43

270 21 2
                                    

Clara
Hicimos todo y volvimos a casa. No podia evitar mirar la puerta de Leo antes de entrar. Sabia que estaba allí dentro pero no podia hacer nada. Mi hermano me empujo haciéndome saber que estaba impaciente y que abriera la puerta. La abrí, pasó y soltó las bolsas en la cocina.

—¿Sabes que nos hemos gastado cerca de 20€ en Ramen? — Preguntó guardando el Ramen en la despensa.

— Seeeeh — rio. Me acerqué y empecé ayudarlo.

— ¿Estas mejor?

— Si... Gracias Carlos...

— De nada hermanita

— De todas formas no es que hayamos durado mucho...

— Vamos a dejarlo — Sonrió — ¿Ramen? — Lo vi con cuatro paquetes de ramen levantados y mirandome divertido e hizo que riera.

— Obvio — Sonreí— Voy a cambiarme.

Estuvimos comiendo ramen y viendo peliculas hasta cerca de las 2 de la mañana que es cuando nos quedamos dormidos en el sofa. Sobre las 4 escuché el whatsapp y me levante. Adormilada cogí el telefono y vi que era un audio. ¿Que le pasaria?
Abri el whatsapp y empecé a escucharlo.

— Hooola... Vale no. ¡Hola Clara! Acabo de sonreir pero tu no me puedes ver — Rio — Vengo de una fiesta de Around the corner y estoy borrachooo peeero sigo algo cueeeeerdo. Te mando esto poooorque acabao de casi acostarme con una tia y me acordeee de tiiii poooor lo que... Ostia, caaasi me doy con la farola — Rió — Bueno, al acordaaaarme de ti, no puuuude haceeeer naaaaadaaaaa poooorque creeeeo que estoy enamoraaaado, aunque hay estuuuudios que dicen que soooolo te enamoras a los 90 dias de hacerlo pero yo creo que noooo. Y bueno... Te quiero enana. — La barrita del audio finalizó. Miraba el telefono algo shockeada. Estaba borracho, se le notaba. Me acababa de decir que habia estado a punto de acostarse con alguien pero no pudo por mi culpa y despues que me queria... Cada vez entendia menos a ese chico. Inevitablemente sonrei. Como todo estaba en silencio escuche como se abria una puerta en el pasillo. Me acerqué a la puerta y me asome por la mirilla. Era el pelo pollo. Queria salir y abrazarlo pero sabia que borracho no seria serio. Sonrei levemente y volvi al sofa. Note como algunas lagrimillas salian. Joder lo queria.

— Bro... Son las 4 de la mañana, vamos — Dije agitando el hombro de Carlos. Este abrio los ojos y me miró.

— Joder... ¡Que dolor de espalda! — Parece ser que vio las minilagrimas — checheche ¿Por qué lloras?

— Lo quiero, Carlos... — Me abrazó — Vamos a dormir anda.

Se levanto y se fue a su cuarto no sin antes despedirse. Me fui al mio y me tumbe en mi cama. Solo tenia ganas de llorar. Me quede dormida abrazando la almohada. Lo queria muchisimo.

Estaré Aquí Para Tí Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz