Capítulo 04

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24 horas antes de la exhibición.

Nico había tenido que dormir un poco, fue la mejor decisión. Aunque su intención era continuar justo donde se había quedado, su cuerpo ya le exigía un descanso, además de que si seguía pintando en ese estado no lograría nada, excepto volver a lastimarse y probablemente manchar de sangre su cuadro para terminar frustrada, más de lo que ya estaba. Procuró descansar al menos 5 horas, consideró que eso sería suficiente –o al menos le serviría– para aguantar aquel día. Mientras desayunaba y con la mente más despejada, se dio cuenta que sería bastante difícil pintar –más de lo que había imaginado– y sumamente doloroso. Se levantó y caminó hasta el fregadero, donde dejó su bowl con rastros del cereal y la leche que había comido. Observó su mano vendada, la abrió y cerró un par de veces, sí... definitivamente dolía y mucho más que el día anterior. Pero era normal, su vecina le había dado pastillas para el dolor y el efecto había terminado varias horas atrás. Nico vio el calendario, no tenía tiempo para quejarse, debía terminar a cualquier costo. Tomó su laptop, le conectó un par de bocinas que por lo general usaba cuando veía películas, buscó la canción que necesitaba, le dio reproducir y luego seleccionó "repetir". La artista tenía muy claro que no era lo mismo que escuchar a la pelirroja tocar, pero debía intentarlo. Subió el volúmen, siendo consciente de que a esa hora y ese día, sería la única en ese piso. Tomó lo necesario para continuar el cuadro y se sentó en su área de trabajo, debía seguir sin importar el dolor.

Aquel, era el primer día libre de Maki en meses. Usualmente estaba en el hospital de sus padres, ya sea cumpliendo el ajetreado horario que le correspondía, pidiéndoles asesoría con su tesis –a lo que dedicaba más tiempo– o ayudándolos en lo que pudiera para expandir su conocimiento y mejorar. No se arrepentía de ello, sabía que mientras más rápido pudiera liberar su título y comenzara con la especialidad, más rápido podría tener tiempo para dedicarle a la música. Ciertamente le gustaba su carrera, aunque también era porque la habían encaminado desde muy pequeña a ello. Pero la música era algo suyo, la adoraba. A sus padres les gustaba escuchar a Maki tocar, aunque no eran tan apasionados a la música como su primogénita lo era.

La doctora dormía plácidamente, hasta que algo comenzó a molestarla y la hizo removerse entre sus sábanas, era una melodía muy conocida que se hizo presente en su cabeza y en algún momento irrumpió sus sueños. Había empezado un buen rato atrás y se repetía una y otra vez, aunque en un inicio se escuchaba bastante lejana para no prestarle mucha atención, ahora era lo suficientemente fuerte como para no dejarla dormir. Por fin abrió los ojos irritada y se dio cuenta que la melodía provenía del departamento de junto. Se levantó y caminó hacia la cocina. No iba quejarse, era muy raro que su enana vecina fuera tan escandalosa. Abrió el refrigerador, se topó con los restos del pastel de tomate y decidió que ese sería su desayuno. Se preguntaba dónde lo consiguió la pelinegra, ¿quizá lo había hecho ella?

Maki desayunó "tranquilamente" intentando ignorar lo mejor posible la canción que no dejaba de repetirse, pero poco a poco comenzaba a sacarla de quicio. Fue hasta más tarde, cuando la pelirroja intentaba buscar un dato en su atlas de anatomía que ya no pudo soportar más y explotó.

Salió de su departamento dispuesta a pelear con su vecina, tocó el timbre y esperó brevemente... pero la puerta no se abrió. Volvió a tocar obteniendo los mismos resultados y entonces... la dichosa canción volvió a empezar. Siguiendo el ejemplo de lo que había hecho su vecina días atrás, pulsó el timbre repetidamente y no, no pensaba detenerse hasta que la enana saliera. Al fin la melodía había cesado, por lo que Maki también se detuvo y segundos después, la puerta se abrió dejando ver a la chica que habitaba ese departamento, quien al toparse de frente con la pelirroja inmediatamente cambió su expresión mal humorada por una que estaba llena de genuina sorpresa.

Arte y músicaWhere stories live. Discover now