Estrellas de Cristal

Vuelta a los Castigos.

Las clases terminaron y me quede en la entrada esperando a Oliver para ir a limpiar a la biblioteca, ya que había dicho que estábamos juntos en esto.

Pude visualizarlo con las gafas de sol puestas junto con su cazadora de piel mientras se dirigía a su moto haciendo un movimiento extraño con las llaves de la moto. Pasó por mi lado y me miro extrañado.

-¿No deberías estar organización la biblioteca?.-Dijo extrañado.

-¿No se suponía que me ayudarias?.-Dije obvia.

-Yo.-Dijo sorpendido.-Yo no he dicho eso.-Dijo riendo.

-Eres un idiota, mentiroso.-Le dije enfadada. Este sonreía y podía notar como esos ojos azules destellaba diversión.

-Nos vemos en el concierto.-Dijo y me fuí mientras el se dirigía a su moto de nuevo.

Entre a la sala llena de libros y aunque era un poco pequeña me quede fascinada de la cantidad de libros que había.

Eche una ojeada a algunos títulos, pude ver un ejemplar de Romeo y Julieta, una Iliada de Homero y otros títulos importantes de la historia antigua.

Había unas pequeñas ventanas por las cuales podía ver como ya empezaba a anoche e inconscientemente pensé en el concierto de esa noche.Era el concierto de mi vida y aunque James no viniera tampoco me decepciona Oliver.

Seguí ordenando absorta en mis pensamientos hasta que sentí una mano taparme la boca y echarme para atrás. Me asuste, pero después pude oír la voz de James riéndose y como me soltaba lentamente.

-Idiota, ¿Quieres matarme?.-Dije enfadada empujandolo.

-Y yo que venía ha ayudarte.-Dijo sonriendo.

-No necesito tu ayuda.-Dije girandome para volver a colocar los libros.

-¿Seguro?.-Pregunto riendo.-Creo que esa fila esta mal colocada.-Se acerco a mi lo suficientemente como para que mi cara rozara la mía y cuando pensé que me besaria cogió un libro de la estantería y lentamente lo colocó en su lugar correcto.

-No seas cabezota.-Dijo riendo.-Déjame ayudarte.-Dijo apartando un mechón de pelo de mi cara.

-Vale, pero sólo por que sino llegaré tarde al concierto.-Dije riendome.

-Bien.-Dijo James con una sonrisa.

Estuvimos un rato ordenado los libros entre risas hasta que por fin terminamos de organizar todo.

-Bueno por fin hemos terminado.-Dijo James suspirando, mientras abría la puerta.-¿Que mierda?.

-¿Que pasa?.-Pregunte acercándome.

-La puerta esta atrancada, no se abre.-Dijo empujandola para abrirla, pero sin éxito.-Mierda.

-No puede ser, no veré a Arctic Monkeys nunca.-Dije sentándome en el suelo frustrada.

-Relájate, saldremos de aquí.-Dijo James dándole golpes a la puerta, mientras gritaba.

Había pasado media hora desde que James me había dicho que saldríamos y nada, la puerta seguía cerrada y nosotros tirados en el suelo.

-Muy buena idea la tuya de venir ha ayudar.-Dije enfadada.

-¿Ahora la culpa es mía?.-Dijo James enfadado.

-Yo no he sido la que ha cerrado la puerta.-Dije gritando.-Además, tu eres el conserje, nadie más nos puede abrir.

-Dios, cuando te pones así no te aguanto.-Dijo acercándose a mi enfadado.-Siento haber venido ha ayudarte para poder irte antes.