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Clara

Me levanté por el repetido ruodo de mi telefono. Sabia que era el mío pero no estaba en la habitación. Por un momento no reconocí donde estaba, pero luego sí. En casa de Leo. Especificamente en su cuarto. Me levanté y me coloqué los calcetines. Salí de la habitación y fui al salón. Tenía cerca de los 100 whatsapp y como 20 llamadas perdidas. ¿Quién se había obsesionado con petarme? Vale, eran la mitad de Nalasita, un cuarto de Leo, y otras varias de Carlos y de Cyclo.

¿¡Cómo habían acabado todos en comisaría!?

Cogí mis cosas e intenté entrar en casa, pero estaba cerrada y no tenia la llave ya que se las había dado a Nala. Con lo puesto baje al coche y comencé a conducir hacia comisaría.

Leo

Llegué a comisaría. Me registré y entré al cuartelillo.

— ¡Guilleeeeem! — Gritó mi hermana acercandose a las rejas. — ¡Menos mal! ¿Cómo estas?

— Algo mareado por el alcohol de antes pero bien... Lo importante es, ¿cómo habéis acabado aquí?

— Preguntale a estos cuatro borrachos. Incluso edta aquí Batman y no quiero que este. Yo con mi querido Joker me conformo.

— Tía, estas loca.

— Disculpe, déjeme abrir para que puedan salir... — Dijo un policía acercándose con las llaves en la mano.

— S-sí — Respondí y me quite de delante. Abrió la puerta y Nala me abrazó. Nos dosponíamos a irnos pero el policía me cogió del hombro impidiendo que continuara.

— Un momento... A usted tengo que hacerle varias preguntas antes de que se marche...

— V-vale...

— ¿Va a conducir usted?

— Sí, soy la persona menos ebria de ellos.

— Pero, lamentablemente usted huele a alcohol...

— Sí, hace dos o tres horas, desperte en el ambulatorio porque casi me da un shock etilico, pero segun los médicos estoy sobrio...

— Yo quiero ver ese informe o alguien que pueda confirmarlo.

— ¿Clara? Estuvo contigo mientras estavas en el medico, ¿no?— Preguntó Nala.

— Sí pero ahora esta dormida en mi cama...

— ¡Mira Leito, comoh te aserqueh a mi hermana te rao! — Se acercó a mí y me hincó el dedo en el hombro.

— ¡Auch! Pues que sepas que ya nos hemos besado, pedazo de...

— ¿¡Qué qué!? Leo, creí avisarye en su día...— Fue a darme un buen puñetazo cuando ese Joker le paró la mano.

— Carlos, tú y el alcohol no sois buena combinación, déjalo. — El punetazo que iba hacia mí acabó en la cara de ese Joker. Mi hermana se fue de mi lado y se enfrentó a Carlos.

— No le toques ni un solo pelo a Pudding, ¿entendido? — Dijo empujándolo.

— Y, ¿quién es el titular de la casa. — Todos miramos a Carlos.

— EPA, a mí no me mireis. La casa esta a nombre de mi hermana y ella no está aquí. Y por cierto, chica de coletas de colores. Ese Pudding peli verde no sabe como resolver nada. Lo conozco desde antes que tú. — Dijo Carlos enfrentándose a Nala. Esta le pegó un empujon y empezó a gritar cosas para defender al Joker.

Bueno, al menos que alguien llame a otra persona para que los recoja, me temo, que incluido usted, señor Guillem, deben volver a entrar...

— ¡Le digo que estoy sobrio!

Se formó la catombe. Yo me peleaba con la policía, Nala no paraba de defender al Joker, encima entró en su modo agresivo por lo que era peligros, los otros dos grabaron borrachos mientras que el otro estaba en el baño. Un jaleo total. Y lo mejor es que los demas presos se habían colocado en las rejas para ver mejor. Genial.

— ¿¡Qué cojones esta pasando aqui!? — Grito una voz algo conocida.

Estaré Aquí Para Tí Where stories live. Discover now