Casados por un año.

Capítulo 12

Ambos se encontraban en la cama, sin ningún rastro de su ropa; besándose con pasión...

Jorge se posicionó sobre ella, comenzando a besar sus pechos, succionandolos levemente.

Silvia sólo se limitaba a gemir por el placer que ese hombre le provocaba.

Jorge volvió a besarla, pero esta vez en su cuello pasando su lengua sutilmente, como si estuviera saboreando su piel. Esto provocó que ella se erizara.

Ella tomó el rostro de Jorge lo besó con desenfreno buscando la lengua de él rápidamente.

Jorge sonrió para sus adentros y le mordió el labio sutilmente.

Bajó sus labios por el abdomen de ella hasta llegar a su entre pierna.
Le sonrió con coquetería antes de comenzar a rozar su lengua por su parte íntima, provocando que ella diera un gran gemido. Algo que excitó más a Jorge.

-Hazlo ya...-susurró Silvia después de morderse el labio

Jorge tomó su parte erecta para después introducirla en ella y comenzarla a penetrar con fuerza, provocando que Silvia soltara un pequeño gritito agudo.

Él comenzó a hacer movimientos rápidos y sensuales, provocando los gemidos de ambos.

Silvia clavó sus uñas en la espalda de él, al mismo tiempo que se acercaba para besarle el cuello sin dejar de mover sus caderas.

Segundos después, ambos llegaron al orgasmo. Silvia sintió la inmovilidad de sus piernas, mientras él sentía pequeñas punzadas recorrer su cuerpo.

Entre besos y gemidos de placer, terminaron exhaustos. Acostados en la cama, y ambos, con las respiraciones agitadas.

-¿Segura que no estas ebria?-le preguntó Jorge, mirándola con deleite.

Silvia se cubrió su cuerpo con una sábana y lo miró con una sonrisa.

-¿Recuerdas lo que aquella vez hablamos?-preguntó con sensualidad. Jorge sólo asintió.

-¿Cómo olvidarlo?-pensó Jorge.

"-Espero que la próxima vez que hagamos el amor, no esté ebrio ninguno de los dos...

-Yo también espero lo mismo.-susurró ella."

Duraron unos cuantos segundos mirándose mutuamente mientras sonreían, hasta que el sonido de la puerta de entrada los sacó de ese duelo de miradas.

Jorge se estiró a tomar su celular que estaba en el pantalón: 1:30 am

-¿Quién será a estas horas?-preguntó Jorge.

-No lo sé...-respondió ella.-Pero ve a ver.

Jorge se levantó de la cama, se colocó su bóxer y su pantalón, y salió de la habitación, cruzó la sala sin recoger la camisa y el vestido de ella, los cuales dejaron tirados en el suelo.

De nuevo volvieron a tocar la puerta.

Jorge se abrochó el pantalón, y sin ver por la mirilla abrió la puerta.

-¿Interrumpo?-dijo Adrián después de observar a Jorge de pies a cabeza y de mirar las prendas en el suelo.

Jorge le sonrió con burla: -Pues...estábamos ocupados. Ya te has de imaginar que hacíamos, ¿qué se te ofrece?

-Necesito hablar con ella.

-Ya se durmió, estamos agotados, vuelve mañana.-respondió Jorge, pero antes de cerrar la puerta apareció Silvia.