PARTE 9. SOLA

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PARTE 9: SOLA

La pobre Kayla rompió en llanto nuevamente, la abrase por varios minutos hasta que continuo hablando

- Eres afortunada, tuviste una buena vida, tienes a tu hija, cuando tu tiempo termine, regresaras a tu casa, mientras yo.... Esta es mi casa Jasmine, siempre lo ha sido, por eso trato de cuidarlo lo que tengo, por eso me hice amiga de RHONDA, la más dura de la cárcel.

- ...

- Rhonda se peleo con migo, la noche que te violaron, porque ella descubrió...

- Descubrió... que tu realmente me amabas?

Kayla se quedo mirándome, con una cara de tristeza y respondió con un tímido

- Si

Cuando finalmente pude perdonar a Kayla, y ver a la buena persona que hay dentro, es que se la llevan de mi lado. Al día siguiente todas las chicas del club, fuimos transferidas. Al no poder hallar a la responsable de llamar a la policía, el Director optó por castigarlas a todas. Eso fue lo que Rhonda nos dijo entonces, sin embargo tiempo después me enteré que el incidente del incendio puso al club bajo la mirada publica, los protectores del Director, sean el alcalde, jefe de policía y demás autoridades, prácticamente le obligaron a cerrar su más preciada joya, cosa que por supuesto lo puso de muy mal humor, por lo tanto no era buena idea para ninguna de las chicas, desobedecer la mas mínima orden.

¿Y cómo me entere de ello?, pues eso ocurrió en mi último puesto de trabajo forzado, El casino. Al principio pensé que no sería tan mal lugar, puesto que al menos, podíamos vestir ropa de verdad, ceñida al cuerpo pero ropa al fin y al cabo, sin embargo también era un lugar surrealista, por un lado nosotras trabajamos hombro a hombro con el personal del hotel, personas como cualquier otra con hogar, familia y supuestos valores furry, sin embargo todos ellos eran consientes de nuestra situación y por lo tanto el trato con nosotras era totalmente indiferente, como si se tratase de un mueble o parte de la decoración del casino. Por el otro lado no estoy segura si los clientes también lo sabían, pero indistintamente de eso, nosotras éramos como sus juguetes en renta, algo de lo que puedes usar como te plazca y no sientes remordimiento porque es una cosa que no "siente", ese era el trato hacia nosotras, todos los días. Si no eres lo suficientemente fuerte de corazón, llegaras a creer que en realidad eres solo parte de la decoración de ese casino, como me ocurrió a mí.

Trabajaba como un robot, despues de levantarme y asearme, a eso del medio dia, a veces comia y otras no. Cuando lo hacia, la comida carecia de sabor. El resto es historia, iba al casino y lo paseaba, caminando entre las mesas con la mirada perdida con los brazos cruzados sobre un pecho que se sentia vacio y al mismo tiempo presionado contra si mismo. Mis piernas se sentian debiles pero aun asi debia continúar; acepte terminar el trato sin reclamar, por mi bien, al fin y al cabo me sentia tan desdichada que pensaba que no valia la pena luchar, solo seguir caminando, y entregar mi cuerpo al primer macho que me tomara por la cintura y pagara por mi, eso era todo. Subir a la habitacion, quitarme la ropa y obedecer los sucios deseos de cada uno de esos machos, quienes con la misma pata que lucian su anillo de matrimonio, daban nalgadas y empujaban mi cabeza contra sus virilades que descargaban su frustracion en mi garganta, y como mi voluntad es algo que vale el dinero y la propina, tragarlo sin reclamar debia.

Mi cuerpo era una propiedad en alquiler, una propiedad bajo la administración del Director, pense ya que mas da, pense, era lo menos que merecia por fallarle al Coyote y a Kayla, fue mi culpa y si solo dejaba que las cosas fluyeran, nadie mas saldra lastimado, eso crei y por supuesto, estaba muy equivocada, todavia habia alguien que podia salir lastimada, y esa era yo!

La noche donde toque fondo, inicio como cualquier otra, fumando una sola pava de mariguana para ayudarme a soportar, caminando a través del casino, ofreciendo tragos a los jugadores, mientras la silueta de mi cuerpo era apreciada a través de mi vestido ceñido, de escote y falda corta, en eso un lagarto quien estaba jugando en las mesas VIP me señala con su dedo, antes ya había estado con lagartos y son de lo peor, si los furries ya me trataban mal, los reptiles quienes de por si son menos empáticos parecía que me querían devorar después del sexo, pero bueno bajo la escrupulosa mirada del administrador y recordando que no era buen momento para rebeldías, no tuve más opción que acercarme con una sonrisa, a él le dio igual y solo me agarró por mis glúteos haciéndome sentar sobre su regazo, fue incomodo estar ahí fingiendo una sonrisa mientras sentía su miembro desde bajo su pantalón. Después de estar ahí por un rato, finalmente fuimos a su habitación, el Pen house.

Diez Años de Dolor y PlacerWhere stories live. Discover now