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-Lidia, siento decirlo pero no sé como ayudarte. Quizá si se lo decimos a las demás, entre todas encontremos una solución.
-No quiero meterlas en esto. Olga ya tiene bastante con lo de Raúl y Santi y Mónica…
-Si. Para una vez que todo le va bien.
-¿Y tú como estás? Con todo no he tenido en cuenta que tú tampoco lo estás pasando muy bien.
-Tienes razón. No dejo de pensar en Luis, en lo que debe querer decirme. No dejo de pensar en que tal vez por fin se digne a mirarme como a una mujer y no como a la amiga de siempre.
-¿Y si no fuese el caso?
-Me dolería, pero no tendría más remedio que seguir con mi vida.
-¿Te gusta mucho, no?
-Si y además, me siento muy bien a su lado. Para mí es lo más importante. Estar bien al lado de la persona que amo. Saber que puedo contar con él a pesar de todo.
-Yo me siento bien cuando estoy con Dani. Sé que me quejo porque no deja de insistirme y lo único que yo he sido capaz de hacer es huir de su lado y hacer como que no me importaba.
-¿Y te importa?
-Creo que en el fondo huyo de él por temor a que pueda herirme. Por eso no quería tener novio. A veces el amor te hace más daño.
-¿Eso forma parte de tu pasado?¿De ese pasado del que te niegas a hablar?
Simplemente asintió. Fue incapaz de decir nada más e Isa tampoco insistió.

-Bien, ahora que tengo mejor cara, que estoy peinada y que me he tomado un buen café, ¿qué te apetece hacer?
-¿Puedes acompañarme a un sitio?
-Claro, ¿a dónde?
-Vayamos al centro comercial.
-Vale.
Mientras esperaba a que Clara se vistiese, saqué el móvil del bolsillo y escribí.
<<BUENOS DÍAS MI PRINCIPE DE CUENTO. ESTOY CON CLARA. VAMOS A DAR UNA VUELTA Y PUEDE QUE COMAMOS POR AHÍ, ¿QUE TAL TÚ?>>
Recibí un mensaje cuando iba a poner el coche en marcha. Pensé que sería la respuesta de Javier.
<<NECESITO QUE HABLEMOS. ¿PUEDES ESCAPARTE ESTA TARDE?>>
No había visto ni hablado con Nico desde el baile de máscaras. Inconscientemente y sin saber porque, le había estado evitando y posiblemente él también a mí. Ya era hora de dejar de escapar.
<<NO HAY PROBLEMA. ¿A LAS CINCO EN EL PARQUE?>>
<<ALLÍ ESTARÉ.>>
Una vez en el centro comercial ya no pensé más en ello y me dediqué a pasármelo bien con Clara.
Lo primero que quiso hacer debió sorprenderme y sin embargo no lo hizo.
Entramos en una tienda de ropa de bebé. Después miramos precios de cochecitos, cunas, cambiadores de pañales…
-¿Es normal que vea bebés por todos lados?
-Tal vez eso quiere decir que estás preparada para ser mamá.
-Tengo que hablar con Sebastian. No quiero tomar una decisión sin hablarlo antes con él. Voy a llamarle para que se pase por aquí después. ¿Te importa?
-Para nada. De todos modos a las cinco he quedado.
-¿Con Javier?
-Con Nico.

-¿Diga?- el teléfono la despertó. Hacia tiempo que no dormía con la ropa puesta. ¿Qué hora debía ser?
-¿Te he despertado?
-Santi.
-Si. Quería disculparme Olga. Sé que fui impulsivo pero no era mi intención incomodarte de ese modo.
-No te preocupes. ¿Qué hora es?
-Casi mediodía- se incorporó de golpe. ¿Tanto había dormido?- Había pensado que tal vez podíamos hablar acerca de lo que pasó ayer. ¿Quieres que vayamos a tomar algo?
-La verdad Santi es que hoy no tenía pensado salir. Prefiero quedarme en la cama.
-Pero hoy es Nochebuena…
-Y mañana Navidad. No insistas. No tengo ganas- y colgó.
Se levantó de la cama, se desvistió y puso el pijama para bajar a la cocina.
-Buenos días hija. ¡Si que has dormido hoy!
-Estaba cansada.
-¿Qué harás esta noche? ¿Saldrás por ahí con los chicos?
-No. No me encuentro bien mamá. Si llama alguien, dije que estoy enferma. Me voy a acostar.
-¿Quieres que llame al médico hija?
-No creo que pueda darme nada para curar lo que me pasa.
-¿Y que te pasa?
-La vida- subió de nuevo a su habitación y cerró la puerta tras ella.

-Lo mejor será que las enfrentéis de una vez.
-Puede que tengas razón.
-Entonces id a buscarlas.
Todos se pusieron en pie y a todos les temblaban las rodillas, pero era Nochebuena y a veces, en estas fechas, ocurrían pequeños milagros.
Tras despedirse, Javier se marchó a su casa a comer. Luis y Dani iban en la misma dirección ya que ambos estaban casi seguros de que Isa y Lidia seguían juntas y Raúl se marchó a su casa.
Cuando llegó frente a su puerta, miró hacia la casa de enfrente. Siempre había admirado el espíritu navideño de la familia de Olga.
Se acercó a la puerta y llamó al timbre deseando que fuese ella quien abriese. Fue su madre.
-Hola Raúl.
-¿Está Olga en casa?
-Pues si pero está en cama. Parece ser que no se encuentra muy bien.
-¿La ha visto un médico?
-Se ha negado. Dice que un médico no puede curar algo que no se cura con medicamentos. ¿Ha pasado algo que deba saber?
-Lo que pasa es que como siempre, llegó tarde.
-¿Quieres subir a verla? Verte siempre la pone contenta.
-Me temo que está vez no sea así. Feliz Navidad.
-Feliz Navidad Raúl.
Olga, desde su ventana, al igual que su madre, vio como Raúl se alejaba. Quizá debió bajar y hablar con él, pero al fin y al cabo, su mensaje no había recibido respuesta.

No hay dos...¡Sin tres! (Serie Love 04) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora