Casados por un año.

Capítulo 10.

-Jorge, mira, ella es Silvia, la mujer que amo.-respondió Adrián rápidamente.

Silvia iba a decir algo pero Jorge la interrumpió: -Ah, si. Ya la conocía.

Ahora Jorge entendía todo. Adrián era el hombre de quien hablaba Silvia aquel día, miró la gran sonrisa de Silvia, estaba feliz, pero a la vez, nerviosa.

No quiso arruinar el encuentro, Silvia se notaba alegre, asintió con la cabeza mientras trataba de poner su mejor sonrisa, se dio la vuelta y caminó hacia su oficina.

Silvia lo miró y no pudo evitar sentirse mal por Jorge. Vio nuevamente a Adrián y una sonrisa volvió a apoderarse de ella.

-11:30 pm, departamento Jorge/Silvia-

-Fue hermoso volver a verte Silvia, te extrañé demasiado...-las voces de Silvia y Adrián se escuchaban hasta adentro del departamento, y Jorge, sentado desde el sillón los escuchaba.

-Lo mismo digo, Adrián. Me hiciste mucha falta.-respondió Silvia.

Después de una larga y "cursi" conversación, como la llamo Jorge. Silvia entró al departamento dando un gran suspiro.

Él, por su parte, siguió viendo la televisión, tratando de no tomarle importancia a Silvia.

-Gracias, Jorge.-dijo sentándose junto a él.

-¿Por que?

-Por fingir que no me conocías.

Jorge dio un gran suspiro:-Te prohíbo que lo vuelvas a ver.

-¿Disculpa?-preguntó confundida.

-Eres mi mujer, no quiero que me niegues frente a la gente. O se entera de que estas casada conmigo o no lo vuelves a ver. ¿Así o más claro?-respondió en un tono bastante grotesco.

-No me puedes hacer esto.-respondió.

-Ya te advertí Silvia, quiero que ese sujeto sepa que soy tu marido, o olvídate de él.

Silvia se levantó molesta, dispuesta a irse a su habitación, pero Jorge la detuvo.

-¿A donde crees que vas? Hoy dormirás aquí.-dijo Jorge señalando el sillón.

-Escuchame bien, Jorge Salinas.-se acercó abruptamente.-No me gusta que me den ordenes ¿entendido?

Jorge la tomó por la cintura, pegándola agresivamente hacia el: -Y tu, escuchame bien Silvia Navarro. Soy tu esposo y me vas a dar mi lugar.

-Suéltame y no te metas en mi vida, Jorge.

-Ya basta Silvia. ¿A que estamos jugando?-guardo silencio un par de segundos.-Soy tu mujer y me respetas...¿recuerdas esas palabras? Me prohibiste ver a mis amiguitas. Yo no te estoy diciendo que dejes de ver a ese sujeto, te estoy pidiendo que me des mi lugar.

-No tengo por que hacerte caso...-se soltó de su agarre y caminó rápidamente hasta su habitación.

-Oficina Jorge, 4:00 pm-

-Bien, Jorge,-dijo Adrián sentándose frente a él- aquí estoy, ¿de que quieres hablar? ¿Negocios? ¿dinero? ¿trabaj...

-Aléjate de mi mujer...-lo interrumpió Jorge.

-¿De que hablas?-preguntó confundido.

-Aléjate de Silvia y punto.

-¡Ja! ¿tu mujer?

-Si, es mi esposa. Eso quiere decir que es mi mujer, ¿no lo crees?

-¿Tu esposa?-tragó en seco.