Si quieres paz, preparate para la guerra!

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-Ya voy Esther, en un momento bajo.

Rápidamente fue al tocador y comenzó a recoger su cabello en una coleta. Tomo su estuche de maquillaje y se aplicó un poco de base con un poco de polvo para marcar bien el maquillaje, un poco de rímel, no podía faltar un poco de rubor, dándole un toque natural a sus mejillas y finalmente un poco de brillo labial.

Tomo su bolso, donde tenía sus libros, y bajó las escaleras de la enorme mansión Broggi, dirigiéndose al comedor.

Al entrar a la estancia, pudo ver con claridad lo que había en la mesa, un típico desayuno americano; huevos con tocino, tostadas y hot cakes, acompañados con jugo de naranja, leche, y café. Si había algo que hacía feliz a Cara Broggi en la vida sin duda esa era la comida, la consideraba indispensable para poder ser feliz. Era una de las pocas alegrías de la vida, se decía ella.

Antes de tomar asiento observó como su hermana no separaba la vista de su teléfono celular, parecía una especie de maniática loca mandando mensajes con quien sabe que fulano tendría ahora por pareja. A sus 23 años, si algo caracterizaba a April era que por naturaleza era una romántica empedernida en busca del amor de su vida. Era una chica hermosa, el vivo retrato de su madre cabello rubio, ojos cristalinamente azules, piel de porcelana y de mediana estatura. Naturalmente su hermana no se percató de su presencia, ignorándola por completo. Por otro lado sus hermanos Matt y Alexander discutían, también pasando de su presencia, al parecer por que el equipo de fútbol americano favorito de Matt perdió contra el equipo favorito de su hermano mayor.

Alexander tenía 27 años, alto, poseía la estatura de su padre y su carácter firme y temerario, de ojos verdes y cabello café al igual que su abuelo, tenía cierto parecido a su padre, pero sin duda, era idéntico a su abuelo cuando era joven. Sumamente atractivo, tenía una belleza un tanto enigmática digno de su abuelo italiano, con una piel morena. Trabajaba en la empresa de su padre, siendo su mano derecha en todos los negocios. Estaba a punto de comprometerse con su novia Nicole con la que mantenía una relación estable desde hace 3 años, se graduó de Harvard con excelencia académica, con un master en negocios, era el cerebrito de la familia, sin duda el era el orgullo de su padre. La población femenina estaría llorando en unos pocos meses una gran pérdida de excelentes genes para mejorar la especie.

Matt en cambio a sus 25 años, si creía que Alex era atractivo, Matt era un super modelo, tenía un cuerpo musculoso y bien proporcionado, piel blanca pero se bronceaba, con su cabello negro que resaltaban sus increíbles ojos azules, tenía la misma estatura que su hermano, no se parecía a nadie de la familia, todos creímos que era hijo del lechero, o que fue adoptado, pero tenía un aire parecido a la abuela así que esas opciones quedaron descartadas. Estaba en su último año de ingeniería, había abandonado sus estudios por dos años, pero finalmente volvió. Se caracterizaba por ser el más relajado, se conformaba con pasar las materias, no le importaba no tener notas perfectas, siendo el típico playboy que se disponía a disfrutar al máximo su último año de universidad, antes de entrar al mundo de las responsabilidades y al igual que April, nunca tenía una relación estable, pasaba de chica en chica disfrutando su juventud al máximo sin ningún remordimiento. Planeaba sentar cabeza algún día pero ahora no. Amaba los deportes siendo sumamente competitivo, por lo que una sencilla platica matutina se convirtió en una guerra de argumentos con Alexander, solían discutir a diario y este día no era la excepción.

Hombres, murmuró Cara sonriendo ante aquella escena, se encaminó hacia donde estaban sus hermanos y al darse cuenta que sus padre no hacía nada por pararlos, les propinó un golpe en la cabeza a cada uno, sacando a estos de su pelea, girándose éstos hacia donde estaba ella con cara de desconcierto. Y una vez habiendo captado su atención, les brindó un abrazo que alcanzaba a los dos diciéndoles:

¡Si quieres paz, prepárate para la guerra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora