí?-Silvia se levantó y le dio un leve empujón.

-¿Te molesta mi presencia?-Jorge la acarició la mejilla con suavidad y Silvia se estremeció ante el contacto.

Él se quedó observándola detalladamente, ella al notarlo logró sonrojarse.

-Te ves...más hermosa que nunca.-le sonrió.

-Jorge, no empecemos.

-Fue sólo un cumplido.

-Pues, gracias.

-No respondiste a mi pregunta...¿puedo sentarme contigo?

-Tú tampoco respondiste a la mía, ¿que haces aquí?

-El evento está asociado con mi empresa, en ese caso, ¿quién te invitó?

-Vine con...

-Silvia...-apareció Adrián- te he estado buscando...-se calló al instante al ver a Jorge junto a ella.

Jorge sintió como su sonrisa desaparecía al verlo, fue irresistible no comenzar a sentir celos.

-Adrián, ¿que tal?-dijo Jorge extendiéndole su mano, éste la tomó confundido y la estrechó.

-¿Interrumpo algo?-preguntó Adrián con evidentes celos, pasó su brazo por la cintura de Silvia, incomodándola ante el acto.

-No...de hecho...Jorge ya se iba, solo se acercó a saludar.

-Oh, sí, claro. Gusto en verte, Silvia...que sigan disfrutando de la noche.-la abrazó con efusividad quedándose así un largo rato, Silvia le correspondió de inmediato, pasando sus brazos al rededor del cuello de él, aspiró aquel aroma que tanto extrañaba y finalmente se separó.

-Hasta luego, Jorge...

(...)

-¡Hermano!- Eder se acercó a Jorge, quien acababa de salir al jardín del salón. Él iba a abrazarlo pero se detuvo al notar que Jorge ni siquiera lo miraba.-¿que pasa? ¿acaso no te da gusto verme?

-Te vi ésta mañana.-respondió, Jorge.

-Sí, y ésta mañana estabas bien, ¿que sucede contigo?

-Silvia...

-Hombre, olvídate de ella un rato, caray...

-Ella está aquí.-respondió, seco.

-¿Qué? Entonces, ve a saludarla.-Eder le sonrió.

-Lo hice.-Jorge se sentó frente a una pequeña fuente y suspiró.

-¿Entonces? ¿Cuál es problema?

-Al parecer está con alguien más.

Eder notó como los ojos de su hermano comenzaban a cristalizarse.

-Vamos, George, no te pongas así.

-Yo...sólo quiero arreglar las cosas con ella, Eder, pero...ya la perdí.-suspiró.

-Jorge...tú la perdiste desde hace mucho, pero no quisiste tarde cuenta.

-En eso tienes razón.-Jorge se levantó.

-Puedes hacer un último intento, si eso logra hacerte sentir mejor.

-No lo sé, ya estoy cansado de esto, Eder. Te juro que me dio una esperanza verla aquí, pero...cuando llegó ese tipo mi esperanza se apagó. Hoy intentaré hablar con ella, espero lograr al menos que me perdone.

Casados por un año.Where stories live. Discover now