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Clara

Llegar a comisaría y encontrsrye un follón del carajo...

— ¿¡Qué cojones esta pasando!? — Grité desde la entrada. Todo se quedó en silencio. Me miraron y agacharon la cabeza. Leo no imitó al resto y abrio la boca para comenzar a hablar.

— ¡Clara! — Dijo en un tono de alivio.

— Hola. — Dije lo más seca posible. — Así que por esto todo estaba tan silencioso, ¿eh Carlos?— Me miró y agachó la cabeza.

— Lo siento. — Es lo único que pudo pronunciar

— Lo mejor de todo es el follón que estais formando aquí. — Leo me miró.

— Es que esta policia — Miró a la policía con desprecio — Dice que estoy ebrio y no lo estoy, ¿a qué si?

— No estas lo suficientemente sobrio para conducir pedazo de... Bakaaa.

— Pero es que estoy sobrio. Si he podido conducir hasta aqui puedo volver, Clara no le des la razón.

— Señor Guillem, y compañía, deben permanecer dentro de la celda hasta que la señorita firme que podeis salir, por cierto... ¿Es usted la poseedora de la casa en la cual se dió la fiesta?

— Sí, está a mi nombre.

— Perfecto, firme aquí.

Me acerque a aquella oficial de policia, pero Leo me cogió de los hombros impidiendo que siguiera andando. Se puso frente mía.

— Leo, si quereis salir, déjame llegar...

— Pero es que dice que estoy ebrio... Y eso no es...

No lo deje seguir. Coloqué mis manos en sus mejillas sujetandole el rostro. Lo acerqué a mí y lo besé. Estaba harta de lo mismo. Al principio se mostró sorprendido pero decidió seguirmelo. Sus manos que anteriormente estaban en mis hombros bajaron a mi cintura apegandome más a él. Al separarnos sonreimos muy levemente mientras nos mirabamos a los ojos. La oficial tosió haciendo que volviera a la tierra y que me di cuenta lo que acababa de hacer.

— ¡Leo! ¡Creí haberte avisado! — Chilló mi hermano. Giré el rostro y vi a todos sujetando a Carlos. Volví a mirar a Leo y tenia un rostro de terror. — Dejadme, ¡Es mi hermana!

— Un momento, vamos a demostrar que no pasa nada. — Dijo Cyclo. — Leo es el hermano de esta Harley Quinn, ¿cierto?
Leo y yo asentimos mientras el soltaba a Carlos dejándole el cargo al Brocoli, a Kronno y a Dalas. Cogió a Nala de la mano y la acercó a él. — Oye, ¿por qué estas tan seria? — No dejó que ella respondiera y la besó. Nala parecía sorprendida pero lo siguió. Podía ver como la cara de Leo pasaba de terror a furia. Ay dios mio... Una hez que se separaron pude ver que Nala estaba algo sonrojada — Ya está. Ves, Carlos, Leo no ha hecho nada...

Leo no habia hecho nada porque tenia su mano sujeta.

— No, no he escho nada, pero si supieras todo lo que se me ha pasado que podria hacerte en este momento... — Rió — Mejor me callo...

Tras eso, Carlos se medio tranquilizó. Firme para que pudietamos irnos.

— Bueno, en el coche podemos ir cinco contandome a mí. En todo caso los mas cuerdos ahora mismo sois Cyclo, Dalas y Nala. Leo no cuenta...

— ¡Clara! — Llamó mi atención el manco. — ¿Puedo ir junto a Leo? Me encantaria hablar civilizadamente con el — Sonrio con malicia.

— No, Leo va de copiloto. — La cara del recien nombrado se alivió. — Vamos...

— Yo me voy andando, vivo aquí al lado... — Dijo Dalas y yo asentí. — Adiós — Dijo alargando la "a".

— Adiós. — Dije acompañando mis palabras con una sonrisa. — Bueno, Cyclo, Nala, esperadme tardo muy poco. Por cierto, ¿tienes mis llaves todavia, Harley? — Pregunté.

— Sí, toma... — Metió la mano en su bolsillo y me tendió mis llaves.

— Arigato. Chicos al coche. Tardo poco, ¿vale? — Asintieron.

Le comunique lo anterior a la oficial y me dio el visto bueno. Al montarnos en el coche todos menos yo se quedaron dormidos. Mientras conducía Leo se despertó durante un pequeño tiempo.

— Clara... — Llamo mi atencion. — Te quiero... — Dijo y volvio a dormirse.

— Y yo tambien, Leito... — Susurré y seguí conduciendo.

Estaré Aquí Para Tí Where stories live. Discover now