Capítulo veinticinco. Acepta una cita conmigo.

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Toda la Universidad me mira. Siempre me ha gustado pasar desapercibida y lo había conseguido hasta que estos tres orangutanes se propusieron llevar una guerra silenciosa para conquistarme, aunque bueno, eso no me importaba porque apenas lo sabía gente, el problema llegó cuando se produjo la pelea en clase de inglés y el rumor se corrió como la pólvora. Muchos rumores me llegaban de allí y de aquí, como el de que era una guarra por estar jugando e ilusionando a los tres; que era un poco descarada por estar rompiendo amistades; o que era la víctima de todo esto y que los chicos solo quería utilizarme. Había más rumores de los primeros que de los segundos, y me preocupa cómo actúa la sociedad actual. Aparte de que siempre vayan inventando mentiras y difundiendo historias que no son ciertas, se suele halagar a los chicos cuando se comportan como unos auténticos capullos y a las chicas las ponen por chicas sueltecillas.

No es algo muy grato que vayan observando detalladamente cada paso que des, la comida que comes y las personas con las que te juntas. ¿Qué culpa tengo yo de que esos tres muchachos decidan hacer tales idioteces? Sigo sin entender por qué me culpan a mí del comportamiento que tienen.

El escándalo no fue solo eso, sino que aún fue más hablado que Javier viviese en el mismo apartamento que yo. Se preguntaban cómo podía estar saliendo con Mariano y Marcos cuando, probablemente, tuviese relaciones con Javier. En serio, la gente tiene demasiada imaginación.

Todo se agrandó más cuando mi prima y mi amiga vinieron diciéndome que todo el mundo quería detalles sobre las relaciones que tenía con cada uno y cómo había sucedido todo. Me habían dicho que no les llegaba ninguna noticia ni cotilleo más al periódico. ¡Incluso me pidieron permiso para publicarlo todo! ¿Desde cuándo mi vida se ha vuelto de interés público? Evidentemente me negué a que publicasen nada sobre mí y decidieron hacer una especie de encuesta con quién debía quedarme para que me fuese más fácil ''aclararme'' y así los demás estudiantes dejasen de darle tanta importancia al tema y estuviesen callados, entretenidos y pocos insistentes con todo este asunto.

¡Ah! Se me olvidaba rectificar algo: alumnos solos no, porque por lo que he llegado a enterarme lo leen incluso los padres.

En serio, empiezo a preocuparme sobre el estado de curiosidad que llegan a tener las personas. Para entretenerse con historias como estas tienen las películas americanas o las novelas suramericanas. Creedme, es mucho más interesante que todo lo que me está pasando en mi vida.

Por otro lado, los profesores me miran de muchas formas diferentes. La de matemáticas me lanza miradas despectivas mientras que el de inglés me sonríe pícaramente y, cada vez que puede, me sigue con la pequeña libreta. Me siento extrañamente acosada y agobiada. De un día para otro he sido odiada por muchas personas y admiradas por otras.

—¡Va ganando Mariano! —gritó mi prima entrando corriendo por la cafetería. Al gritarlo, algunos alumnos que estaban sentados y hablando de conversaciones triviales, comenzaron a aplaudir y otros se dedicaron a soltar lamentos e insultos.

—No me importa esos malditos resultados. —contesté de mala gana. —Solo quiero comer mi hamburguesa tranquila.

—Le gusta la hamburguesa de tofu con queso. —la cabeza que sobresalió por encima de mi hombro me hizo dar un pequeño respingo. —¿Qué estás bebiendo?

—¡Señor Juan! —me quejé apartando mi batido de chocolate de sus manos. —Voy a denunciarle por acoso.

—Se lo voy a contar a la profesora de portugués. —amenazó mi prima provocándole una cara de pavor a mi profesor de inglés.

—¿Pero usted no estaba con la de matemáticas? —miré sorprendida a mi profesor. —¿O era con la de lengua? —fruncí mi entrecejo.

—Ha estado con ambas, pero las ha mandado a pasear porque estaban siempre discutiendo por él e incluso se llegaron a hacer ''bromas'' para que Juan se decidiese. La de portugués fue más inteligente y al final ganó ella. —miré asombrada a mi prima y a Juan de forma alternativa.

Que el destino decida. (Terminada).Where stories live. Discover now