¿Normalidad?

419 29 8
                                    

A la mañana siguiente me desperté con un brazo en mi estómago y otro sobre mi cabeza y sin quererlo sonreí.

Me gire de manera que James no se despertara. Le empecé a tocar el pelo con suavidad para que no se despertara pero James abrió un ojo sutilmente.

-¿Estoy muerto y estoy en el cielo?.-Dijo sonriendo.

-No.-Dije sonriendo.-Estas vivito y coleando.-Dije riendo suavemente.

-Que raro, me parece ver un ángel.-Dijo sonriendo más y acercándose a mi.

Yo le sonreí con dulzura y me acerque a él.

-Pues a mi me pareció ver al diablo.-Dije riendo.

-Al diablo, eh.-Dijo riendo y se puso encima de mi.-El diablo te va a castigar.-Dijo haciendo cosquillas. Yo reía como si no hubiera un mañana.

-Ja, James, para, por favor.-Dije riendo y él paro. Nuestras caras estaban muy cerca y él se acercaba más, hasta estar a milímetros de distancia.

Sentí que la mejor opción era guardar distancia y esperar como le había prometido y así no cambiaría nada entre nosotros, así que opté por abrazarlo.

Cuando nos separamos ambos sonreímos y juntamos nuestras frentes.

Quizá ninguno lo tenía claro pero yo estaba segura de que lo quería, y que pase lo que pase siempre volvería a él, siempre lo hago.

Nos levantamos y empezamos a organizar todo para nuestro día en el instituto.

Yo me puse unos jeans vaqueros largos y una camisetas tirantes blanca y deje mi pelo suelto en pequeñas ondulaciones.

Baje a desayunar y allí me esperaba él con un café en la mano y terminando de hacer mi cola cao.

Lo mire sonriendo y lo abracé por detrás dándole un beso en su pecosa espalda y ví como sonreía.

Cogí el vaso y me senté en la mesa esperando a que James se sentará mi lado.

Mientras desayunabamos la madre de James entro a la cocina a darnos los buenos días.

-Hola chicos.-Dijo saludando a ambos.-¿Cuándo has vuelto?.-Dice preguntándole a su hijo mientras le daba un beso.

-Hace unas dos horas o así.-Dijo mintiendo.

-¿Irás a trabajar?.-Pregunto Susan.

-Si, ya he faltado demasiado, no quiero que me despidan todavía.-Dijo riendo al igual que yo.

Termine de beber mi vaso de leche y llame a Cloe para saber a que hora pasaría a recogerme con su nuevo coche.

Salí de casa al aviso de Cloe y la verdad me enamore cuando vi su nuevo coche. Tanto que lo abracé como una loca posesa.

Justo en ese momento mi mamá se asomó por detrás de la puerta y la mire con cara de indignación.

-Mamá, yo también quiero uno.-Dije suplicando.

-Si por lo menos tuviera fe en que te sacarás el carnet de conducir alguna vez te compraría un coche, pero recuerda que pasó la última vez.-Dijo riendo.

-Mamá, eso paso hace mucho tiempo y además James sigue vivo después de eso.-Dije al borde de llorar.

-El pobre Lucas no puede decir lo mismo.-Dijo mamá.

-¿Has matado a una persona?.-Pregunto Cloe gritando.

-Nooo, Lucas era nuestro amado gato.-Dije con tristeza.-Fue sin querer, James se cruzó en mi camino y bueno, pues, lo atropelle un poquito.

-Me rompiste el tobillo.-Dijo James detrás de la puerta.

-No exageres.-Le dije molesta.-Todavía sigue pensando que lo hice aposta.-Dije dirigiéndome a Cloe.

-Es que fue aposta.-Dijo serio.-No sabe aguantar una broma.-Le dijo a Cloe.

-Lo que tu digas.-Dije sin darle importancia.-¿Nos vamos?.-Pregunte a Cloe y esta asintió.

-¿Que le hiciste?.-Le pregunto Cloe a James.

-Yo solo le escondí su colección de libros favorito.-Dijo James.

-¿Fuiste tu?.-Dije señalándole con el dedo y una irá notoria en mi voz y cara.-Lo sabía.-Dije enfadada.

Agarre a Cloe de la mano y nos montamos en el coche para ir camino a él instituto. Cuando abrí la puerta James me llamo y me gire a mirarlo.

-Tay, no me guardes rencor por lo de los libros.-Le miré mal pero el sonreía de oreja a oreja y me guiño un ojo.

La mañana paso aburrida y agobiante. Todos nuestros exámenes estaban a la vuelta de la esquina y tenia miedo de suspender alguna asignatura.

Durante la hora del almuerzo felicitamos a Helena por su cumpleaños.

-¡Felicidades amigaa!.-Dijimos Cloe y yo al unisono mientras nos colgabamos sobre su espalda.

-Gracias, os habéis acordado.-Dijo sorprendida.

-Como nos ibamos a olvidar de tu cumpleaños tonta.-Dije riendo.

Ethan y Scott llegaron un poco después pero ambos la felicitaron sin decir nada sobre la fiesta.

James y yo cruzamos algunas miradas y sonrisas, cada vez que lo veía mi corazón latía más rápido.

Durante la tarde Cloe vino a mi casa y empezó a explorar mi armario para encontrar algún vestido para ponerme en la fiesta de esta noche.

Ella ya había elegido un vestido azul verdoso claro, que apagaba a si cuerpo hasta la cintura y después hacia vuelos hasta sus muslos. La verdad es que le quedaba hermoso y se veía genial en el, se maquillo de una manera sutil pero resaltando sus ojos azules.

Yo encambio llevaba una hora y todavía no sabia que vestido iba a utilizar. Cloe estuvo enseñándole vestidos pero ninguno me gustaba hasta que Cloe saco del armario un vestido color champán tipo de bailarina, mis ojos se iluminaron nada más verlo y me lo probé y la verdad me quedaba muy bien. Lo acompañe con unos tacones del mismo color. Recogí mi pelo en un moño de bailarina y me maquilla sutilmente.

Salimos de mi casa y nos dirigimos a bar de mi madre, la verdad es que todo estaba perfecto. Helena pensaba que vendría a una cita con Lucas y no sabéis lo que nos costó que aceptara salir con él, pero acepto.

Había gente por todos lados, chicos de el instituto y otros que no conocía pero suponía que eran amigos de Adam y James, ya que no aparentaba para nada nuestra edad.

Lucas nos dió la voz de alarma y todos nos escondimos en los primeros sitios que vimos y estuvimos esperando hasta que ambos llegarán.

El ruido de los pasos de ambos nos dió la señal de que ya estaban aquí y entonces nos levantamos para gritarle.

-FELIZ CUMPLEAÑOS HELENA.-Dijimos todos al unismo.

Estrellas de CristalNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ