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Primero un tono, luego otro y llegó a sonar hasta seis veces, hasta que saltó el contestador.

Dani colgó desesperado. Ya era la tercera vez que lo intentaba y Lidia seguía sin coger el teléfono.

Tenía que verla y saber que había pasado. Él no se tragaba esa historia de la madre. Algo había ocurrido. Algo que Lidia no se atrevía a contarles a ninguno de ellos.

Tras meditarlo unos segundos, cogió sus cosas y salió a buscarla.

Derrapé dentro del instituto y corrí hasta el patio donde entrenaba el equipo de fútbol. Al parecer ya se habían cambiado y se disponían a irse cada uno a su casa.

Le vi hablando con dos hombres y hasta que no estuve al lado no me di cuenta de que eran Javier y su padre.

-Nico.

Los tres se volvieron hacia mí. Javier miró hacia otro lado y cogió a su padre del brazo para ir hacia el coche.

-No tardes.- dijo su padre alejándose.

Golpeó con fuerza el salpicadero dejándose vencer del todo por sus sentimientos.

Su padre le miraba desde el asiento de al lado. Jamás había visto así a Javier.

-Rompiéndome el coche no solucionaras nada.- Para ser sinceros, desde que era un bebé que no le había visto llorar por nada y verle ahora de ese modo, le desconcertaba.- Debes afrontar lo que te pasa. Debes hablar con ella.

Javier miró a su padre a través de las lágrimas.

-No es justo. Desearía no sentir todo esto por ella. Me desborda.

-En eso se basa el amor. Uno no nace preparado y se debe luchar si se cree en él. Ahora dime, ¿la amas de verdad?

Javier asintió.

-Entonces no es aquí donde debes estar.

-¿Qué debo hacer entonces?

-Habla con ella. Pídele que te escuche. Si de verdad tenéis que estar juntos y si ella te ama, te escuchará.

-No llores. ¿Qué te pasa? Te escucho. Laméntate- por su tono de voz y con solo mirarle estaba claro que se sentía abatido.

-Puedo ser fuerte si tú estás conmigo.- yo intentaba que volviese conmigo, incluso intenté besarle, pero no me dejó.

-No es justo conmigo, ni con mi hermano, ni siquiera contigo misma que hagas esto. Tú no necesitas a nadie para ser fuerte, pero te prometo que no voy a dejar que te pase nada. Quiero cuidarte pero como tu amigo.

-Gracias- no fui capaz de decir nada más. Nico tenía razón.

-No hay de que. Ahora tengo que irme. Me están esperando- se levantó y antes de alejarse del todo se volvió hacia mí.- Deberías darle una oportunidad a mi hermano. Sé que no se ha portado como debería pero te quiere y a veces cuando sentimos miedo, hacemos cosas de las que no nos enorgullecernos.

-No tienes que disculparle.

-Hay una cosa más. No voy a pedirte que me cuentes nada pero necesito estar seguro de algo.

-¿Qué es?

-¿Pasó algo entre Javier y tú mientras estabas conmigo?

-Si- no quería mentirle. Nico no se merecía algo así.- Lo siento.

No hay dos...¡Sin tres! (Serie Love 04) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora