Parte 13: Abre tu Corazon....

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Ante la mirada atónita del recepcionista, yo aun no me recuperaba del shock de ver a Luis nuevamente, el se apresuro a prestarme su saco

Ven, tenemos que hablar

Solo asenti con la cabeza antes de seguirle, agarre los restos del vestido y los arroje en uno de los basureros del lobby, antes de sentarme junto a Luis en una de las mesas del lugar.

Se que estuviste ahí

Honestamente pensé que me había descubierto, tenía miedo de este Luis, quien era alguien totalmente desconocido para mi.

Luis, se que no debía estar en ese lugar, pero ....

Se que lo que viste en ese lugar no fue agradable, creeme tampoco fue fácil para mi...

Luis me dijo un largo discurso acerca de su supuesto papel como agente encubierto, yo no dije nada; pero tampoco le creí. Quedo en evidencia que Luis no se entero de mi presencia en aquella turbia reunion

Luis, gracias por venir, la verdad no se si podre dormir en lo que queda de la madrugada

Mira, antes que te vallas, toma

Luis me dejo una tarjeta de contacto, sin nombres ni direcciones, solo un número de telefono.

La vez pasada no estaba en mis cabales, decirte que no eras la Jasmi.e que conocí, no estuvo bien, yo no soy quien para juzgarte, por eso te debo una disculpa.

Y con una disculpa, crees que todo va a mejorar?

Se que decir lo siento no sirve, sin embargo lo mas que puedo hacer, al menos por ahora, es brindarte ayuda en caso que lo necesites. Memoriza este numero, me puedes llamar a cualquier hora.

Gra.... Gracias, supongo

Aunque ya no me veas como tu pareja, al menos mirame como un amigo.

Y con un beso en la frente, Luis se retiró de mi vida, una vez mas, me dejo su saco como recordatorio de esa noche, cuando ya habia desaparecido tras las puertas de vidrio a la calle, le dije al recuerdo de luis

Tu tampoco eres el Luis que conocí

Después ese mismo día, llegó Rhonda, quien me pidió un informe completo, le hable de las orgías, de la parejas que conocí, de las personalidades que reconocí, incluso snuggen; sin embargo no le hable de la reunión ni de luis, aun seguía sin comprender lo que estaba ocurriendo y más importante si aquello me afectara de algún modo, hay cosas que una mujer debe guardar para si.

Al terminar de darle mi informe a Rhonda ella dijo, antes de retirarse

Descansa, esta noche vendrá un auto por ti, vas a ver a Kayla

Ella est.....

Calma!. Ella sigue estando bajo la tutela de otro chulo, pero hice arreglos para que se vean esta noche, como si tu fueras su cliente.


Dicho esto Rhonda se retiró, y tal como había prometido, en la noche, llegó el auto por mi, y me llevó a la habitación de un viejo hotel en el centro de la ciudad, se veía sucio por fuera pero dentro era relativamente acogedor. Me llevaron a la habitación, algo modesta; el mobiliario se lucía antiguo, hasta había una radio casetera, pero eso era lo de menos, Kayla aún no se encontraba ahí. Entonces encendí la radio y puse una emisora con música suave, para quedarme tendida sobre la cama, con los ojos cerrados y la mente en vela, ahí quedé algo así como cuarenta y cinco minutos, hasta que repentinamente la puerta se abrió y escuché su voz:

 - Hola cariño, me dijeron que te gusta las chicas grandes

Dijo con voz seductora mientras exhibía sus imponentes piernas, llevaba puesta unas pantimedias de mallas, un pantaloncito que le dejaba la mitad de sus glúteos desnudos, de los cuales salían dos tirantes rojos se apoyaban desde su cuello y cubrían sus pezones, dejando casi expuestos sus enormes senos, ella todavía no se había percatado que yo estaba en la habitación:

Diez Años de Dolor y PlacerWhere stories live. Discover now