Capitulo 6.

92 7 0
                                    

Había pasado ya un mes desde que lo había visto, me dolía tanto esta tortura psicológica, una parte de mi sabía que me lo había imaginado todo de nuevo, pero otra creía fervientemente que todo había sido real.

Mis amigos decían que me veía triste, Mari se moría porque le contara más historias con Sebastián, y yo solo quería decirle que lo olvidara, que nada era verdad, ya no tenía ganas de seguir con esto, me destrozaba el sufrimiento, la duda, todo se me juntaba, solo quería que esto terminara, lo había decidido, iba a decir la verdad costara lo que costara…  

— Mari ¿tienes un poco de tiempo? hay algo que necesito contarte.

—     Claro tonta, acompáñame por un refresco y me cuentas en el camino.

Bueno, esto iba a ser más difícil de lo que había pensado, no sabía por dónde comenzar, mari ya había comprado su refresco y estaba parada frente a mi viéndome con cara de desesperación, mientras yo la miraba sin saber cómo decirle toda la verdad que tenía atorada en la garganta.

— Me estas matando ¿sabes? Ya cuéntame que te pasa bella.

— Bueno lo que sucede es muy simple, Sebastián… bueno el… emm…

— El que Isabella por dios ¡hablaaaaaaaaaaaaaaaa!

*Yo solo quiero darte un beso y regalarte mis mañanas* mi celular interrumpió la conversación, era un número desconocido, no estaba segura de sí contestar o no hasta que Mari casi me mata por no hacerlo.

Llamada:

— ¿Bueno?

— Si Isa ¿eres tú?

— Emm si ¿quién habla?

— ¿Ya no me recuerdas?, es mi culpa supongo, me demore más de la cuenta en llamarte, lo siento.

— Aaam, no te preocupes no pasa nada, pero, ¿quién eres?

—     *Risa corta* soy Sebastián, el chico real del parque, ¿me recuerdas?

Mi estómago dio un pequeño giro, ¿porque tenía que llamar ahora que estaba decidida a acabar con todo?, Dios tu sabes que quería decir la verdad, pero con su voz al teléfono es evidente que no voy a poder continuar con lo que pensaba.

— Heeeey ¿sigues ahí o te perdí?

— Si, disculpa, si, ya me acorde de ti ¿cómo estás?

— La verdad me siento terrible por no haber podido llamar antes, se me cruzaron un par de problemas, más exámenes parciales en la universidad y no tuve ni un segundo para respirar.

— ¡OHH!, bueno, no te preocupes todo está bien.

— No lo creo, me siento realmente mal por no haber podido llamar antes, seguramente pensaste que estaba jugando contigo y no es así *guardo silencio unos segundos como esperando a que yo dijera algo, pero no lo hice porque estaba tan asombrada por lo que acababa de decirme, así que él continuo*

— Bueno no quiero quitarte más tiempo, solo quiero saber si tu ¿quisieras salir conmigo este sábado?

— ¿Yo? Emmm, bueno si quiero, pero tengo que preguntar primero a mi madre si no tenemos nada más que hacer.

— Si entiendo, pues que te parece si te marco en la tarde, ¿a qué hora te parece bien?

— ¿Qué tal a las 8?

—     Perfecto, tengo una excusa para escuchar tu voz de nuevo.

Me sonroje como solo yo sé hacerlo y colgué, mi mente volaba con todo lo que me acababa de decir y no me percaté de que Mari seguía frente a mí hasta que suspire y ella dijo:

¿Como llega el amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora