Capítulo cuarenta y nueve

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-Pero si Mia no me ha dicho nada-Digo anonadado y Alberto encoge los hombros.

-Porque ella no lo sabe-Dice mientras sigue guardando cosas y suspiro.

-Alberto, Mia podría quedarse aquí-Dice Ana, la madre de Mia saliendo del baño y Alberto niega-No estoy de acuerdo con esto.

-Ana, ya te dije anoche todo, se ha decidido así y punto-Alberto cierra la maleta y me apoyo en la pared, a la mierda todo enserio.

-Primero me encuentro con usted en el ascensor y bien-Suspiro y él cruza los brazos-Después tengo que aguantar cosas innecesarias y para colmo me llevo el disgusto de lo del móvil. Por último se va a llevar a su hija por el simple motivo de odiarme y no entiendo porqué, ¿Le he hecho algo a usted?, ¿Acaso tiene algún problema conmigo?, sólo quiero salir con su hija, nada más.

-Alberto, por favor-Ana se pone a su lado y coloca su mano sobre su hombro-Ya sabes que Mia está muy ilusionada.

¿Ilusionada?, ¿Mia?, oh. Agacho la cabeza y sonrío, pf.

-Que no-Suspiro y me paso una mano por el Pelo-Ahora hablaré con ella.

-No se va a querer Ir-Encoge los hombros y se ríe, madre mía.

-A mi eso no me importa.

[...]

-Es imbécil-Suspira y asiento, ya lo sé.

Estoy hablando por videollamada con Mia. No puedo salir de casa porque estoy castigado, muchas cosas en general, doy gracias porque tengo el móvil.

-No quiero irme Jesús-Se apoya sobre su mano y suspiro.

-Yo no quiero que te vayas nena-Ella sonríe y me muerdo el labio, está guapísima.

-Encima Carol está con Dani-Alzo una ceja y asiente-Llevan todo el día juntos.

-¿A qué hora te vas?-Coge un papel y comienza a mirarlo, suspira y retuerce la boca.

-A las nueve y diez, ¿Por?-Cruza los brazos y alzo una ceja-No me van a dejar salir y tú estás castigado.

-No quiero que te vayas sin que nos hayamos despedido Nena-Me río y ella sonríe-Voy a intentar convencer a mi madre y vuelvo a llamarte.

-Vale, Suerte-Se ríe y me lanza un beso.

Cuelgo la llamada y suspiro, tengo que conseguir ir enserio.

-Mami-Me siento a su lado y ella me mira-¿Me dejas salir por favor?

-No Jesús-Sigue mirando su revista y suspiro-Ya sabes lo que hay.

-Mamá por favor, es importante.

-¿Qué es esta vez?-Cruza los brazos y me mira, allá voy.

-Mia se va hoy y no quiero que se vaya sin que nos hayamos despedido- Explico nervioso y ella alza una ceja-Por favor mamá.

-¿Cómo qué se va?, ¿No se iba en dos semanas?

-Su padre es gilipollas y no quiere que estemos más tiempo juntos, dice que soy mala influencia para ella-Abre los ojos y asiento-Mamá yo no he hecho nada para que me trate así, yo sólo quiero estar con alguien que me quiera y creo que ya lo he conseguido.

-Ay Jesús, que bonito es el Amor-Y una mierda, las estoy pasando Canutas-Venga anda, luego me cuentas. ¡Ah!, y ya me contarás que pasa con su padre eh.

Le lanzo un beso y salgo de casa, perfecto. Tengo como una hora y media para estar con Mia, son las siete, genial. Corro todo lo que puedo, no puedo creer que se vaya a ir, no quiero joder.

Mia.

-Papá me dijiste que nos íbamos a las nueve y Diez-Cruzo los brazos y Niega-No puedo creer que hayas cambiado el billete para las ocho menos diez.

Joder Jesús, ven ya por favor. Le he dicho que estamos en la estación pero no me ha leído el mensaje, mi padre es gilipollas y ha cambiado todo, absolutamente todo.

-¿Lo llevas todo?-Pregunta mi madre arreglándome el pelo y Asiento-No le hagas ni caso a tu padre. Jesús es muy buen chico.

-Lo sé mamá-Sonrío y ella pellizca mi mejilla.

Aprovechando que mi padre está a saber donde este es el momento perfecto para que venga Jesús, pf espero que esté al llegar...

[...]

Quedan diez minutos para que el ave salga y Jesús aún no ha llegado, joder... Creo que hay ciertos puntos en los que mi padre se alegra de esto.

-¡Mia!-Escucho decir a lo lejos y me doy la vuelta, Jesús viene corriendo. Sonrío y frena para parar delante de mí.

Me besa, le da igual que estén delante mis padres, le da igual absolutamente todo el mundo y a mí, también. No puedo irme ahora, ¿Qué pasará si me voy?

-No te vayas por favor-Suplica acariciando mi mejilla y suspiro.

-No puedo hacer nada Jesús-Encojo los hombros y él asiente.

-Nos tenemos que ir-Dice mi padre tirando de una cuerda de mi mochila y Suspiro-Mia, vamos.

Jesús agarra mi mano y tira de ella.

-Quédate en mi casa-Propone nervioso y niego-Mia, quédate por favor.

Cinco minutos, joder. Agacho la cabeza y niego, no voy a poder.

-Lo siento Jesús-Suspiro y el asiente.

-Te echaré de menos enana-Sonríe y me Abraza-Nos veremos muy pronto te lo prometo.

-Eso espero Jesusín-Acaricio su espalda y sonrío, pf.

Por última vez besa mis labios y sonríe, tiene los ojos iluminados y yo contengo las lágrimas, hay tantas cosas entre nosotros.

Me lanza un beso y sonrío, esto es un adiós, o quizás un hasta pronto, lo único que sé es que quiero estar a su lado.

Cuéntame al oídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora