Al día siguiente quede con las chicas en casa de Helena para acabar un trabajo que nos había mandado nuestra profesora de Ingles.
Y como a nosotras no se nos daba nada bien, le pedimos a Adam que nos ayudara con el trabajo, aunque más bien lo hizo el todo.
-¿Por que tengo la sensación de que lo estoy haciendo yo todo?.-Pregunto Adam mosqueado.
-Por que es lo que estás haciendo.-Dijo Helena.-Me lo debes por lo de Lucas.
-Pero si vosotros estáis bien, que necesidad de hacerme pasar por esto.-Dijo apenado.-Esto es por pura maldad.
Me levante de la cama de Helena y me senté a su lado para terminar de ayudarlo y no cargarle todo el muerto, ya que la que mejor se le da inglés de las tres era a mi.
-Gracias, te quiero, de verdad.-Dijo dándome un abrazo.-Yo sabía que me ayudarias.-Dijo con un tono de euforia muy excesivo.
-De nada.-Dije riendo.
Estuvimos un rato haciendo el trabajo mientras Helena y Cloe veían la televisión.
-No se que le habrás hecho a James pero desde que estas aquí está más feliz.-Dijo derrepente.
-A mi también me hace bien tenerlo cerca, es mi único punto de apoyo, es el único que conoce todo de mi.-Dije sincera.
-Entiendo, yo también tenía a ese alguien que te conoce y saca lo mejor de ti.-Lo mire y pude ver tristeza en sus ojos.
-¿Que pasó?.-Pregunte.-Si puedo saberlo claro.
-Ella se marcho a otro país, hará como unos tres años. Antes hablábamos mucho, pero con el tiempo perdimos contacto. Ella empezó la universidad yo también y bueno ya sabes.
-La querías mucho, ¿verdad?.-Sonreí tiernamente.
-La sigo queriendo. Pero quien sabe, han pasado tres años, quizá su vida ahora este toda del revés, quizá tenga novio, quizá hasta hijos.-Reí ante su exageración.
-¿Sabes?, creo que deberías de llamarla.-Dije tocando su hombro.
-No se si es buena idea.-Dijo mirando al suelo.
-Claro que lo es, no hay nada de malo en eso.-Pase mi mano por su pelo y este me sonrió.
-Ahora entiendo por qué James te quiere tanto.-Eso me pillo por sorpresa, aunque sabia que me quería, también sabia que no podríamos estar juntos.
-No creo que eso sea así.
-Soy su mejor amigo, yo lo se todo sobre tu y él. Y espero que sepas elegir bien.-Dijo dándome un beso en la frente.
-Yo siempre lo eligiere a él, por encima de todo. Te lo prometo.
-Tay, no se trata de elegirlo a él o no, se trata de que es mejor para los dos.
-Lo mejor para mi es él.-Dije sincera.
-Lo se.-Dijo abrazándome.
-¿Que pasa aquí?.-Pregunto la voz de James desde la puerta.
Me gire y lo ví apoyado en el marco de la puerta con cara de pocos amigos. Me acerque a él y le dí un abrazo y un beso en la mejilla sonriendo.
-Hola.-Le dije riendo.-Adam me estaba contando una cosa de una amiga suya que se fue lejos.
-¿Le has contado lo de Valeria a Taylor?.-Pregunto extrañado.-Que bien, ¿tu que opinas?.-Dijo preguntándome a mi.
-Pienso que debería llamarla.
-Lo ves, no soy el único que lo piensa. Además pienso que deberías de llamarla ya.-Dijo James con una sonrisa en su boca.
-¿Tu eres tonto o comes caca de gato?.-Le dijo Adam.
-No tienes nada que perder.-Dije sonriendo.-Bueno vamos a dejarle solo tiene que acabar nuestro trabajo de Ingles.-Dije pasando mi mano por la espalda de James para sacarlo de la habitación.
Salimos de la habitación y este me miraba con una sonrisa muy grande en su rostro.
-¿Que?.-Pregunte contagiandome de su risa.
-Nada.-Dijo apartando su mirada pero con una sonrisa aún en su rostro.
-James Joshua Collins, dime por que te estás riendo.-Dije subiendo a su ancha espalda.
-Nada, que me he dado cuenta de una cosa.-Dijo riendo.-Sabes tengo un plan de contingencia secreto para que Adam hable con Valeria.
-Cuéntamelo.-Dije bajando de su espalda y poniéndome a su lado.
-Si te lo contará ya no sería secreto.-Dijo bajando las escaleras dejándome atrás.
-James -Grite.-Joshua.-Odiaba que la gente le llamara por su segundo nombre. Solo yo lo conocía.
Se giro y me miro mal. Se fue acercando a mi lentamente y yo fuí retrocediendo poco a poco. El sonrío y me agarró, me tiro al sofá y empezó ha hacerme cosquillas y empecé a reír como una posesa.
-Para, Joshua.-Dije entre risas. Me miro con una ceja alzada.-Vale, James.-Y entonces dejo de hacerme cosquillas con una sonrisa de satisfacción.
-No costaba tanto.-Dijo riendo.-No me vuelvas a llamar Joshua nunca más.-Dijo riendo.
-Vale, Josh digo James.-Dije equivocandome y yo reí.
-Me voy a casa.-Dijo levantándose, pasándome su mano por mi pierna.-¿Quieres que te lleve?.
-Claro.-Dije sonriendo mientras lo seguía por el salón. Me despedí de Helena y nos fuimos a casa.
Tardamos unos minutos hasta que llegamos a nuestras casas, pero primero fuimos a la suya.
-Tengo una sorpresa para ti.-Dijo James sonriendo.
-¿Que es?.-Dije curiosa con una sonrisa tonta.
-Si te lo dijera ya no sería una sorpresa.-Dijo haciéndome un gesto para que lo siguiera.
Entramos a su habitación y me tapó los ojos con sus manos, este me empezó a guiar por la habitación hasta llegar a su cama, me sentó y me quito los ojos de la mano pero me pido que no los abriera.
Entonces puso sobre mis manos una cosa pequeña y blandita como un peluche. Abrí los ojos y pude ver a un pequeño gatito de color gris en mis manos.
Mire emocionada a James y este me sonreía de vuelta con una mirada de ternura y dulzura.
Empecé a jugar con el pequeño y peludo gato, mientras James me miraba como hacía el tonto con el pequeño.
-¿Como lo llamarás?.-Pregunto James con curiosidad.
-No se. Elige tu el nombre.-Dije mirándolo a los ojos mientras sonreía.
-Que te parece, ¿Zeus?.-Dijo y la verdad es que me encantó.
-Si, me encanta.-Dije mirándo al Zeus.-Muchas gracias.-Dije acercándome a él. Lo mire a los ojos y él a mi, estuvimos así unos segundos y este me dio un beso en la frente y me abrazo.
-Muchas de nadas.-Dijo a lo que yo reí.
Lo abrace por un rato más y después estuvimos jugando un rato más con Zeus en su casa.
-Espero que no lo mates como al pobre Lucas.-La pegue un golpe en el brazo.
-Lo pase fatal, James y tu lo sabes.-Dije sonando triste. Recuerdo que llore durante una semana por la muerte de Lucas.
-Lo se.-Dijeo abrazándome.-No sabes lo mucho que te quiero Tay.-Dijo sonriendo.
-Y yo a ti James.-Dije abrazándolo con más fuerza.
DU LÄSER
Estrellas de Cristal
RomantikTaylor es una joven de diecisiete años que se muda a California debido a que ha sido expulsada de su antiguo instituto por malos comportamientos. Esta mudanza supone un nuevo inicio para Taylor, pero no solo la oportunidad de empezar una nueva vida...