Schizophrenic Obsession © (Trilogía Obsession #1)

Shredded Humans is coming

"Sé silencioso en esa quietud,

la cual no es Soledad, ya que

Los Espíritus de los Muertos,

quienes te precedieron en la Vida,

en la Muerte te rodearán,

y con Sombras, tu quietud enlazarán."

Edgar Allan Poe, Espíritus de los muertos.

A partir de ese momento, todo fue una confusión. Jamie comenzó a gritar para que Mandy se alejara de él porque lo quería succionar mientras me preguntaba con enojo quién era el que me había llamado, es decir Derek. Éste último estaba tomándome del brazo porque quería hablar conmigo y Mandy cada vez estaba más desnuda gracias a su ropa estirada y tan corta. La gente que se amontonaba a pedir autógrafos del hijo del Padre del satanismo no ayudaba en nuestro embrollo, por lo que comencé a marearme y mis voces se callaron para no provocarme un desmayo.

La cola se había desmoronado al ver que Jamie estaba ahí y todos nos rodearon en cuestión de segundos, por lo que aproveché todo eso para huir. En esos momentos agradecía ser pequeña. Comencé a meterme entre la gente y pronto había llegado a la entrada del bar, que solo había tres personas esperando entrar, seguro aprovechando el contratiempo de los demás al igual que yo. Por suerte, Jamie me había dado mi entrada en su auto, por lo que se la di al hombre que estaba custodiando en la puerta y me dejó entrar tranquilamente al sector VIP.

Miré una vez más hacia atrás, Jamie había podido salir de entre la gente y me miraba con los ojos muy abiertos, con un gesto de cabeza me dijo que entrara y lo obedecí, pero antes pude ver la mirada de Mandy de furia y un gesto de su mano cortando su cuello para demostrarme que me iba a matar. Me reí en su cara y le levanté el dedo medio diciéndole "Fuck You" con los labios, mientras me miraba con los ojos bien abiertos comencé a entrar rápidamente y a ubicarme en el asiento. Estaba en frente del escenario, que estaba lleno de cables y una batería estaba siendo colocada a último momento. Jamie se sentó a mi lado con un fuerte golpe e insultó en voz baja no sé a quién específicamente. Mientras esperaba que los músicos salieran, miré hacia los costados tratando de buscar a Mandy, para ver si seguía odiándome o si ya la había asustado, pero no pude verla, en cambio, vi a Derek que se dirigía con paso despreocupado hacia mi mesa. Se sentó al lado mío y Jamie lanzó una mirada de furia repentina.

–Bueno, parece que vamos a tener que compartir mesa porque no hay más lugar, espero que no les importe –dijo guiñándome el ojo. –. Tengo que hablar contigo, Ar.

Jamie, al ver cómo me decía Derek, lo fulminó con la mirada rápidamente. Pero no tuve tiempo de contestar ni él de hablar ya que alguien más nos iba a acompañar esa extraña noche. Una chica con los labios pintados y ropa que se le caía me miró desde arriba con los ojos rojos de furia mientras se sentaba en nuestra mesa, entre Jamie y Derek, frente a mí.

–Chicos, hoy seré su acompañante, me han colocado aquí –dijo con voz nasal y sensual, tratando de cautivar a ambos chicos.

–No importa –contestó Jamie aun mirando con enojo a mi otro amigo.

Pronto todos estábamos acomodados y todos estábamos incomodos. Ninguno sabía de qué hablar y éramos la única mesa en la que no tomábamos alcohol ni fumábamos hierba ni gritábamos. Aun el recital no había comenzado, pero pronto lo haría, había un retraso por parte del cantante de la banda, el padre de Jamie.