Capítulo 12.

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Los gemidos ocasionados por la entrega mutua, sacudían los cuerpos retorciéndose de pasión. Sin duda, el amor y la felicidad estaban presentes ocasionando ese extasis de emociones, nada diferente a lo que sintieron la primera vez. Ambos llevaban los ojos cerrados, tocando el mismo cielo mediante besos profundos. Ella acarició su espalda con una mano, y la otra, la tenía enterrada en las sábanas mordiendo sus labios, arqueando un poco más su espalda. Ambas intimidades estaban conectadas ardientes de placer, siendo uno solo. Una sola carne para renacer en la eternidad.

"Mi alma honra tu alma. Yo honró el lugar en ti, donde reside el universo entero. Yo honró la luz, el Amor, la paz y la belleza dentro de ti. Compartiendo estas cosas estamos Unidos, somos iguales, Somos uno"

Las sábanas blancas que cubrían sus cuerpos sudorosos y satisfechos de todo el amor entregado, sentían la suave brisa del balcón. Se encontraban recostados, ambos espíritus entrelazados sintiendo el latido descontrolado del otro. Todo el amor derramado como la cera caliente de una vela, consumía poco a poco la desconfianza, reparandola en conciencia del pasado. Un pequeño beso en la frente acompañado de caricias y susurros de "Te Amo", alimentaban poco a poco el alma obtenida. Su mirada profunda fue a parar en sus ojos avellanas, la calidez y comprensión daban presagios de un final anhelado. Las paredes sudorosas acompañaban gran unión en la tierra; era tan acogedor estar entre sus brazos, una vez más sintió la transportación de una oportunidad más en la vida.

"No temo entregarme a ti una vez más, lo hice tantas veces en el pasado, y lo haría muchas veces en el presente, y muchas más en el futuro, hasta llegar a la eternidad. Nuestra eternidad."

-No sabes cuanto te extrañe.- susurró en mi oído, deleitándome con ese sonido tan peculiar y familiar para mis sentidos. Dejó un beso en mi hombro descubierto.-No sabes cuanta falta me hiciste, no debiste alejarte.

-No lo hice...siempre estuve contigo, mi corazón lo estuvo. - tome su mano izquierda llevándola a ese lugar. Mis latidos eran más fuertes, más descontrolados, más certeros con lo que sentía en realidad. Sonrió al tacto.

-Pues yo nunca deje de pensar en ti... -mordió su labio inferior, un pequeño riso cayó en su frente. Lo levanté con delicadeza perdiéndome en el marrón de sus ojos. La tristeza invadía por completo esas pupilas, su corazón herido me trasmitia las ansias de contarle la verdad más a detalle. -Nunca deje de recordarte,... -pronunció sacándome totalmente de mis pensamientos. - ¿Estás bien?

- Emmm...-sacudí mi cabeza con una mano en la frente. Las mentiras no podían seguir interfiriendo en esto, debía ser sincera. - ¿Te puedo hacer una pregunta? -enderece mi cuerpo cubriendome con las sábanas.

-Claro. -sonrió- las que quieras. -asentí tomando aire y calmando mis alterados nervios. Miré nuevamente sus ojos implorando que no boten lágrimas una vez más.

"Cómo pupilas rotas, lágrimas de escarcha"

- Bueno...no sé como empezar con esto. -mordí mis labios. Mi cara comenzaba a arderme, sin duda me sonrojaba.

-Desde el principio,... -sugirió de una forma adorable. Su torso desnudo me incitaba a dar pequeñas caricias. Una abstinencia para mí.

-¿El Principio? -pregunté con los ojos entreabiertos.

-Hasta el final.

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8 años antes.

Behind The Mask© (Michael Jackson) [Editando]Where stories live. Discover now