Capítulo 24. [Editado]

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<<Solo esos sentimientos que no tienen nombre, pueden transmitir grandes pasiones ocultas>>

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—Cariño, ¿Estás bien?

Pregunta mientras se posiciona a su altura, tomando sus manos y tratando de verla a los ojos. Está helada y con el tacto frio. Niega completamente mientras aún dirige su vista a aquella hoja de papel.

—No te sientas mal, más bien, alistemos tus cosas, debo liberarte de este infierno.

—¿Cómo lo conociste?—pregunta sin rodeos, sin mirarle a la cara, simplemente tratando de demostrar aquella fragilidad en el cuerpo de una adulta.

—Es una larga historia...—dice tranquila—Él me buscó a mí.

—¿A ti?—indaga una vez más, sus ojos se entreabren mostrando seriedad.

Victoria asiente segura esbozando una sonrisa de lado. No muy convencida, Alex eleva su cuerpo sujetándose de las paredes, sacude su vestido, y una vez más, limpia las lágrimas en su rostro.

Camina en dirección a la ventana, aún con la carta en manos. Suspira pesadamente observando cómo van llegando cada uno de los invitados, en sus carrozas elegantes, con sus finas vestiduras.

Sin dudarlo, esta no es la vida que ella desea vivir.

—Debo cumplir la promesa que le hice.—habla nuevamente, pero ahora, se sitúa detrás suyo. Deja una mano en su hombro descubierto, observando al mismo lugar que la muchacha.

—¿Cuál promesa?—gira rápidamente elevando su tono de voz, el color de sus ojos se ilumina con la luz que poco a poco, entra por el reflejo.

—Quiero llevarte muy lejos, empezar de nuevo. Una nueva vida, un nuevo hogar. Algo totalmente diferente.

Alex enarcó las cejas.

—No evadas mi pregunta, Victoria.—musita molesta, rueda los ojos sosteniendo aquel enorme vestido—¿Qué promesa? Si quieres que confíe en ti, empieza por hacerlo conmigo.

El nerviosismo, las miradas directas, el ambiente incómodo no era un buen lugar para informar todo lo que se había planeado meticulosamente junto a ese Joseph.

Nadie sospecharía, la única persona que podría ayudarla, se encontraba demasiado lejos.

—¡Contesta!—dice de nuevo, sólo que ésta vez, un grito exuberante se escucha entre el espacio que recorre de forma desafiante. La sombrilla de encajes cae al suelo de golpe, aumentando la tensión al silencio que ahora, existía en la habitación.

—Fue Joseph...—suspira pausadamente elevando los brazos en gesto de rendición—¡Listo! Ya lo dije.—añade dando media vuelta, dirigiéndose al gran vestidor.

—¿Cómo lo conociste? ¿Cómo sabes de él?—impresionada, la persigue mediante preguntas, atestando la poca calma que ambas conservan.

—Él me busco a mí, ¿Lo entiendes?—gira de nuevo tomándola de los hombros, ambas se ven fijamente, no cabe redundar en algo tan fácil de deducir. Suspira una vez más.—Joseph me informó que tenía una sobrina... primero no le creí, pensé que todo era una broma. Luego lo analicé y decidí seguir comunicándome con él. Me ganaba la curiosidad, quería saber si en realidad existías. Y... ¡Aquí estas!

Muestra una sonrisa ladeada y extiende sus brazos para poder abrazarla.

—¿Cómo está él? ¿Se veía bien?—repite varias preguntas con los ojos abiertos mediante el abrazo, con la emoción en su rostro al solo escuchar su nombre.

Behind The Mask© (Michael Jackson) [Editando]Where stories live. Discover now