Nueve.

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20:23

La luz de la linterna muestra la escalofriante imagen de una mujer sentada en una silla. Las paredes están llenas de sangre; y cerca de la mujer, Caroline identifica un brazo humano.

– ¿Quién eres? –pregunta Jake situándose al lado de Connor.

La mujer, con la melena morena cayendo sobre su cara, apenas se mueve. Si no fuese porque sus hombros se mueven debido a su respiración, Caroline diría que está muerta.

–No vamos a hacerte daño... –continúa Kevin al ver que no va a responder a la pregunta de Jake.

La mujer se agita en su asiento y suelta un grito agudo.

– Tranquila, tranquila –intenta calmarla Caroline, acercándose poco a poco.

De pronto, la mujer alza la cabeza y clava sus profundos ojos negros en los de ellos cuatro. Su tez pálida, como la bata larga y blanca que lleva, le da un aspecto tétrico y desagradable. Los cuatro se quedan sin aliento.

– ¿Estás bien? –le pregunta Kevin, balbuceando.

La mujer empieza a convulsionar en su asiento. Ellos se miran preocupados; no saben qué hacer. De pronto todo se queda en silencio. Caroline da un paso más hacia ella. Parece que va a decirle algo más cuando la mujer se levanta de su asiento y, cual animal salvaje, se abalanza sobre ella.

Ambas caen al suelo y la mujer empieza a arañar los brazos de Caroline, colocados en defensa. Connor la aparta rápidamente e intenta frenarla, pero ella se revuelve en sus brazos e intenta morderle. El rifle y la linterna caen al suelo. Kevin se acerca corriendo a recuperar la única luz de la sala cuando la mujer lo agarra de las piernas y lo empuja hacia el suelo. La linterna entonces es recogida por Jake, que vuelve a enfocar al monstruo con aspecto de mujer que intenta acabar con Kevin.

Caroline aprovecha para golpear a la mujer con el hacha. Ésta cae al suelo. Kevin la mira agradecido pero preocupado.

– Tranquilo, no la he matado...

La mujer se retuerce en el suelo por el golpe. Jake ayuda a Kevin a levantarse y le devuelve la linterna a Connor. Los cuatro miran al extraño y agresivo ser, que yace tendido en el suelo.

– ¿Quién puede ser? –repite Jake, que parece estar realmente preocupado por saber qué es lo que tiene delante.

– Ésta cosa está lejos de ser humana... –comenta Kevin, jadeando.

La mujer se revuelve en el sucio suelo. De pronto se alza y ataca a Connor, intentando morderle de nuevo. Caen al suelo. Caroline, con el hacha preparada en alto, se acerca dispuesta a golpearle de nuevo. Pero el monstruo se lanza ferozmente hacia ella, empujándola contra la pared y haciéndole perder el arma. Jake coge el rifle en un intento desesperado de disparar, pero ella se lo arrebata de las manos y clava sus largas y ennegrecidas uñas en su brazo, arañándolo de arriba a abajo.

Con la carne ardiendo y empezando a sangrar, Jake cae tendido en el suelo. De pronto una lanza atraviesa el pecho de la mujer. Tras ella, Kevin la sostiene. El grito agudo del ser de piel blanca y ojos negros se esfuma. Kevin, de una patada, aleja el cuerpo de la lanza. Comienza a salir de la herida un reguero de sangre negra.

– ¡Jake! ¿Estás bien? –dice Caroline colocándose a su lado.

Él solo se limita a gritar.

– ¡Jake, tranquilo! –Connor llega hasta ellos.

Jake sigue gritando de inmenso dolor. Kevin no aparta la vista de la mujer; que, sorprendentemente, está volviendo a moverse. Caroline observa la herida de Jake. Todo el brazo está cubierto por heridas bastante profundas y no para de sangrar.

Triscaidecafobia [LI #1]Där berättelser lever. Upptäck nu