Triscaidecafobia [LI #1]

Uno.

02:24

Dave está intentando ayudar a la mujer herida por todos los medios, pero su situación es bastante grave y las circunstancias inadecuadas.

– ¡Ayuda! ¡Se está muriendo!

Kevin, el rubio y musculoso, se acerca corriendo.

– ¿Qué pasa?

– El agujero es enorme y se queda sin oxígeno. Trae bolsas de oxígeno del avión, ¡deprisa!

Kevin corre al avión. Coge todas las bolsas de oxígeno que no han sido dañadas en el accidente.

– Vale, ¡deprisa dámelas!

Kevin se las da y se aleja del lugar.

Lilly lanza una rama a la hoguera.

– ¿Y... a qué te dedicas?

Pregunta la joven a Caroline.

– Soy abogada de oficio. Volvía a mi casa cuando todo esto pasó...

Lilly se limpia con un papel la sangre que sale de la herida de su mano.

– ¿Y tú?

– Soy estudiante de arquitectura. Llevo un año en la universidad; volví a mi casa de vacaciones unos días y ahora regresaba hacia allí de nuevo.

Ambas quedan en silencio. Entonces Jake y Greg se levantan.

– Vamos a echar un vistazo por aquí alrededor, a ver si vemos algo de utilidad.

No reciben respuesta. Ambos se alejan de la hoguera, adentrándose en la isla. Caroline examina las pintas de ambos hombres mientras se marchan. Jake le parece, a simple vista, un motero perteneciente a una banda chunga. No hay otra forma más clara de describirlo. Greg, sin embargo, le recuerda al típico granjero o al típico leñador tranquilo y machista. ¿Que harían aquellos dos en el avión? Por imaginar, puede imaginarse cualquier cosa...

– ¿Tienes hijos?

Lilly la saca de sus pensamientos.

– ¿Eh? –responde, aún ausente–  No, ninguno. Pero tengo novio.

Caroline observa como la mirada de Lilly acaba en su brazo.

– Deberías de curarte eso...

– Lo haré. En cuanto Dave acabe de curar a la mujer.

Lilly asiente y lanza otra rama a la hoguera.

Al cabo de un rato, Dave se acerca a la fogata con las manos y la camisa manchada de sangre. Caroline es la primera en preguntar:

– ¿Cómo está?

Dave se acerca un poco más y suspira.

– Viva. Al menos de momento. Le he tapado el agujero por tres partes de forma que el aire no pueda entrar pero sí salir. Se recuperará, pero no hasta dentro de unas ocho horas más o menos. Para entonces espero que ya pueda hablar...

Todos lo escuchan atentos. A no muy lejos del fuego, Connor y Peter colocan algunas cañas formando una especie de cabaña. Christa se apresura a sugerir:

– Podemos trasladarla hasta la cabaña con cuidado. Es la que peor está y necesita estar más resguardada. Durante la noche podemos construir otra justo al lado.

– Estoy de acuerdo –repone en seguida Lilly–. Y los que quedan pueden dormir en los trozos del avión que aún permanecen techados.

Todos asienten. Se ponen a trabajar en la construcción de la cabaña. Dave cura a Diane y a Lilly. Caroline se acerca entonces.