Capítulo 14

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─ Lo lograste ─sonrió como siempre lo hacía: encantadoramente─ ¿Cómo te encuentras?

Saya continuaba observándolo, bajo la poca luz que había en la noche, en su rostro se proyectaban ligeras sombras que le daban un aire más noble e interesante. Se tomó su tiempo para admirar aquello antes de responder.

─ No tan bien como me gustaría ─le dio un ligero empujón luego de notar la posición, humillante bajo su punto de vista, en la que se encontraba─. Y por supuesto que lo logre, incluso sin ti lo habría hecho de todas formas.

Trato de sonar naturalmente fría y distante como siempre. Orgullosa, ni siquiera volvió a mirarlo. Se incorporó como pudo bajo la cálida sonrisa que él nunca dejo de mostrar. «Que irritante», se dijo así misma, pero por alguna razón también sonrió y una sensación acogedora la invadió.

─ ¿Segura? Si no recuerdo mal, hace un momento estabas realmente feliz de que yo estuviera aquí ─uso un ligero tono burlón, algo inusual en él, pero que le salía muy natural.

─ Eso, es que... ─busco una excusa y no noto lo nerviosa que estaba ya que no dejaba de tartamudear.

─ Incluso me pareció verte llorar. Vaya que me extrañabas.

─ ¡Suficiente, idiota! ─hizo ademan de golpearlo, pero en su lugar se volteo con el rostro enrojecido de la vergüenza─ ¡Me preocupaba como iba a regresar al santuario sola! ¡Eso es todo!

Sísifo soltó una carcajada. Aquella actitud era poco usual en Saya; sin embargo, para él, le era bastante tierna. «Aunque "tierna" no es una palabra que a Saya le gustaría escuchar».

─ Sísifo ─lo llamo sacándolo de sus pensamientos.

─ ¿Eh? ─hablo un poco confundido por la repentina calma en su voz─ ¿Qué ocurre?

─ Gracias ─soltó inesperadamente y algo cohibida─ por confiar en mí.

Saya se giró y lo miro con una sonrisa real. Sísifo pudo ver la gratitud claramente reflejada en su expresión.

─ No, gracias a ti.

─ ¿Qué pasa? ─pregunto un joven niño a su compañera, quien se encontraba observando el exterior a través de una pequeña ventana que había en la habitación en la que se encontraban.

─ Nada, es solo que... ─no sabía cómo definir a aquella opresión en su pecho─ tengo un mal presentimiento.

─ Está bien ─le dijo el tratando de reconfortarla─ debe ser solo tu imaginación, Sasha.

─ Si... eso debe ser─ respondió no muy convencida.

Saya miro el cuerpo de inconsciente Aiacos, tirado en suelo de lo que fue su campo de batalla. Estaba acercándose a él a paso lento cuando una sombra con alas negras se plantó frente a ella de manera violenta. Todo se volvió silencioso, y aquello que paso a continuación fue tan rápido que no hubo tiempo de reacción.

«Sangre ─era lo único que veía y en lo único que podía pensar─. Mi sangre»

Saya había sido atacada, recibiendo un golpe justo en medio de su frente. Lo que quedaba de su máscara ahora no eran más que fragmentos dorados esparcidos sin sentido por el piso. Sangre emanaba desde su frente, a través de su rosto, se perdía dentro de sus prendas e incluso manchaba el suelo.

Tenía la mirada perdida. Estupefacta. Incrédula.

Sísifo se encontraba en las mismas condiciones.

─ ¡Saya! ─grito cuando logró reaccionar. Busco con la mirada al responsable, Aiacos seguía en inconsciente.

Cuando el cuerpo de Saya cayó de rodillas, pudo observar a su agresor. O más bien, a sus agresores. Ambos portaban surplices.

─ ¿Quiénes... son? ─hablo ella con un hilo de voz agonizante.

Salieron de las sombras, mostrándose ante los Santos de Athena. Habían llegado allí como orden de la señorita Pandora, únicamente para socorrer al Juez de Garuda. A menos de que se interpusieran en su camino. Y no estaban de humor.

─ Radamanthys de Wyvern, estrella celeste de la ferocidad ─dijo uno de ellos, el de ojos amarillos y cabello rubio alborotado.

─ Minos de Grifo, estrella celeste de la nobleza ─dijo el segundo, de cabello largo y gris, el cual cubría ligeramente su rostro.

Dos jueces del infierno. Dos de los espectros más fuertes del ejército de Hades.

─ Aiacos, bastardo ─Radamanthys levanto a su compañero inconsciente del suelo, ignorando a los santos de oro que tenía en frente─. Siempre sediento de sangre. Pandora-sama nos ordenó investigar, no comenzar una pelea innecesaria sin la suficiente información.

─ Es una prueba de su valentía ─intervino Minos con una ligera sonrisa y una mirada divertida apenas visible detrás de su cabello─ hace honor a su nombre.

─ ¡Tch! ─gruño el otro juez, su mirada era afilada e iracunda─ No le veo el honor en ser derrotado por santos de Athena.

Radamanthys observo por primera vez a Sísifo desde que llego. Se enderezo imponiendo superioridad ante el Santo de oro. Ambos se observaron por un momento, hasta que la mirada del santo de sagitario se desvió a su compañera. Intentaba, sin mucho éxito, levantar su rostro.

Su rostro. Aquello que debía esconder por obligación y que solo él había logrado contemplar. Era hermosa, a pesar de la situación ese fue su pensamiento. Alguien así no merecía estar en ese estado tan lastimero. Sísifo no pudo resistirlo más y ataco.

─ ¡Kheiron's Light Impulse! ­─extendió sus alas e impulso un ancho haz de luz con los brazos, lo que genero un torbellino masivo.

─ ¡Greeding Roar! ─Radamanthys elevo su cosmo y mediante un potente rugido lanzo una onda destructiva en dirección a su enemigo.

Ambos ataques coalicionaron en el centro, creando una nube de polvo y una onda expansiva a causa de la exposición. En cuanto se disipo, santo y espectro se miraron. El juez de Wyvern lucia furioso mientras cargaba con su compañero, sin embargo se dio la vuelta y empezó a caminar.

─ Llevare a Aiacos con Pandora-sama para que reciba su castigo ─solo se oían los pasos de Radamanthys y los pies siendo arrastrados del juez de Garuda─. Encárgate de ellos, Minos. Ya han ocasionado muchos problemas.

─ Por supuesto, después de todo la señorita ya lo ha aprobado ─dijo Minos sonriendo, pero esta vez era una sonrisa sádica. Su compañero no había volteado a verlo, solo reanudo su marcha recordándole una última cosa.

─ No tardes o la señorita podría molestarse ─continuo su camino hasta perderse en la oscuridad del bosque.

─ No hay problema ─susurro.

Ambos, Saya y Sísifo, no sabían que esperar a continuación.



Mis queridos lectores. Como han estado? Yo he estado tratando de sobrevivir xD. En fin, esta historia pronto llegara a su fin TT.TT *llora como Magdalena* espero que la sigan disfrutando. No se cuando subire el proximo cap, solo espero que pronto.

Me gustaria preguntarles: Que creen que pasara?? IDEAS!!!! Quiero ver que opinan xD ... Aunque lo mas probable es que se lleven una sorpresa. Respondo dudas, quejas, maldiciones, criticas y sugerencias en los comentarios (asi es comenten :3)

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 Sui Feng

Saint Seiya: Corazon afiladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora