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Clara

Llamé al cerrajero tan pronto como salí de la casa en la que había pasado la noche. Pedí por favor que si yo no estaba que le dejaran las llaves a Nala.
Monté en el coche y arraqué para llegar al hospital. Una vez allí pregunté, como todos los días, por Carlos. Esbocé una sonrisa al conocer que lo habían pasado a planta. Subí a su habitación y, aunque siguiera tal y como días anteriores, estaba estable. Me senté en una de esas sillas de las habitaciones. Desbloqueé el móvil y me llegó un whatsapp de Nala. Me informaba de que ya había recogido las llaves nuevas. Iba a responder, pero Miguel irrumpió en la habitación.

- Buenas.

- H-hola... No te esperaba. - Reí nerviosa.

- Yo a tí sí, Clarita... Vale eso ha sido demasiado cercano, lo siento... - Agachó la cabeza.

- No te preocupes, pero prefiero Clara.

- Vale.

Se acerco a mi hermano.

- Por lo que veo, todo va bien...

- Iría mejor si no estuviera aquí y estuviera en el sofá de casa jugando a la play e impidiendo que yo juegue... Pero bueno, se puede decir que está bien...

- ¡Bueno! Alguien está enfadada...

- ¡No estoy enfadada! - Dije irritada.

- Sí, sí lo estas... ¿Qué ha pasado?

- Te lo voy a contar a tí sin conocerte.

- Tengo un grado en psicología, ¿sabes?

- Nanananana, ¿nana?

- Sentimientos alborotados, sí.

- ¡Déjame! - Me irritaba cada vez más - ¿Por qué tendría "sentimientos alborotados"?

- Cualquier cosa, señorita Guerrero.

- Pero... ¿Qué tipo de cosas?

- ¿Tu edad?

- ¿Para qué... ?

- Tu. Edad. Por favor...

- 19 años... - balbuceé

- Chicos y madurar demasiado pronto.

- ¿Chicos y madurar? - Reí - No.

- Aunque no lo creas es lo más común a tu edad...

- ¿Y a la tuya? - Dije algo borde. - Vejestorio - Susurré.

- No soy tan viejo... 28 años son pocos, eh. - Rió. - Bueno, dejemos el tema.

- Mejor...

- Hay muchas posibilidades de que Carlos despierte.

- ¿En serio? - Toda la irritación se fue. Amaba a ese puñetero médico (obvio no como pareja, es una forma de hablar). Solté un gritito de alegría.

- Sí. - Esbozó una sonrisa tranquilizadora- Bueno, Clara. Debo ir a ver más pacientes y piensa, ¿qué chico se ha cruzado hace poco en tu camino? - Sonrió mientras cogía el pomo de la puerta. - Hasta luego, señorita alborotada.

- Adios. - Mustié lo más sosa que pude.

¿Quién se había cruzado en mi camino? Solo me pasó por la cabeza una persona... Leo.

Estaré Aquí Para Tí Where stories live. Discover now