2.0

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Tyler pasó saliva tragando las incontrolables ganas de vomitar lo que sea que estuviese en su débil y adolorido estómago,  jugueteo con sus manos frotándolas por su brazos tratando de controlar el frío que sentía por todo su cuerpo, sin embargo el dolor que sentía sobre su piel le impidió continuar. Giró de un lado a otro mirando de su hermana hasta lo que se encontraba allí afuera en la carretera.

Un vuelco en su estómago lo hizo sentir tan cansado de repente que apretó con fuerza su muñeca izquierda dejando marcas leves de color rojo que pronto se desvanecieron. Tyler se sentía más cansado de lo normal, la fatiga, los mareos, las diminutas marcas blancas por todo su cuerpo, los hematomas que desaparecerían y aparecían con constancia, sus labios partidos, su pecho adolorido, su mente vaga y su corazón roto.

Todo era un desastre dentro del pequeño y roto Tyler.

"¿Estás bien?", escuchó apenas antes de negar repetidas veces y caer al suelo metálico de la camioneta. Sus ojos cansados se posaron en el rostro de su hermana quien gritaba e imploraba porque su hermano volviese a la normalidad, pero Tyler quería irse, quería escapar de sus problemas, la ansiedad y la anorexia lo estaban matando lentamente.

—Q-quiero sal-lir d-de aquí —murmuró y apretó su estomago.

—¡Hey, para la camioneta! —Madison soltó un grito más reconocible para los oídos del castaño.

Tyler soltó un gruñido e inmediatamente se levantó para comenzar a vomitar saliva y restos de comida de la noche anterior; tan pronto como pudo metió dos de sus  dedos y presionó el límite de su boca para escupir más saliva llena de mucosidad, porque realmente dentro de su estómago no había nada.

Trago saliva rápidamente y presionó una vez más impulsando sus dedos más allá del límite, rasgando su garganta y tosiendo porque estaba lastimando gran parte de su tráquea; lo intentó una vez más pero fue inútil.
L

os ojos de Tyler se cerraron puesto que las lágrimas no tardaban en salir, listo para explotar en cientos de emociones que colapsaron su mente. Sus manos se posicionaron sobre su abdomen, para dar un fuerte golpe que lo hizo doblarse de dolor.


—¡Tyler basta!, ¡detente! —Madison dio un ligero paso para atrás chocando con su asiento—. ¡Por favor! —suplicó una vez más.


Pero Tyler seguía tan absorto en sus asuntos que golpeaba su abdomen sin control.

—Soy un asco, una porquería, un maldito marica que merece morir —decía sin sentido.











espero les guste. feliz año nuevo guys.

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