Capitulo 5.

133 8 1
                                    

Habían pasado ya 2 semanas desde que vi la alucinación de Sebastián, si, después de tanto pensar y pensar llegue a la conclusión de que solo podría haber sido eso, me sentía terriblemente triste, además, tenía que sumarle a mi situación que no podía más con la mentira, Mary cada día quería saber más y más, y ya se me estaban acabando las opciones, ¡Dios! ¿Porque me metí en esto?, porque no solo le dije a Marco que si quería ser su novia, estaba echa un lio, me sentía sola y con ganas de llorar, simplemente no aguantaba las cosas ni un segundo más, tenía que contárselo a alguien inmediatamente ¿pero a quién? Si todos mis amigos pensaban que era tan feliz con ¨mi novio¨, un lagrima se deslizo por mi mejilla y la quite rápidamente con la palma de mi mano, no iba a permitir que esto me rebasara, no si yo misma me lo había buscado, tome mi bolsa un tanto molesta conmigo misa, agarre mi iPod y salí de casa lo más rápido que pude, no sabía a donde quería ir, solo que no quería estar sola y llorando, camine hacia el parque y mi árbol me esperaba vacío, directamente fui y me recosté, puse mis audífonos y subí el volumen a 100, cerré los ojos y me deje llevar, sonaba fuertemente *Si tú no estás aquí* de Jennifer Peña, la cantaba con todas mis ganas, no sé si muy alto o no puesto que el volumen no me dejaba escuchar mi propia voz, y no pude resistí más, con los ojos cerrado deje las lágrimas caer, la canción estaba llegando al final cuando sentí que alguien me movió delicadamente, abrí mis ojos y me quede muda…

—     Hola. — Me dijo con una pequeña sonrisa, al parecer había notado que lloraba y bueno tampoco es que fuera tan difícil de notar si mis ojos de mapache se miraban a 100 kilómetros.

—     Hola. — Sonreí con pena sentándome y limpiando mis mejillas, el me miraba tan tierno y afligido, yo acaricie su cara se sentía tan suave, cerré mis ojos y comencé a llorar nuevamente esta vez con más ganas, girándome y dándole la espalda.

—     ¿Estás bien? — Me dijo con un tono preocupado, casi como si de verdad le importara como me sintiera, volteé y lo mire fijamente a los ojos, como me encantaba tenerlos frente a mi podía acostumbrarme en segundos a esto, tome su mano y comencé a apretarla, quería estar segura de que estaba aquí, pero solo sentirlo no me bastaba, así que se lo pregunte.

—     ¿Eres real? — Mi pregunta lo saco de onda, se notó en su expresión confusa, pero después me respondió un tanto divertido.

—     ¿Cómo que si soy real? — Soltó una ligera carcajada.

—     Si ósea ¿realmente estas aquí? — Dije sin quitar mi cara seria y observando su reacción, su seño se frunció un poco y después dijo.

—     Es una de las preguntas más extrañas que alguien me ha hecho, *rio* pero sí, soy real, y creo que sí, también estoy aquí.- Me miro un tanto divertido y dijo. —  Pero ¿porque esa pregunta? — Ahora era el quien me observaba atentamente.

—     Bueno es solo que… *me sonroje* la vez pasada creí que solo habías sido una alucinación mía. — Dije mirándolo a los ojos pero un tanto apenada, el soltó una carcajada pero esta vez más fuerte, se miraba tan bello cuando reía, era como siempre lo imaginaba, tomo aire para calmar su risa y me miro de nuevo, echo la cabeza hacia un lado como para inspeccionarme, no pude evitar sonrojarme al notar lo atento que estaba de mí, él sonrió y tomo una de mis manos.

—     Te ves tan linda cuando te sonrojas. — Y vino de nuevo, no pude evitarlo, fue la reacción de sus palabras y de sentir su mano en la mía, solo sé que toda la sangre de mi cuerpo se acumuló en mis cachetes queriendo salir por cada poro, creo que hasta los carros se pararon confundiéndome con un semáforo, me acaricio una mejilla y sonrió, ¡DIOS! ¿Qué estaba pasando? ¿Realmente era real?

¿Como llega el amor?Where stories live. Discover now