Capítulo cincuenta y ocho

1.8K 121 14
                                    

-¿Cómo lo sabes?, ¿Me estás tomando el pelo?-Alzo una ceja y ella niega, suspiro, estoy comenzando a ponerme muy nervioso enserio.

-¿Cómo te voy a estar tomando el pelo?-Se ríe y encojo los hombros, yo que sé-. ¿Siguen aquí Sebas y Enrique?-Pregunta sacando el móvil de su bolso y asiento.

-Sebas sí, Enrique hace esto que se fue. ¿Por?

-Por saberlo-Se vuelve a reír y bostezo, que sueño.

-¿Cuándo me va a llamar?-Pregunto nervioso, moviendo los dedos y ella ladea la cabeza.

-Me dijo que te llamaría a las siete.

Me va a llamar dentro de una hora y cuarto. Cojo aire y suspiro, pf.

[...]

Se han ido todos, me han dejado aquí solo y casi que lo agradezco. Según mi madre Mia iba a llamarme a las siete y ya son casi y media... Quizás le ha pasado algo y por eso lleva media hora de retraso. Me paso las manos por la cara y apoyo los brazos sobre la cama mientras miro la pantalla del móvil que se encuentra sobre la mesa de enfrente. En cualquier momento podrá sonar este teléfono y yo me moriré.

Los minutos pasan y aún no ha llamado y casi que he perdido la esperanza de recibir su llamada. Sólo con pensar en que no me llamará se me llena la cabeza de cosas que me ha dicho Sebas, como que está con otro, como que ya no está interesada por mí y todas esas cosas que me hace creer aunque sepa que es mentira. Sé perfectamente el problema que hay entre nosotros y quizás ese sea el motivo de este retraso, ojalá mi teléfono suene pronto.

Me muerdo el labio seguidamente, ya hasta me duele de tanto hacerlo. Me crujo los dedos, necesito hacer algo, estoy cada vez más y más nervioso y no puedo controlarlo.

Cierro los ojos, Jesús no te quedes dormido ahora por dios. No me hago caso ni a mi mismo y lo hago, me acabo de quedar dormido. Parte de mí dice levantate pero la otra dice que siga durmiendo.

Mi teléfono comienza a sonar y me despierto, dios. ¿Qué me ha pasado?, ¿Enserio iba a quedarme dormido?, de hecho lo he hecho. Me restriego los ojos y hasta que consigo leer la pantalla pasa un rato, pf. Es Mia joder, es ella. Cojo aire y lo suelto y así seguidamente hasta que decido cogerlo ya de por sí porque se va a cortar la llamada.

-Jesusín-Susurra divertida y sonrío, por fin dios- ¿Qué tal estás?

-Nena-Susurro y me muerdo el labio, me alegra tanto volver a escuchar su preciosa voz y de volverla ver a sonreír-Muy bien, ¿Y tú?

-¡Ay te echo mucho de menos!-Dice con una pequeña risa y suspiro.

-Y yo también-Sonrío y ella me saca la lengua.

Me río y me lanza un beso, por favor necesito verla enserio.

-¿Aún sigues enfadada con tu padre?-Asiente y desvío la mirada, madre mía-. No le hagas ni caso eh.

-No, si ya paso de él-Se ríe y asiento, así me gusta- Tengo algo que decirte-Se apoya sobre su mano y frunzo el ceño, a saber.

Asiento y trago saliva, estoy nervioso y creo que ella lo está notando.

-Voy a ir a Madrid-Sonríe y abro los ojos, Oh-Pasado mañana-No sé si reír, gritar, saltar o yo que sé, sonrío y me muerdo el labio pf-Quería darte una sorpresa pero es que no aguantaba más.

-¿Lo dices enserio?, ¿Vas a venir?-Digo aún sin creérmelo y asiente-Dios.

-Tengo muchas ganas de verte-Suspira y sonrío, y yo más que nunca.

Le lanzo un beso y ella sonríe. Me quedo un rato mirando como lo hace y suspiro, que pase rápido hoy y mañana por favor necesito volver a abrazar a Mia de una vez por todas, sin interrupciones y "suegros" pesados.

-Estoy deseando que llegue el día-Suspiro y ella asiente- ¿Tienes dónde quedarte esa noche?- Pregunto nervioso y ella niega.

-Antes estaba mirando donde quedarme.

-En mi casa-Alza una ceja y asiento-Duermes conmigo, venga nena.

-Está bien-Se ríe y sonrío, Perfecto-¿Tú cuándo te vas?

-Por la tarde a las seis y media-Contesto dándome la vuelta y ella asiente- Me ocuparé de echar a Dani para que no moleste.

Cuéntame al oídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora